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¡Hoy sí!

Comedia Sintiendo como si siempre dijeran NO a sus hijos y compañeros de trabajo, Allison y Carlos deciden dar a sus tres hijos un YES DAY, en el que durante 24 horas los niños mandarán. No se imaginaban que se embarcarían en una aventura vertiginosa en torno a Los Ángeles, que unirá a su familia más que nunca.
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Críticas 11
Críticas ordenadas por utilidad
20 de marzo de 2021
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se me ocurre otro título. Empezamos a verla sin demasiadas expectativas, solo con la intención de ver una comedia que nos hiciera sonreír un rato. Ni eso. El único mérito de la cinta es haber conseguido un pleno: mala dirección, mala interpretación, mal guión, ritmo caótico... Y eso que al venezolano Edgar Ramírez se le ha visto en más de una película haciendo una interpretación más que digna. Está claro que hay gente que, por dinero, rueda lo que le digan. En fin, sinceramente, si queréis perder el tiempo, hay formas mejores de hacerlo. No hay nada aprovechable en este bodrio de Hollywood.
Devorador_de_Pelis
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21 de marzo de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Prometía... pero ya ves desde el principio que la película te va a desilusionar, aunque Jennier y Edgar lo hacen muy bien, no llegan a salvar la película.

La parte de entremedio es quizás la peor donde los chistes no hacen ni gracia.... Parecía que iba a prometer también por la moralidad de la historia, quizás iban a enseñar algo interesante, pero luego se va de madre y ya no hay retorno... pero bueno, para pasar un rato si no tienes nada mejor que hacer.
edugrn
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11 de marzo de 2021
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Cómo hemos cambiado

El día del sí, comienza mostrando la metamorfosis de la pareja formada por Allison (Jennifer Garner) y Carlos (Edgar Ramírez). En su noviazgo había un sentido de la aventura, de la diversión, del “sí a todo”. Sin embargo, con el devenir de los años, y la aparición de los hijos la palabra clave fue “no”. Comprobaron que la función de padres no es solo complacer los deseos de los pequeños, sino también fijar límites y prohibir. Este papel lo representa principalmente Allison, mientras que Carlos es el permisivo. Es decir, el clásico reparto de roles de poli bueno y poli malo.

Sin embargo, los hijos de la pareja no parecen estar de acuerdo con este status quo. Ven a sus progenitores como unos pequeños tiranuelos que constriñen todas sus divertidas ocurrencias. Tras una extravagante reunión con los profesores del colegio, Carlos y Allison deciden probar una iniciativa de aproximación hacia sus vástagos. El día del sí. Durante un día entero deberán hacer todo lo que se les pase por su cabeza sin poder negarse. Su descendencia está formada por Katie (Jenna Ortega) y Nando (Julian Lerner) y están deseando poner a prueba el aguante de Allison y Carlos.

Es decir, en el planteamiento se mezclan el clásico choque entre padres e hijos, entre prohibiciones y caprichos, y otros dilemas similares. La hija mayor, Katie, es una adolescente de catorce años deseosa de ir a un festival de música con unas amigas, mientras que Nando tiene unas aspiraciones más infantiles. En cualquier caso están desenado dar una lección a sus padres planificando un día de situaciones insólitas y alocadas.

*El día de las travesuras

El día del sí, tiene un carácter absolutamente naif, familiar y repleto de humor blanco y tolerado. A fin de cuentas, por mucho que traten de crisparse los nervios los unos a los otros, esencialmente estamos ante un día familiar fuera de casa. Desconectando del trabajo y otras interrupciones. Imaginen Todo en un día (1986) de John Hughes, pero con actividades ideadas de forma algo infantil. Es decir, no hay que esperar una película reveladora sobre choques generacionales, o repleta de gamberradas guiadas por las hormonas. Aún estamos antes de todo eso. Por lo tanto tampoco esperen nada mínimamente subversivo.

Piensen en opíparas comidas, atuendos extravagantes, frenéticos juegos al aire libre y travesuras de semejante cariz, que cuando aumentan de intensidad van engrosando la lista de lesiones y reparaciones. Si hay algo salvable en El día del sí es su espíritu festivo, como de jornada vacacional un poco movidita. Los escasísimos momentos emparentados con el drama siempre se ven contrapesados por algún secundario gracioso.

De refilón, sospecho que la película pretende contentar al sector infantil/juvenil de la audiencia, y de soslayo consolar a los padres de familia ya acomodados, haciéndoles ver que todavía pueden ser molones de vez en cuando. Como queriendo apelar a su niño interior o algo así. Es decir, El día del sí es un producto que trata de agradar al mayor espectro de población posible como estrategia. A fin de cuentas, el cine familiar tiene algo de eso. Pero de todos modos El día del sí echa de menos algún momento con algo más de calado.

*Mayores y pequeños

La construcción de personajes es coherentemente sencilla. Unos padres, quizá con el síndrome de Peter Pan, que desean acercarse a sus hijos, y las correspondientes monerías de estos. Jennifer Garner, a decir verdad, cuadra en su papel de madre severa que durante un día trata de demostrar que todavía puede hacer pequeñas locuras (aunque su propósito último es atar en corto a su hija). Quizá sea por algunos de los papeles de acción que ha interpretado a lo largo de su carrera, pero concuerda con la severidad recia de la disciplina, y con la agitación cuando hay que desmelenarse un poco.

