Un cadáver a los postres

Y acabo de descubrir esta joya.
B-U-E-N-I-S-I-MA.
Muchas veces se piensa que por ser una película antigua ha de ser mala. Y nada más lejos de la realidad.
Imaginad que Agatha Christie escribiera una obra de humor y tendréis este film.
Con un ritmo algo acelerado hace que los minutos de metraje pasen volando entre risas.
Sin ningún tipo de duda muchas comedias de humor absurdo han sido influenciadas por esta obra.

Un cadáver a los postres comienza de la mejor manera posible. Y no porque los títulos de crédito ya sean en sí un comienzo espectacular, ni porque el dinámico ritmo de la música de Dave Grusin haga que lo tararees constantemente, que también, sino porque muestra todas las cartas en torno a sus intenciones. Una comedia, más bien parodia, que se desarrolla con un ritmo encantador, y que hará que el espectador sea un comensal más esa misma noche.

El reparto actoral es sin duda brilante. Toda una lección de permanecer en escena, con un carácter teatral que te hará preguntarte más de una vez si estás ante la pantalla o ante el escenario. Unos diálogos que fluyen con una naturalidad magistral, una puesta en escena acertadísima y una dirección equilibrada en todo su metraje.

Los toques de humor son realmente divertidos, y los personajes muy entrañables, de manera que tú también te sientes parte de ellos, y tratas de jugar a ser policía. El final puede resultar algo confuso, tramposo y no muy claro, pero comprendes rápidamente que eso es lo de menos, que lo importante era sentarse a la mesa esa noche, pasar un rato muy entretenido, disfrutar de noventa minutos bien aprovechados y, si la velada lo requiere, probar a tomar el postre…

Un plantel de lujo para encarnar una parodia de las novelas detectivescas llevada al cine. Un film divertido y original con un toque de humor macabro. Divertida y refrescante, descarada e irreverente. Un Cadáver a los Postres es un film que rezuma humor por los cuatro costados.

Una película de culto de principio a fin, pero de verdad: desde sus créditos muy trabajados que nunca he olvidado(y vi esta película hace muchos años) por su extraña estética hasta su sorprendente final (merece la pena verla entera).
Al que no le gusten las comedias absurdas que se abstenga a verla, pero el que aprecia las tonterías inexplicables y las situaciones imposibles tanto como yo, no puede perderse esta obra sin igual.
Un film que nunca olvidaran, para bien o para mal.

Maravillosa sátira, podríamos decir un tiro para el lado de la justicia, en lo que se refiere al elenco, guión y dirección. Un esplendido epílogo con puntuaciones agudas y precisas del mundo del suspenso policial. Muy recomendable.