Una idea muy original por cuanto entra en lo más recóndito de nosotros. Un principio que te atrapa pero que, precisamente como un sueño, acaba desvaneciéndose en una banal película de acción. Con mucho menos medios y un desarrollo más inteligente se podría haber hecho de Origen una película de culto.

Inspirada en la obra de George Orwell, Homage to Catalonia, resulta una película con fuerza e intensidad. Loach entra en la contraposición entre la visión idealista y la pragmática, común en el bando republicano durante los dos primeros años de contienda. ¿Hacer la revolución o ganar la guerra?

Notable recreación fílmica de la historia del fundador del IRA, un personaje controvertido. Una excelente aproximación a la historia contemporánea y la creación del Estado Irlandés.

Una de las cosas más impactantes de esta película no tiene nada que ver con su factura, excelente guión, muy buenas interpretaciones, ritmo trepidante, etc. si no con el hecho que, las situaciones absurdas, esquizofrénicas y delirantes que describe la película eran más reales y pausibles de lo que en su día llegó a imaginarse cualquier espectador.

Tras librar la última gran batalla de la I Guerra Mundial, en Bulgaria, y firmado el armisticio, la unidad del Capitan Conan que espera ser repatriada a Francia, es enviada, tras un problemático acuartelamiento en Bucarest, a combatir en el Delta del Danubio contra las fuerzas bolcheviques rusas.

Capitan Conan es un filme magistral en todos los sentidos. Preciosista en su recreación, con una memorable escena de acción rodada en único plano, cámara en mano (la toma del monte Sokol) que no tiene nada que envidiar al desembarco de Spielberg de Salvar al soldado Ryan.

Pero ante todo este filme es un excelente ejercicio de psicología en el que el espectador se enfrenta a dos modos de ver las cosas, válidos los dos, con su moral y su ética respectivas: la del ecuánime teniente Norbert y la del canalla, pero entrañable en cierto punto, capitán Conan.

Recomendable en todos los sentidos.