Sin duda alguna la cinta "Blue spring" trae desde su nombre una serie de simbolismos que el director deja a propósito para que el propio espectador indague en ellos una vez se da cuenta del pronóstico de un desenlace desmesurado y crudo que se deja venir.

Es un film que suele criticarse como lento sin embargo esa lentitud pasa desapercibida gracias a la excelente música que no nos deja solos y pareciera ser un punto clave en la historia y el desarrollo de los eventos más significativos.

El sonido es inherente a la aspereza de los personajes, los gritos de un garage rock con voces roncas y riffs de guitarra simples y veloces en todo momento reflejan la voz interna de una juventud quebrada que solo intenta sobrevivir a las circunstancias de una realidad que no pueden cambiar. Al final de cuentas “todas las flores acaban por marchitarse y hay flores que nunca florecen”