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Un día más con vida

Animación. Drama Relato autobiográfico de Ryszard Kapuściński, que narra los últimos días de Angola como colonia portuguesa en 1975, y las terribles consecuencias de esta descolonización: una guerra civil que asoló la región hasta hace muy poco. Coproducción polaco-española, en formato de docudrama de animación para adultos. (FILMAFFINITY)
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Críticas 33
Críticas ordenadas por utilidad
10 de febrero de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de reconocer que cuando me aventuré a ver Un día más con vida, sabía más bien poco de la historia de Angola -que había sido colonia de Portugal y que tras una guerra, alcanzó su independencia a mediados de los años 70- y absolutamente nada del protagonista de este film basado en la novela autobiográfica del periodista de guerra Ryszard Kapuściński. A pesar de mi desconocimiento, gracias a una breve introducción histórica, pude disfrutar enormemente de una de las mejores -si no la mejor- películas de animación de su año.
Nos metemos en la piel de un reportero bélico que llega al país del sudoeste africano para narrar al resto del mundo los últimos días antes de la ansiada liberación de Angola, tras 14 años de guerra de independencia. Una vez completada la descolonización de Angola, se inició inmediatamente una guerra civil entre comunistas y capitalistas, que se enfrentaron para hacerse con el poder de la nueva Angola liberada, en lo que viene a ser uno más de los tantos conflictos que se vieron inmersos en la Guerra Fría.
El objetivo de Kapuściński era llegar hasta el frente del sur, donde el idolatrado general Farrusco del MPLA (Movimiento para la liberación de Angola; el bando comunista que gozaba del apoyo de los soviéticos y Cuba) resistía prácticamente sin apoyo las embestidas del FNLA (Frente Nacional para la liberación de Angola; los capitalistas, que contaban con el apoyo de los Estados Unidos, Israel y Sudáfrica) en los lances finales de la guerra de independencia y la antesala de la guerra civil que le seguiría. En el camino hasta allí, irá conociendo personas que le marcaron y que fueron héroes anónimos, mientras que otros sobrevivieron y han sido la fuente de información para completar el libro autobiográfico de título homónimo, en el cual se basa el guion de la película.
Con una animación hiperreal y muy estimulante realizada mediante rotoscopia -como, por ejemplo, en A Scanner Darkly (Idem, Richard Linklater, 2006, USA) y Vals con Bashir (Waltz with Bashir, Ari Folman, 2008, ISR)-, alternada con las entrevistas reales a las personas que se cruzaron con él durante aquella aventura, son capaces de situarte a la perfección en el momento. Si a la poderosa mezcla de imágenes se le une una narración que roza la épica digna de todo un héroe, el resultado no puede ser mejor.
La autocrítica -virtud tan poco habitual en los tiempos que corren hoy en día- de uno de los entrevistados pertenecientes al bando vencedor es la culminación ideal para que a pesar de lograr la liberación, el estado del país no mejoró, sino que le siguió una guerra civil de más de 25 años de guerrillas (1975 - 2002) de la que acaba de salir. A pesar de que solo algunos ganaron la guerra, todos (sin excepción) perdieron mucho.
Álvaro Navarro
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24 de julio de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Un día más con vida” es el resultado de mezclar muchos elementos técnicos y narrativos de una manera sorprendentemente equilibrada como para que adjetivos como ‘rareza’ o ‘curiosidad’ se le puedan aplicar en sus acepciones más positivas.

De entrada, la película nos conduce a Angola, un escenario poco o nada trillado en el mundo cinematográfico y casi me atrevería a decir que en el mundo real. Y concretamente a lo que probablemente sea el episodio más triste de su historia y sin embargo, desgraciadamente, el más interesante, los días previos a su independencia tras la descolonización portuguesa y el enfrentamiento que se vivió entre las facciones que quisieron hacerse con el control tras el vacío de poder: la comunista y la capitalista. Así que por ese lado la película es, cuando menos, atípica. Pero luego está el formato elegido que no sabría identificar. Por un lado tiene mucho de documental, con imágenes de archivo empotradas sin pudor para reforzar la narración. Por otro lado es como una novela gráfica dramatizada o un cómic animado, no sé si han rodado las escenas y luego las han tratado para hacerlas parecer viñetas con vida o es que directamente han dado vida a las páginas.

