Dead Man’s Shoes

Estaba yo paseando por el mundo de la cinefilia. A mi alrededor cientos de películas. Como casi siempre decido adentrarme en la zona más oscura. A un lado dejo la zona de comedias, como me cabrean todas esas luces y arcoiris. Al otro los musicales, como truena la zona, menos mal que siempre está el "The Wall" por encima de todas la músicas. El ambiente se enrarrece, ante mí están el drama y el cine bélico. Detrás se encuentra mi objetivo "Dead Man's Shoes " muy cerca del cine de terror, pero en la frontera con el thriller.
Me introduzco en ella, a medida que pasa el tiempo de metraje me inunda una sensación de venganza. No puedo evitar sentir una empatía con el protagonista e incluso desear que el asesino se salga con la suya. Que rencor! como puede existir gente tan cruel, como no es innata al ser humano la protección de los seres más débiles. Pienso que la pena de muerte quizás no sea tan mala. Odio a todos menos el protagonista y su hermano. Giro final, que se espera, pero me dejo sorprender ya que no fue con la suficiente antelación.

Y pienso " ahora, ¿que me diferencia de los seres crueles? El actor que representa Paddy Considine, se da cuenta al mismo tiempo, le pone solución y yo me quedo roto. Al terminar mi paseo me queda una sensación extraña, la venganza es natural pero está claro que el ojo por ojo no arregla nada.

PALABRA CLAVE: Venganza.

PD: Un 8 porque aunque la dirección es correcta no llega a destacar, además en ciertas partes de la peli se acelera demasiado perdiéndose un poco la tensión acumulada.

No hay nada mejor que la sensación que te deja una película de la que no esperabas absolutamente nada y que, finalmente, resulta entretenerte, sorprenderte y emocionarte a partes iguales. "Dead Man's Shoes" ha conseguido esto sólo con una premisa sencillita y una dirección ajustada. Leer la sinopsis de la ficha es ya más información de la debida para ponerse a observar la nueva obra de Shane Meadows, y sin duda, recomiendo verla sin saber apenas nada de ella. Sólo así la sorpresa se mantendrá como ha de ser.

Genéricamente podría alabarte sobre todas las cosas la interpretación de Paddy Constantine y la forma de narrar la historia, intercalando flashes en blanco y negro con elementos del presente en color. Evidentemente esto no es innovador ni demasiado sorprendente, y en realidad pocas cosas en la película lo son. Tenemos un gran giro argumental hacia la hora de la película y lo demás se mantiene en una línea media-alta de tensión, interés e intriga.

Evidentemente la película tiene fallos y el guión muchísimos agujeros negros e incoherencias. Pero si consigue atraparte desde el minuto uno, se perdonan. Entretenidísima, se devora "Dead Man's Shoes"; No es un ejemplo de cómo hacer cine, ni una Obra Maestra, ni nada similar. Sólo una película que cautiva con lo poco que ofrece y eso, hoy en día, es mucho. Quizá en una segunda revisión la cosa cambie, pero a priori... recomendada.

Shane Meadows realiza una película sin dejarse llevar por los conceptos normales del cine, con esto me refiero al inicio de la película en que arranca sin dejar nada claro por qué suceden las cosas. Van pasando los minutos y comienza a ser normal en cuanto a que explica las cosas y en los conceptos naturales del cine (siguiendo una trama vamos…), pero sigue estando distante de la normalidad con los sucesos que van sucediendo.
Recomiendo que se vea esta película de la misma manera que yo la vi (sin tener la más minima idea de que va).
Diferente forma de abordar el cine pero muy bueno su resultado.

Cuando vi esta película situada como una de las 50 mejores independientes, según Empire Online (http://www.empireonline.com/features/50greatestindependent/50-41.asp) enseguida supe que hasta que no consiguiera verla no dormiría tranquilo.
Paddy Considine me había enamorado en In America, no me resistía a verlo convertido en un señor con mala cara y una gabardina verde. Y es que en un principio lo que me atrajo del film fue la captura que lo situaba en el puesto 41 de dicha lista y el cartel promocional, a secas.
Volví a sentir aquello que experimentaba al comprar discos por la portada, puede ser superficial pero en este caso no me equivoque.
De hecho la película es básicamente eso, superficial, mantiene muy bien la tensión, la interpretación de los actores es más que notable, se respira naturalidad, estoy seguro de que el guión era cuanto menos flexible y permitía ese aire cutre tan atractivo.
La historia no es nada del otro mundo, y mucho menos la forma de ir desvelándola, pero el hecho de ir descubriéndola a medida que el personaje protagonista, del cual te quedas prendado desde el principio, te permite, la hace imprescindible.

Atraido por sus dos últimas películas, "This is England" y "Somers Town", me interesé en ver algún antecedente de este director que sin duda está llamando mucho mi atención. Y es que sin remilgos ningunos podemos afirmar que Shane Meadows encabeza en estos momentos el cine independiente británico. Director atrevido, contundente y con un gusto excelente para, entre otras cosas, elegir la música y los actores de sus historias. Y son estos los lazos comunes que inmediatamente saltan a la palestra respecto de sus posteriores producciones. Acertadísima banda sonora que suple brillantemente un comienzo quizás no demasiado atractivo. Luego no dejará de acompañar hasta unos títulos de crédito finales que completan un marco musical emotivo.

Centrándonos en la cinta, Meadows no hace sino representar una historia salpicada de venganza y de, como el protagonista mismo asegura, frías y realistas ejecuciones. Así, se ve claramente inspirado en detalles de otras películas cuyo denominador común es la violencia mostrada en todas ellas. En el spoiler resaltaré algunas. Como he dicho anteriormente la historia tarda en arrancar pero Meadows maneja muy bien el tiempo y allá por la mitad del metraje todo empieza a funcionar notablemente. A esto ayuda mucho ciertos momentos en los que el actor Paddy Considine (responsable tanmbién del guión y a cuyo familiar fallecido está dedicada la obra) toma la responsabilidad y completa alguna escena bastante inspirada. El final es bastante acertado y pone fin a un relato que en términos generales me sorprendió bastante.

Buena película de un casi desconocido por aquel entonces Shane Meadows y que me viene a confirmar que la excelente progresión que ha tenido este director en sus últimos trabajos está sustentada en unas buenas bases y que además auguran un buen futuro tanto para el director británico como a los que desde ya seguiremos impacientes toda su carrera.