Edgar Ramírez hace un papel simpático de padre enrollado que tendrá que darse cuenta de las ventajas de saber decir no a tiempo, y apoyar en el campo del castigo a su mujer. Ambos están mejor cuando parecen dejarse llevar con algo de naturalidad, y no cuando se exceden con los inevitables histrionismos. Aun así, es difícil exigirles más cuando la película es la que es, y no hace falta nada más sofisticado.

Hay un momento en el que El día del sí podría haber sido más valiente y haber afrontado el tema de la madre trabajadora, cuando Jemma menciona que echa de menos su trabajo, pero tuvo que dejarlo para dedicarse a la crianza de sus hijos. Hecho que no se vuelve a mencionar más, quedándose en una anécdota, que al quedarse sin desarrollo parece a todas luces insuficiente y forzada. Hay un gran esfuerzo por no transgredir ninguna línea roja, por llegar al equilibrio de poderes familiar de forma casi idílica. Hace que uno eche de menos, o casi, películas como Este chico es un demonio (1990),con algo de mala uva.

*Conclusiones

El día del sí, es una película para un momento y unas circunstancias muy determinadas. Como por ejemplo una sobremesa donde padres e hijos quieran echarse unas pequeñas risas mientras ven juntos una película, y ponen el contador de las preocupaciones a cero. Sería fácil hacer sangre tildándola de excesivamente ingenua y complaciente, pero no hay más cera que la que arde. Estamos ante una película familiar sin virtudes cinematográficas evidentes (salvo alguna gracia) pero que es conscientes de sus características. Aun así, incluso para los estándares de este tipo de cine se echa de menos un poco de mala leche.

Escrito por Mariano González
Cinemagavia
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17 de mayo de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni parte de una premisa original, ni tiene gags nuevos, ni tan siquiera los personajes son capaces de aportar credibilidad. La aventura de padres contra hijos puede tener momentos en los que viéndola en familia pueda entretener, pero en líneas generales a este "El día del Sí" no hay nada que la pueda salvar de ser una comedia de lo más ramplona y olvidable, ni tan siquiera la dupla Jennifer Garner - Edgar Ramirez pueden subir el listón con unos personajes (sobre todo él) sobreactuado y muy muy forzado.
Ozonero
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13 de marzo de 2021
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El día del Sí (Yes Day) es la nueva comedia en exclusiva de Netflix, con Jennifer Garner y Edgar Ramirez como mayores reclamos. La crítica se ha cebado con ella, tildándola de producto tontorrón y de usar y tirar, que seamos francos, es lo que parece a primera vista. Yo no las tenía todas conmigo, pero no le suelo decir que no a este tipo de comedias, por lo que me he lanzado a la piscina sin mirar si había agua. Una vez vista, puedo confirmar que es tan bobalicona como inofensiva, pero tampoco es el desastre que se ha dicho de ella. ¿Es una gran película? No. ¿Va a dar la sorpresa en la temporada de premios? Pues tampoco. ¿Cumple su función como producto de entretenimiento para toda la familia? Pues como reza el título, un rotundo Sí.

La dirección de la película es la esperada en este tipo de productos, no siendo un trabajo mediocre, pero tampoco digno de destacar, aunque es de agradecer que la cinta dure unos escasos ochenta minutos, pasándose como un suspiro. Deberían tomar nota otras comedias. En cuanto al guion, sorprende que la película sea la adaptación de un libro, pero centrándonos en el film en sí, la historia es predecible, algo insustancial y carente de mala baba (aunque exigirla sería erróneo, ya que las intenciones son otras), pero oye, entretiene y divierte (aunque jamás arrancando la carcajada), siendo una producción destinada única y exclusivamente a generar buen rollo en el espectador, eso sí, siempre y cuando aceptes las reglas del juego, al igual que sus simpáticos personajes.

Tampoco es que la premisa sea el colmo de la originalidad, ya que basta fijarse en la comedia con Jim Carrey (Di que sí, para los despistados) para ver las claras referencias, pero la cinta que nos ocupa está diseñada para pasar un buen rato sin complicaciones, siguiendo las alocadas aventuras de una familia con algunos conflictos nada dramáticos, ya sabéis, de esos que llaman “problemas del primer mundo”. Y, teniendo en cuenta que el film no engaña a nadie, quizás sólo se le pueda reprochar la falta de emotividad, algo que sí tenía su hermana mayor, Familia al instante, que no se conformaba con buscar la sonrisa, sino que iba un poco más allá. Pero son dos producciones con intenciones opuestas (a pesar de sus similitudes), alcanzando ambas sus objetivos, aunque obviamente es mejor la de Wahlberg y Byrne.

De gran protagonista tenemos a una entregada Jennifer Garner, desmelenándose y pasándoselo en grande, volviendo a dejar claro que lo suyo es la comedia. Es una pena que en los últimos años no le estén dando más oportunidades, porque es una estupenda actriz que merece más. En cuanto a su compañero Edgar Ramirez, sorprende verle en una película de estas características, acostumbrados a un registro más cercano al drama o el thriller, aunque no se le puede reprochar nada de su aportación, a pesar de no estar a la altura de Garner. Exactamente lo mismo se puede decir de los hijos.

En conclusión, estamos ante una comedia que cumple su función a la perfección, que no es otra que hacer pasar un buen rato, y más si se está en familia. Cierto es que no es tan graciosa como quiere ser, y que seguramente todos la hayamos olvidado en dos días, pero no podemos quitarle méritos a producciones tan bien intencionadas y destinadas a hacer sonreír, y más en los tiempos que nos ha tocado vivir. Yo digo Sí.

Más críticas: ocioworld.net
Javi McClane
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