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Las autonosuyas

Comedia Un buen día, el alcalde del pueblo de Rebollar de la Mata crea el Ente Autonómico Serrano. Los alcaldes de los pueblos vecinos ven la idea con buenos ojos, ya que como consejeros autonómicos disfrutarán de buenos sueldos, lujosos coches oficiales y todo tipo de dietas. Para ponerse a la altura de las principales autonomías llegan incluso a implantar un idioma propio: el "farfullo". (FILMAFFINITY)
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Críticas 15
Críticas ordenadas por utilidad
4 de febrero de 2009
50 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
En su momento fue ninguneada y menospreciada por su presunto contenido antidemocrático, teniendo que alquilarla en el videoclub prácticamente a hurtadillas y posteriormente negar que la hubieras visto, a no ser que fuera por accidente y dejando claro que para ti era basura reaccionaria. En su día me pareció una película entretenida y hoy, casi 30 años después no he podido evitar más de una sonrisa retorcida, al ver como éramos y como somos. Recomendable y divertida, para apolíticos contumaces.
tiznao
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12 de mayo de 2013
20 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
La nota tan baja que tiene me ha sorprendido al principio (es bastante baja), pero luego lo he comprendido. Si la gente ha votado la película antes del 2010 o así, es comprensible. En una España en la que vivíamos como Dios, era una película "facha", antidemocrática y que no tenía gracia. Si yo la hubiera visto en 2006, por ejemplo, me habría aburrido y parecido horrible.
Pero hoy, Mayo de 2013, con todo lo que se ve en las noticias, me parece una crítica real a lo que pasa hoy en día, no exagera ni pizca.
Las falsas identidades regionales (y no va por los lugares con idioma, soy de Albacete y me parezco a un Toledano en el blanco de los ojos), el exceso de cargos políticos, el derroche en sueldos, el gasto en artículos de lujo, las obras faraónicas, el enchufismo, los impuestos salvajes y el derroche sangrando al gobierno central (como si los impuestos centrales y los autonómicos no salieran del mismo bolsillo, el nuestro).
Vamos que más que una película parece el telediario.
Hay que replantearse las votaciones, se merece más que un 4.
LMFA
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27 de agosto de 2012
16 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vizcaíno Casas es el autor del texto en el que se basa esta película pobre en medios pero visionaria en muchos aspectos. La mayoría de las críticas que leo son sobre su carácter “antidemocrático”. Realmente el autor de la obra podría indentificarse con el personaje del coronel, nostálgico del franquismo, desconfiado de todo el proceso autonómico y golpista a la primera de cambio. Los personajes son todos arquetipos: el cura comunista hijo del Concilio Vaticano II, los chupópteros del ayuntamiento, los guardias del pueblo, el funcionario servicial y acomodaticio, los clichés asociados a tópicos regionales... etc.

Lo que retrata la película, desde un punto de vista sociológico, es la falta de conocimiento de todo un pueblo sobre qué demonios era eso que llamaban democracia. Muchos creyeron que era pillar dinero público y gastarlo de forma arbitraria e ideológica a mayor honra de unas instituciones que parecían artificiales e impuestas. Sólo necesarias e indispensables para quien se estaba beneficiando directa o indirectamente de las arcas públicas.

Hoy día, en un país que no elige a sus representantes sino que sólo vota a partidos que disponen todo, España sigue siendo un país no democrático que cree que tiene conquistada la libertad política que los herederos del franquismo (todos, UCD, PSOE y comunistas) consiguieron bloquear a base de dar cancha a los reyezuelos autonómicos. Como se muestra en muchas escenas de la película donde se vota pero no se elige.

El “facha” Vizcaíno Casas fue un franquista redomado con sentido del humor que aunque no tenía ni idea de democracia intuía que lo de las autonomías no tenía mucho futuro. Entonces señaló los frágiles cimientos de un edificio que, como se ve en estos tiempos, se está desmoronando.

Hay que tener mucho sentido crítico y del humor para ver esta película. No es buena técnicamente pero se aprende con el ridículo bufonesco de los tópicos españoles y los tics nacionalistas.

