After Life: Más allá de mi mujer (Serie de TV)

Ricky Gervais, ha conseguido lo que muy pocas veces logra una miniserie: No quiero que termine... Es brillante, desencantada, descreída; formando parte de esa anorexia vital de la que participo desde hace tiempo.

No me gusta la simulación que lo invade todo, la doblez. Ese comportamiento fariseo de sonrisa enmascarada que oculta la compasión ausente. Por eso entiendo la creacción de Ricky Gervais, asumiendo como en otras ocasiones la dirección y la interpretación de esta serie británica; haciéndose cargo en este caso del guión, muy bien estructurado, con pequeñas sorpresas continuas, que hablan de su brillantez, y la complicidad que establece con el espectador.

Resulta un trabajo inteligente; una serie rotunda, cercana, cálida, muy recomendable para desengrasar tanta producción barata que nos llega desde la factoría americana.
Un seis y medio, pero la votaré con un siete.

Buena propuesta del carismático Ricky Gervais en esta nueva miniserie, no solo protagonista sino creador es decir director y guionista, destaca ble trabajo como en la también reconocida The Office.
Esta vez encarna el papel de un periodista que perdió a su mujer por el cáncer, quizás una trama un poco trillada pero Gervais nos muestra el luto desde otra faceta, una faceta mas sincera y realista, como maneja la depresión me pareció muy interesante, los que ya conocen a Gervais van a ver nuevamente en esta miniserie un humor bastante negro, el guión es muy solvente y engancha, si habrá risas, el protagonista no pierde su esencia, digo muy realista porque al pasar alguien por algo similar como es la perdida de alguien muy querido se maneja la depresión de distintas formas y esta vez no da un enfoque mas cínico y sarcástico como a veces la vida nos insinúa ser, cada vez la serie va tomando forma dando un cierre interesante.
Me gusto en mucho sentidos porque no es lo que estamos acostumbrados a ver en las películas con una trama similar, siempre llevan al personaje hacia una esperanza y solución del problema, lo que expone Gervais es mas sincero porque nos da ha entender que al sufrir una perdida tan valiosa nunca habrá remplazo y ese vació estará siempre, lo que si puedes es ver soluciones a tu manera sin necesidad de lo que te digan otros o a lo que te estructura la misma sociedad.

Tony acaba de sufrir la repentina muerte de su esposa y ha dejado de verle sentido a la vida, así que como no ha podido suicidarse porque la inunda la mirada de su perrita, así que decide decir y hacer lo que le dé la gana sin importarle los sentimientos de los demás, ya que los suyos ya están rotos.

La muerte de su mujer se nos hace tan cercana por los momentos que han vivido juntos y por el carisma de ella te puedes imaginar lo bonita que era su relación, una relación real, con defectos y con muchos sentimientos.

Una serie que refleja lo que significa estar obligado a encontrarse a sí mismo por las desgracias que han pasado en la vida, en este caso es Tony el protagonista que se ha vuelto aún más canalla de lo que ya era y crea un tipo de humor inteligente y reflexivo.

Me encantan absolutamente todos los personajes secundarios pero especialmente me gusta ver cómo se comportan y se adaptan al proceso de superación del protagonista, con delicadeza y mucha paciencia hacen todo lo posible para que Tony salga adelante.

Por otro lado, también toca un tema importante como la edad mayor, como tratamos a nuestros padres cuando se hacen mayores y empiezan a ser dependientes, y cómo reaccionamos a las barbaridades que pueden decir.

También debo decir que me gustaron muchas de las mini-reflexiones sobre el periodismo actual.

Las críticas negativas por parte de la prensa a la serie no las comprendo. No es una serie de óscar pero es para verla y admirar cada segundo de ella, sus silencios, sus sinceros consejos, y encima el protagonista es un desvergonzado con el que es imposible no reírse.

Como llevar la pérdida es muy diferente para cada persona. Aquí Ricky Gervais utilizando su estilo característico, muestra como sería llevar una pérdida, cuando no ves sentido a tu mundo porque sabes que esa persona era todo. Creando un personaje que ya le da igual todo lo que ocurra a su alrededor, lo que opine el resto. Haciendo que para los de su alrededor sea un ser extraño, extravagante... ya que el mundo actual solo le importan las apariencias, no ofender, seguir las normas y ser políticamente correcto aunque sea para defender una estupidez.
El humor negro, las conversaciones mundanas, los zascas y salidas que tiene los personajes y alguna lección de vida que otra, hará que disfrutes de esta serie. Son solo seis episodios, te parecera corta, pero es la medida justa para contar de forma adecuada la historia que seguro querás conocer.

La parte de duelo me entristece, tal vez por mi situación personal de estos meses. Pero el intento por encontrar algo de verdad en la propia vida del protagonista, resulta muy estimulante.

Romper con esa vida anterior para gestionar la nueva desde otro enfoque, encontrando coherencia con lo que siempre has deseado, me resulta cercano.

Ricky Gervais, creador, interprete y director, asume todos los riesgos, y como consecuencia: Una miniserie británica, o, como a mi me gusta calificarla, película larga por capítulos, con muy buen ritmo, guiones bien estructurados y una mezcla sabia y bien combinada entre dolor y esperanza. He pensado poner en vez de esperanza, ilusión... pero me di cuenta, que ilusión se asemeja mucho a... iluso.
Recomendable.