El resultado es, como decía, curioso… en el buen sentido. Es cierto que el conjunto tiene más de experimento o de proyecto de virtuosismo personal que de cine, pero el resultado es, en el plano didáctico, espectacular. “Un día más con vida” resulta una aproximación perfecta al conflicto en la que explica claramente donde estamos en todo momento, quiénes son los actores implicados, qué intereses tienen cada uno, quiénes son los secundarios que mueven los hilos en la sombra y el clima social que se vivía en la época. Además de comprensible lo hace de una forma ágil, que despierta y mantiene el interés del espectador, con el hilo conductor de un corresponsal polaco que vivió los acontecimientos más en primera línea que nadie y luego los publicó en forma de libros.

Para los amantes de la historia y la cultura, “Un día más con vida” es el vehículo de entrada perfecto a una de las guerras más largas, complejas y sangrientas de la historia reciente. Obviamente, no te puedes fiar al cien por cien de todo lo que cuenta ya que tiene un evidente sesgo ideológico sobre quiénes eran los buenos y quiénes lo malos – solo hay testimonios de un bando-, pero en general los hechos están descritos con rigor y sin intenciones adoctrindoras evidentes. Tiene momentos random, con ejercicios de arte simbólico-conceptual para representar los dramas y demonios personales del protagonista, pero disculpables para el que busque que le cuenten una historia interesante más que intensidad interpretativa o una película que discurra por los cauces convencionales.
OsitoF
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20 de septiembre de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un Día Más con Vida es un filme de animación para adultos que narra unos pocos días en la vida de Kapuscinski, uno de los mayores reporteros de guerra del siglo XX. Esos días son, específicamente, los que precedieron a la independencia de Angola con respecto a Portugal y la sangrienta guerra civil que seguiría a la independencia durante más de 20 años. La animación sinceramente es espectacular, y el guión y la producción de la película la dotan de un tempo que no pierde el hilo pese a que en realidad hechos y escenas como tal tampoco hay tantos. Entremezclada en las escenas hay testimonios y entrevistas a algunas de las personas reales que aparecen en la historia y que narran también cómo lo vivieron ellos todo. Lo cual hace una muy interesante mezcla entre película y documental. Eso si, aunque no sale nada explícito en realidad, es una película dura, especialmente al saber que todo lo que cuenta es real.

La historia de Un Día Más con Vida es la historia de la Guerra Fría y el final del colonialismo. Antes del comienzo de la película, en 1961, el MPLA había iniciado una guerra por la independencia de Angola con respecto al Imperio Portugués. Apoyado por la Unión Soviética, el MPLA luchó durante quince años contra el Estado Novo portugués, lo cual sería una de las fuertes fuerzas de desgaste del mismo y eventualmente uno de los factores decisivos de la revolución de los claveles y el final de la dictadura portuguesa en 1974. Poco después Portugal accedería a la independencia de Angola y abandonaría el país, declarando que la fecha de la independencia sería el 11 de noviembre de 1975.

Y pocos días antes es donde arranca Un Día Más con Vida, que cuenta los eventos que van inmediatamente antes de esa fecha.

Lo que encontramos en la película es una idea muy central e importante, explayada con bastante detalle: es una película “bélica” que, como muchas otras, es un alegato contra la misma. Una y otra vez, son los más desfavorecidos los que pagan con sus vidas en las batallas y luchas que durante unos cuarenta años dividirían Angola antes y después de la independencia formal. Una guerra en la que ellos no son más que peones en el tablero más grande de la Guerra Fría, donde Angola representa una serie de intereses (diamantes, petróleo, etc.) que llevan a la intervención americana a través de uno de los bandos y el apoyo soviético (cubano en especial) en el otro. Angola se convierte así en unno de los muchos campos de batalla de la Guerra Fría, como lo fueron lugares como Vietnam o Afganistán.

Y en toda guerra, por muchos y buenos que sean los ideales implicados, la realidad es que lo que impera normalmente es la pérdida y la destrucción. La gente sueña con que la guerra lleve a la independencia y que esta sea mejor que el estar dominados por Portugal, un mundo más igualitario, donde cuidar de los niños y tener libertad. Pero esos deseos, en realidad, esas esperanzas son el combustible que usan los intereses exteriores para azuzar unas facciones contra otra para sacar tajada. A nadie de Washington o Moscú les importa la libertad de los angoleños cuando suministran armas y equipo a una u otra facción, solo importan los juegos de poder e influencia de un lado a otro del tablero que es el mundo.

