Apolo 13

Con la epica de los primeros viajes espaciales, Ron Howard narra, con extremado detalle, las desventuras de una mision espacial que parecia gafada desde sus inicios: la Apollo XIII.

Recreando todas las vicisitudes de los tres atrapados protagonistas, transmite la emocion justa y necesaria de unos tripulantes concentrados en salvar su vida y los miembros del equipo de Houston en poderlos rescatar con vida. No hay lugar para sensiblerias falsas, ni para heroicidades que no se produjeron: la pelicula narra un rescate de una manera que en ocasiones parece un documental con recreaciones del "canal Historia".

Esta mesura en las actuaciones enriquece la pelicula y permite empatizar con los protagonistas, con sus preocupaciones y las de su familia. Es un acierto de un buen director, que aparco la espectacularidad previsible para dotarla de un realismo convincente y cautivador.

Buena pelicula. Excelente recreacion. Nada patriotera.

P.D.: cuando salio la pelicula, recorde haber visto un telefilme sobre lo mismo y muy parecido unos años antes. Sin embargo no encuentro referencias del mismo en internet. ¿Alguien se acuerda del mismo?

En abril de 1970, hasta los más entusiastas seguidores de las hazañas espaciales USA empezaban a aburrirse con los repetitivos intentos de poner las huellas del hombre en el suelo de nuestro aún (pero menos) enigmático satélite; tal vez por eso ni siquiera la TV americana le prestó al lanzamiento del Apolo XIII la atención que el evento merecía. Por desgracia, fue el fracaso de esta nueva aventura espacial lo que hizo poner un nudo en la gargante de millones de personas, pues teniendo que renunciarse, en primer lugar, al alunizaje, por los graves problemas que surgieron cuando ya casi se tocaba la Luna, muy que por los pelos tocó casi renunciar, al menos, al regreso de los astronautas (con vida) a nuestro planeta. Los problemas y dificultades desde que se toma la decisión del retorno se suceden con desesperante y machacona insistencia, y es en esas drámaticas horas cuando se evidencia la raza y grandeza de unos cuantos hombres (los tres astronautas, cuyo comandante es representado por un sobrio y digno Ton Hanks) y los centenares o miles de técnicos que les apoyan desde Houston: con ingenio, sangre fría y un indesmayable ánimo se van solventando, una a una, todas las contingencias. Lo que quedaba del Apolo XIII se posa al fin en las aguas del mar, y los astronautas aparecen ante los espectadores aturdidos y exhaustos, pero sonrientes por volver a la vida.
La filmación tiene pues, y casi exclusivamente, un valor documental, con parcas concesiones a las vidas de los personajes, o a las implicaciones sentimentales o afectivas con las familias o los ambientes sociales. A quienes les gusten los documentales de esta índole les parecerá una buena película. A espectadores amantes de otros géneros les podrá parecer, quizás, un poco aburrida, por la excesiva y opresiva aparición de problemas; aunque esa misma acumulación le otorga a la película un valor añadido: el ritmo de interés que se mantiene incólume, no obstante, desde el principio hasta el fin.

Apolo 13 narra las aventuras reales de un grupo de astronautas en su misión de alunizar allá por 1970. La película queda estructurada claramente en dos partes.

Por un lado, está la parte buena de la película. La parte del astronauta. La relacionada con las aventuras y dificultades de los tres astronautas y de la base de control de Houston. La represantada por Tom Hanks, Bill Paxton, Kevin Bacon, Gary Sinise y Ed Harris. Es lo mejor de la película. Además de regalar imágenes muy bonitas visualmente, uno vive los problemas de los tres astronautas, sus ilusiones, sus frustraciones, su ingenio, su pena. Siente la agonía de estar en el espacio sin saber si volverán algún día a casa. Vive aquello de… Houston, tenemos un problema!.

Por el otro, está la parte dulce del film. La parte que daña a la película. La sensiblería de Ron Howard al retratar a la sociedad norteamericana. El patriotismo mundial en pro de los EE.UU con el que se representa al mundo. Uno se cansa de ver a esposas llorar delante de un televisor viendo las penas de sus maridos, a un cura dando palmaditas en la espalda cada dos por tres, la relevancia de salir o no en la TV, niños monos preocupados por su papa o la “bomba” de ver a Neil Armstrong entretener a la anciana madre del piloto de la nave espacial. Madre que tiene el papel mas irrelevante y superfluo de la historia del cine. Un pastel excesivo en su conjunto, un lastre con el que carga la película.

En fin, si la primera parte espacial hubiese sido complementada por una parte terrestre menos edulcorada, la cosa hubiera dado para más. Quizás si no hubiese caído en las manos de Howard, o quizás era lo que tocaba, hubiese caído en las manos de quién hubiese caído. Quizás había que vender el ingenio de los norteamericanos. Lo buenos que son y lo felices que están siempre ellos, con sus aventuras en sus juguetitos espaciales. Cómo vela la sociedad mundial (no penséis que sólo se preocupan en USA de los pobres astronautas) por ellos y que felicidad irradian.

Conclusión: tratada de otra manera, daba para más. Pastel terrestre > Aventura espacial.

Se ha acusado a esta película de ser demasiado blanda, excesivamente patriota.....pero yo creo que es lo que toca, está basada en hechos reales y se trata de darle algo de épica y sentimiento a la historia....sino sería un poco aburrido y monótono.

Yo creo que se trata de una gran película, perfectamente contada, de hecho a pesar de todos los tecnicismos de las averías de la nave, uno más o menos no pierde el hilo de lo que pasa y eso es un punto a favor. Divierte, a ratos emociona, grandes actuaciones de la mayoría de los actores (Ed Harris se sale, también me gusta bastante Gary Sinise como secundario).....pues no veo entonces porque no disfrutarla. Quizás no sea una obra de arte pero desde luego uno pasa un buen rato y no deja de estar en tensión ni un minuto....así que me parece que se merece el notable esta película.

En la diversidad está el gusto porque leo cada crítica que me deja ojipláctico, muchos -la mayoría- le achacan de ser muy yanqui ¡¡anda que curioso nunca creí que tuviera que ser china o mongola!!! ¿no te jode? La versión española de apolo XIII incluiría otras cosas como comer paella, dormir la siesta y unas tetas y un culo sin venir a cuento. Esos pilotos eran auténticos héroes -con mucha inconsciencia si-, en aquella época la tecnología estaba en pañales y la seguridad era mínima y se subían en auténticas bombas volantes. La peli no es un alarde de originalidad pero resulta entretenida y ágil, que para eso Hollywood se lo monta perfectamente cuando quiere.