Cómo es posible que se puedan hacer dos películas tan distintas del mismo tema. De enfoque, de personajes, de presupuesto, de.. todo. La mojigatería americana que no se atreve a encarar el tema desde los propios protagonistas, sino a través de terceros, que no se atreve a mostrar nada... y aun así gana el Óscar a mejor película. No existen premios suficientes para compensar la bravura de Larraín. No existen palabras para alabar lo dicho, lo visto y lo imaginado en El club, para elogiar a una Antonia Zegers iluminada, a los rostros inauditos del resto de protagonistas, a algunas secuencias memorables (cada cual que elija la suya, que hay muchas). Solo digo que hace tiempo que no se me revolvían tantas cosas dentro de mí, al estar delante de una pantalla.

No puedo pasar sin dejar constancia del inmenso ejercicio cinematografico que acabo de presenciar. Aumentado si cabe por mi idea de ir a ver una película de superhéroes al uso. Dejando aparte la molesta crítica social que nos presenta como moraleja y que está claro que ha influido en las valoraciones negativas de los críticos más conservadores, nos encontramos ante una actuación soberbia de un Phoenix en el máximo esplendor de ese exceso con el que a veces nos regala, pero que en este caso considero totalmente adecuado para representar al Joker, un personaje, tan patético y tierno a la vez, que perturba y confunde nuestras convicciones más tradicionales.

El tono de la filmación, lo visual y lo sonoro, que hacen la mejor recreación de Gotham City que haya visto jamás, el ritmo adecuado, con un par de giros que lo agilizan cuando más se necesita, y las obligadas alusiones a la historia de los cómics de Batman, convierten a mi entender a Joker en una excelente película que ojalá marque el inicio de una nueva manera de mostrar las historias de superhéroes. Un 10.

El árbol de la sangre me ha convencido. Los bellos paisajes, las fantásticas interpretaciones y, por qué no, la historia trágica y enrevesada, que me ha parecido bien resuelta al final. Y sin olvidar la pregunta moral, para que cada espectador reflexione y se pregunte qué habría hecho. Meden siempre me ha desconcertado en sus películas, siempre he tenido sentimientos encontrados, pero en El árbol de la sangre creo que rueda con mano firme y segura y distribuye bien los tiempos narrativos. Me ha interesado lo que cuenta en todo momento, a pesar de su larga duración.

Te escandalizará o no, pero, hoy por hoy, no hay nadie que sea tan crítico e hilarante como Bruno. Dentro del esperpento de cada sketch se advierte una meditada y profunda crítica con muchas horas de preparación.
Otra vez América (y el mundo occidental por extensión) bajo la mirada de Sacha. Lo dicho: para mí imprescindible de ver.

La serie Forbrydelsen es una obra maestra del suspense (o thriller). La serie narra día a día todas las pesquisas que lleva a cabo la policía para resolver el asesinato de una joven. Esta enfocada desde tres puntos de vista distintos: la policía, la familia y los políticos municipales. Durante esos veinte días se van sucediendo los distintos sospechosos y vemos como afecta a sus vidas y a sus reputaciones las distintas acusaciones que se vierten sobre ellos. El personaje protagonista es totalmente 'noir', una policía, cerebral, obsesiva, de pocas palabras y que sobrepone la resolución del caso a su vida familiar, a sus relaciones e incluso al acatamiento de la ley.
La serie es danesa y por tanto no es tan estética como su copia americana, pero el guión y la música consiguen un suspense inigualable al final de todos y cada uno de sus 20 capítulos. Por este motivo no veré la copia americana (la cual parece que tiene idéntico argumento) sino que me lanzaré a devorar las dos temporadas siguientes. Lo dicho, para los amantes del género, esta serie es imprescindible.