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Voto de Angie Banshee:
5
5,9
4.391
Aventuras. Drama. Fantástico. Romance. Ciencia ficción
En 1943 dos jóvenes oficiales de la marina tomaron parte voluntariamente en un experimento militar altamente secreto que consistía en impedir que su barco fuera detectado por el radar enemigo. Un error imprevisible los trasladará al futuro, al año 1984. (FILMAFFINITY)
29 de septiembre de 2011
19 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
La idea fundamental es bastante interesante, y hasta cierto punto, original. El desarrollo de ésta, sin embargo, no lo es tanto, y no por el argumento en sí –en lo que se refiere a los viajes en el tiempo, el experimento, los agujeros de gusano, etc.–, sino por esa forzada historia de amor que transcurre paralela a la idea principal y que, al menos yo, me la creo tanto como me creí la de “Titanic”, o sea, nada. Pero esto mejor lo comento en la zona spoiler. Por lo demás, la película es entretenida, y aunque no consigue enganchar del todo, tampoco propicia que el espectador bostece.
Lo que me gusta:
1) La idea principal, al margen, como ya he dicho, de la historia de amor entre los protagonistas. En ese sentido, la película no defrauda y ofrece una atractiva historia de ciencia ficción.
2) Esos efectos especiales ochenteros. Y lo digo en serio. Resulta entrañable, ahora que vivimos inmersos en la era digital, ver todos esos colores, destellos y geometrías fulgurantes –acompañadas de sonidos hipnóticos–, imágenes que hoy no pueden sino antojársenos bisoñas e incluso naifs.
Lo que no me gusta:
1) Michael Paré. Es lamentable. Su interpretación resulta fingida y ñoña. Tampoco esperaba nada mejor de este actor, todo hay que decirlo.
2) El personaje principal femenino. La actriz está pasable en su interpretación (o tal vez sea que Paré es tan malo que consigue que no me fije demasiado en la mediocre actuación de Nancy Allen), pero lo que es el personaje y sus motivaciones, pues, qué queréis que os diga, yo a esta moza no la entiendo. (Spoiler)
3) El “obligado romance” (Spoiler).
Lo que me gusta:
1) La idea principal, al margen, como ya he dicho, de la historia de amor entre los protagonistas. En ese sentido, la película no defrauda y ofrece una atractiva historia de ciencia ficción.
2) Esos efectos especiales ochenteros. Y lo digo en serio. Resulta entrañable, ahora que vivimos inmersos en la era digital, ver todos esos colores, destellos y geometrías fulgurantes –acompañadas de sonidos hipnóticos–, imágenes que hoy no pueden sino antojársenos bisoñas e incluso naifs.
Lo que no me gusta:
1) Michael Paré. Es lamentable. Su interpretación resulta fingida y ñoña. Tampoco esperaba nada mejor de este actor, todo hay que decirlo.
2) El personaje principal femenino. La actriz está pasable en su interpretación (o tal vez sea que Paré es tan malo que consigue que no me fije demasiado en la mediocre actuación de Nancy Allen), pero lo que es el personaje y sus motivaciones, pues, qué queréis que os diga, yo a esta moza no la entiendo. (Spoiler)
3) El “obligado romance” (Spoiler).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
A ver si esto es creíble. Tenemos a una muchacha de aspecto muy normalito y formal, con cara de chica buena y obediente, la cual, supuestamente, tendrá una familia, amigos, obligaciones, aficiones, en fin, una vida corriente. Un buen día, se ve envuelta en un altercado que deriva en que un desconocido –que va acompañado de un segundo individuo– la secuestra a punta de pistola, forzándola a ejercer de conductora durante su huída. La cosa no termina ahí, sino que como consecuencia de todo esto, los tres acaban por sufrir un accidente en el que bien podían haber perdido la vida. Ya en comisaría, ella se entera de que a Paré (el “secuestrador”) le pueden caer un porrón de años en la cárcel y entonces decide no denunciar. ¿Por qué? ¡Porque le da penita su agresor! O lo que es peor aún, porque se ha enamorado de él.
Pero, vamos a ver, alma de cántaro, ¿cómo te pones tontita por un tipo al que no conoces de nada, que te acaba de apuntar con una pistola y por culpa del cual casi acabas criando malvas? Eso sin citar que le persigue la policía. Que sí, que el chico pone ojitos tiernos, y que los espectadores ya sabemos que es “el bueno”, pero digo yo que para ti, inmediatamente después de una vivencia semejante, debe ser muy difícil reparar en la circunstancia de que éste podría no tener culpa del lío en el que anda metido (y que tú desconoces) y ser, después de todo, muy buena gente. Y si encima te encoñas con él, pues ya es que me quedo sin palabras. O eres tonta, o estás loca. Y tienes más pinta de lo primero.
El caso es que ella se vuelca totalmente en la misión de ayudarle. Lo deja todo de lado (si es que tenía algo que dejar porque, como digo, da la sensación de que nadie la echa de menos y de que no tiene nada mejor que hacer), y se va metiendo en apuros de todo tipo con tal de estar a su lado. Que de haber dado la imagen de una alocada “femme fatale”, amante del riesgo y el desquicie (a lo Melanie Griffith en “Algo Salvaje”), pues aún me lo hubiera creído un poco, pero tratándose de una mujer de imagen monjil, inocente y casi virginal, pues como que no me lo trago.
En conclusión, no puedo evitar mostrarme siempre escéptica ante estos amores cinematográficos, tan apasionados, que surgen y se desarrollan durante un lapso de tiempo de días contados (o incluso horas) y por los cuales, sus protagonistas, están dispuestos incluso a arriesgar sus vidas. No lo soporto, de verdad.
Pero, vamos a ver, alma de cántaro, ¿cómo te pones tontita por un tipo al que no conoces de nada, que te acaba de apuntar con una pistola y por culpa del cual casi acabas criando malvas? Eso sin citar que le persigue la policía. Que sí, que el chico pone ojitos tiernos, y que los espectadores ya sabemos que es “el bueno”, pero digo yo que para ti, inmediatamente después de una vivencia semejante, debe ser muy difícil reparar en la circunstancia de que éste podría no tener culpa del lío en el que anda metido (y que tú desconoces) y ser, después de todo, muy buena gente. Y si encima te encoñas con él, pues ya es que me quedo sin palabras. O eres tonta, o estás loca. Y tienes más pinta de lo primero.
El caso es que ella se vuelca totalmente en la misión de ayudarle. Lo deja todo de lado (si es que tenía algo que dejar porque, como digo, da la sensación de que nadie la echa de menos y de que no tiene nada mejor que hacer), y se va metiendo en apuros de todo tipo con tal de estar a su lado. Que de haber dado la imagen de una alocada “femme fatale”, amante del riesgo y el desquicie (a lo Melanie Griffith en “Algo Salvaje”), pues aún me lo hubiera creído un poco, pero tratándose de una mujer de imagen monjil, inocente y casi virginal, pues como que no me lo trago.
En conclusión, no puedo evitar mostrarme siempre escéptica ante estos amores cinematográficos, tan apasionados, que surgen y se desarrollan durante un lapso de tiempo de días contados (o incluso horas) y por los cuales, sus protagonistas, están dispuestos incluso a arriesgar sus vidas. No lo soporto, de verdad.