Narra así, el mundo cínico que es la Guerra Fría y cómo, bajo su aparente tranquilidad, bullen numerosas guerras muy calientes. Y el punto de vista sobre esto es el de Kapuscinski, que era reportero de guerra polaco (por tanto, en esa época, bajo influencia soviética) que narró lo que vivió en su libro que se llama como la película. Esto introduce el segundo vector de interés: la opinión pública y el papel del periodismo en su conformación.

Como la crítica se hace larga para lo que aquí se puede colgar, os dejo el link para los que estéis interesados en leer el resto del análisis social de los temas de la película: http://tribulaciones.es/un-dia-mas-con-vida/
Sepherim
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22 de febrero de 2019
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo bueno

Estupendo relato histórico-periodistico de los últimos días de Angola en su lucha por la libertad, lo más notable del filme es lo bien que mezcla los géneros documental, con lo ficción narrativo, usando de fondo la animación para recrear las situaciones vivenciales de la Angola de los 70s, este estilo nos permite encontrar con entrevistas de los protagonistas en pleno 2017, dando más veracidad y emoción a lo relatado.

El trazo de la animación es bueno, así como sus colores opacos que encausan aún mas lo narrado.
Narrativa concreta y buena introducción de personajes, es un repaso histórico sobre lo doloroso que ha sido y es ese precio de la libertad de los países africanos, ese cine histórico que tanto bien hace, tiene una versión alternativa muy válida aquí.

El posicionamiento del periodismo como canal de comunicación y libertad de expresión.

Lo no tan bueno

Si bien la narrativa es buena, el uso de la animación no se explota del todo al servicio de la historia sobre todo en aspectos del uso de la imaginación y el recurso animado.

8/10

Opinión Final: Creativa, oportuna y al punto, así es Another day of life, que hace recaer su importancia en el peso de lo narrado, pero lo hace de una manera entretenida y con un acabado de animación aceptable. El trabajo documental es bueno, tal vez no con ansias de profundizar mucho pero sí de contar una historia valiente desde dos vertientes el deber del periodismo y la importancia de la búsqueda de la libertad y autonomía
CINELOCURA
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5 de septiembre de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
1975, el imperio portugués se derrumba, la última de sus colonias africanas en ser abandonada es Angola, rica en petróleo y diamantes, tras una guerra por la independencia, comienza en la naciente nación una cruenta guerra civil que se extenderá hasta el año 2002, alimentada por el contexto de la Guerra Fría, un bando giraba hacia el comunismo y el otro tenía como aliado a los estadounidenses.

La película está basada en un libro homónimo (1976) escrito por el periodista polaco Ryszard Kapuściński, que fue escrito justo después de su experiencia de tres meses en el contexto previamente detallado. Kapuściński traslada sus vivencias en el país africano, el guion fue escrito por los directores del filme, junto a Niall Johnson, David Weber y Damian Nenow.

Esa parte de la historia es presentada de forma animada, en un trabajo espectacular mediante la técnica del rotoscopio, con un marcado estilo de novela gráfica, esta parte cubre aproximadamente sesenta minutos de metraje. El largometraje se complementa con aproximadamente veinte minutos de un trabajo documental, donde se entrevistan a personajes de importancia en el filme, así como algunos paisajes del país.

A pesar de la divergencia visual que esto podría traer consigo, está tan bien manejado que más bien ambas propuestas se complementan a la perfección, sí ya de por sí los hechos narrados alrededor de la guerra son dolorosos, las reflexiones en el presente de los involucrados son aún más relevantes y angustiosos.

Another Day of Life es una obra relevante, no solo por la experiencia como obra cinematográfica, sino por la importancia del hecho histórico que narra, así como el papel soviético y estadounidense en la Guerra Fría, en el llamado “Tercer Mundo”, que, de hecho, Kapuściński vivenció a lo largo de su vida y obra, quedando más que claro con el enunciado presentado al final del filme.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
10P24H
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