Eso sí, no es recomendada para ningún tipo de nacionalista.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Dylan
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10 de mayo de 2013
18 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por desgracia esto era una parodia que hoy la realidad ha superado con creces.Ataca directamente a los políticos de medio pelo y ansias de hacerse millonarios que con los votos de los más tontos, entre los que seguramente se encuentren algunos de los otros críticos que aquí escriben,han conseguido arruinar España.
Realmente una visión de lo que es y será nuestro futuro si se continua alimentando la estupidez de un pueblo desinformado y sólo me queda decir.VIVA ESPAÑA!!
kuxy
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22 de mayo de 2020
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se trata de la adaptación al cine de una de las novelas más vendidas y más divertidas del genial escritor Vizcaíno Casas, que además resultó ser profética en su aguda parodia de los procesos autonómicos artificiales y que tuvieron una manifestación real en los años posteriores a la publicación de la novela y haciéndose realidad las situaciones más absurdas que la novela describía como un gag surrealista. Pues el surrealismo se hizo realidad.

La acción se sitúa en el imaginario Rebollar de la Mata, en donde las fuerzas vivas, el alcalde socialista y el cura comunista a la cabeza, contemplan en el televisor un reportaje sobre la presentación de cartas credenciales entre el embajador del País Vasco y el de Cataluña. Enterado de que las autonomías se traducen en más dinero oficial, el alcalde decide convertir su pueblo en un Ente preautonómico. No se detiene en dificultad alguna: se inventa la historia, se crea un nuevo idioma, el “farfullo”, que consiste en pronunciar la p como f, se crean nuevos cargos con suculentos sueldos, se aumentan los impuestos… Se van sucediendo todos estos despropósitos hasta que un viejo coronel retirado que vive en el pueblo irrumpe en este aquelarre autonómico y siembra el desconcierto y la duda entre los asistentes.

“Las autonosuyas” tiene mucho de film coral en el que encontramos un reparto de los mejores actores del cine español: Alfredo Landa, Manolo Codeso, Antonio Garisa, el gran José Bódalo, María Casanova, Fernando Sancho, el veterano Tomás Blanco en una de sus últimas interpretaciones o Ismael Merlo. Aunque sin duda es el carismático y gran actor Alfredo Landa, consolidado por su reciente papel como German Areta en “El crack”, el que da unidad a este film coral como el alcalde Austrasigildo. Landa supo captar ese punto disparatado del personaje y de sus aventuras. Y las miradas de Bódalo en este film son todo un magisterio para los actores.

La película tiene un ritmo rápido, sin desmayo. Su director, el gran Rafael Gil, se mueve a gusto en la descripción de tipos populares, y lo hace con cierto cariño, incluso en los más esperpénticos, que en el fondo no los presenta como negativos, sino a lo sumo como ambiciosos y un poco egoísta.
“Las autonosuyas” es un retrato-denuncia de la exageración autonómica, que llega a límites tan absurdos, cómicos y ridículos como la orden de cambiar todos los letreros y rótulos del pueblo, para que aparezca la f en lugar de la p, tal y como manda el nuevo idioma “farfullo”, lo que origina equívocos, como el cambio de denominación de la calle del Palo.

La película, pese al descarado silencio con que fue recibida por los medios y la postura hostil de la Administración… resultó todo un éxito, en buena parte gracias a la gran interpretación de Alfredo Landa. Evidentemente no estamos ante ninguna obra maestra, pero sí ante una buena comedia que cumple sus objetivos y en la que destaca por su original, surrealista y , por desgracia, profético argumento, por la maestría de Gil de convertir en comedia el disparate y el despropósito de las autonomías, hasta el punto del surrealismo de tener un intérprete de dialecticos al que acaban echando porque se entendían mejor en español.

Esta película se estrenó el 4 de agosto de 1983 y, vista hoy, se puede decir que todos los despropósitos y parodias que imaginó el autor de la novela como una exageración de lo absurdo, se cumplieron y con creces. La película constituyó una parodia y una denuncia del tremendo gasto público y sin necesidad alguna, que suponía el negocio de las autonomías. Y como toda película que hace reflexionar y despertar a un pueblo dormido e idiotizado por la televisión, esta película fue ninguneada y la intentaron censurar para que no se estrenara en muchos sitios y con prohibición de que no se hablara en ella en televisión. Ironías del destino:fue vícitma de la censura de la democracia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Oscar
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