El hombre de la pistola de oro

Scaramanga, un pistolero que vende sus servicios a razón de un millón de dólares por trabajo, se halla vinculado a la muerte de un científico. El agente secreto James Bond investigará el suceso.

Una entrega que obtuvo muy baja recaudación, lo que no se entiende, ya que resulta un producto superior a la media. La película es, en realidad, varias películas: una comedia de acción donde Moore exhibe su media sonrisa, en la que los coches dan vueltas en el aire, se desarrollan peleas de kung fu, donde hace su aparición el patético sheriff de la anterior aventura; una intriga protagonizada por el gran Christopher Lee encarnando a un villano excéntrico, un sicario implacable, un malo a la altura del héroe; la subtrama de Nick Nack, un personaje que se mueve con aires conspiradores, cuya única misión parece consistir en observar lo que ocurre, un siniestro individuo encarnado por Herbé Villechaize, ese actor de existencia turbulenta que era una réplica exacta de Felipe González, pero en edición de bolsillo.

Las localizaciones lucen mucho. Cuando estuve en Tailandia nos llevaron a la isla de Bond, nos dieron una vuelta por allí y nos sacaron una foto con la famosa roca al fondo. Allí se enorgullecen del lugar; le sacan rendimiento, y hacen bien.


- Vamos señor Bond. Me decepciona. Obtiene tanto placer matando como yo. ¿Por qué no lo admite?
- Admito que matarle será un placer.

Bueno, bueno, bueno. ¿Que tipo de droga hay que consumir para hacer esa apreciación después de haberla visto? Mira que me considero fan del estilo zafio y trasnochado de esta saga de películas, sobre todo de las del amigo Connery. Ya parto de esa premisa, así que tampoco les pido demasiado: intriga, algún que otro tiro, algún inventito simpático y las poses del amigo Bond. Pero es que esta se lleva la palma. Lo comentaba con mi mujer: no recuerdo una película con tantos estereotipos y tan absurdos. ¿Que pinta el sheriff gordo en el film? Y, mejor aún, ¿pero qué demonios dice?

Las conversaciones/situaciones con las damiselas también se las trae. Vale que ya sabemos como se las gasta el amigo 007 pero, me parece excesivo.

Moore volvió como Bond en una de sus mejores aportaciones, desde luego mejor que su debut, y una de las mejores películas de la saga, con esta entretenidísima aventura, muy del nivel de Bond y repleta de acción, buenos golpes de efecto y llena de ingenio.

Aunque el tema principal de las últimas películas, incluida ésta, no me conevence demasiado, el conjunto no está para nada mal.

Muy buena nueva entrega de Bond.

Después del éxito que supuso "Vive y deja morir", Roger Moore volvía a encarnar al espía británico teniendo de nuevo en la silla del director a Guy Hamilton. El resultado final no dista demasiado del anterior film, pero algunas cosas se quedan a medio camino.

Ya se han asentado las bases definitivas del perfil y camino que debe seguir la saga, ahora más desenfadada y totalmente dedicada a la acción dejando de lado las tramas de espionaje de los tiempos de Connery para ofrecer las secuéncias más espectaculares. Eso no es ni bueno ni malo, sencillamente, se inicia un nuevo registro en la saga que peca de tener una estructura en el montaje demasiado estereotipada y repetitiva durante la época de Moore que tendrá tendéncia a alargarse más de la cuenta.

En esta nueva entrega, básicamente, nos ofrecen los mismos ingredientes que hicieron triunfar a Moore, estamos ante una película de aventuras y acción que sabe combinar buenos momentos cómicos, aunque no dispone de alicientes tan interesantes como el anterior film.

Para empezar, la chica Bond no cumple tanto, y ya volvemos a ver que cada vez son tratadas como un juguete y como objeto sexual, algo cada vez más descarado teniendo en cuenta que ya estamos en los años setenta.

Christopher Lee y Hervé Villechaize son los encargados de la función para complicarle las cosas a 007. No lo hacen mal, cumplen bien como villanos, pero los han habido bastante mejores.

Lo mejor del film vuelve a ser su estructura, con un montaje dedicado al puro entretenimiento sin mas concesiones ofreciendo al espectador de vistosas y espectaculares escenas de acción. Otra cosa que se le puede reprochar a la cinta, sin embargo, es la tendéncia de Moore en todas sus películas al inicio del film en dar una clase delante de su superior M dando un discurso nada creíble dejando claro que se lo ha empollado. En este caso, describiendo una biografía de Scaramanga, el malo de la función.

Lo mejor de la cinta es el regreso del divertido Sheriff inculto, interpretado magistralmente por Clifton Jones, que nos depará grandes carcajadas como en la cinta anterior.

La segunda película de Roger Moore presenta una historia bastante entretenida y con mayor relación al espía inglés.

Bueno: ya se ve un Moore mas comprometido con su papel, el villano Lee retoma la esencia de bond; tener rivales de peso, el argumento es sencillo y convincente, su secuaz también es muy bueno.

Malo: Moore empieza a exagerar con el humor, el policía ya aburre con sus intervenciones. La música no ayuda a la película. Hay falta de originalidad pues vuelve la persecución en lancha como en la anterior película.