De cangrejo, evidentemente, porque estas imágenes grabadas con títulos de crédito al principio y al final, que alguno pudiera llamar película, algo que no me diría a mí a la cara, es:
científicamente: troglodita,
intelectualmente: estúpida y
estéticamente: peor que cutre.

Eso sí, como parodia de sí misma, no tiene precio.

Si no la has visto y esperas algo nuevo no te engañes, al final es lo mismo de siempre: explosiones, tiros y puñetazos.

Pensaba que la escena del carrito de Los Intocables iba a ser lo más ridículo que vería jamás... hasta que me topé con la escena del metro de Matrix. Por la gloria. Lo menos ridículo es la cámara lenta... con eso está todo dicho.

Es evidentemente que está dirigida al público infantil (y a algún adolescente al que le cuesta crecer), ya lo sé, pero eso no significa que puedan saltarse el sentido del ridículo a la torera. Esto que filmaron (¡y con secuelas!) no es sólo un insulto a la mente de todos esos niños y adolescentes piterpanes, esto falta al respeto a cualquier persona que alcance un yoctómetro de grosor en la frente.

Usar tacos para calificar los diálogos de Matrix sería sobrevalorarlos. Y términos como basura o bazofia sería como equiparar los verbos de Rosa de España y Don Miguel Delibes.

Respecto a los tres boniatos de traje y corbata con gafas de mercadillo sólo puedo decir que dan risa. Pero Keanu Reeves recién salido de la caseta de un guiñol está que quita el hipo de la carcajada que provoca.

Pues nada, si viste esto entero sin que se te cayese la cara de vergüenza, te recomiendo que pases por el confesionario y se lo relates después a tu psicoanalista, porque el tema es verdaderamente preocupante.

Es ésta la única bazofia de la historia que he visto en la que todas sus frases son necias y todas sus escenas lerdas.