Una vez más George Miller se nos presenta con otra secuela sobre el gran mundo postapocalíptico de Mad Max, esta vez bajo el nombre de Furia en la Carretera. Una vez más seguimos las aventuras de nuestro querido Max Rockatansky a través de escenarios desolados..., el resultado no podía ser mejor.
Nos encontramos ante una película que nos pega a la pantalla desde el mismo momento en que dejan de desfilar el nombre de las productoras, y que no nos permite separarnos de ella hasta que termina. La trama se inicia a un ritmo frenético que es prácticamente continuo hasta el final de la película. Todo ello, llevado de manera sobresaliente gracias a unas impresionantes escenas de acción rodadas a la vieja usanza, sin CGI ni efecto especial alguno (salvo pocas excepciones), con lo que sin duda deja atrás a grandes películas de este género como Fast and Furious.
Todo ello acompañado de una fotografía (John Seale) y una banda sonora (Junkie XL) dignas de ver y escuchar. La combinación de ambas en varias escenas hace que te estremezcas pensando en la aventura.
Pero sin ninguna duda es el diseño de producción y las interpretaciones de los actores lo que te hace sentir la brillantez del mundo de Mad Max y la calidad de la película. Pues nos encontramos con unos coches, unos individuos y una brillantez imaginativa muy original (a veces rara) digna de muy pocas películas postapocalípticas.
En cuanto a los actores/actrices: excelentes. Disfrutamos de un gran trabajo de Tom Hardy como Max Rockatansky (desde mi punto de vista hace sombra a la interpretación de Mel Gibson) quien nos deleita con la visión de ese Max desesperado por sobrevivir y atormentado por su pasado.
Es aquí donde es necesario detenerse, ante la interpretación de una brillante Charlize Theron. Nos encontramos con una gran actriz que (como ya demostró en Monster) es capaz de hacernos creer en un personaje, en lo que siente o en lo que dice. En este caso, Theron interpreta el papel de Imperator Furiosa aportándole al personaje un perfecto balance entre dura (cuando es necesario serlo) a la vez que comprensiva y melancólica cuando lo decide. En fin, una Imperiator Furiosa brillante, que varias veces le hace sombra a Max. Digna de ver.
Si tuviese que buscarle algún fallo a la película sería únicamente hacia al final de la trama, refiriéndome a un momento de "relajación" en la velocidad de la misma donde la película pierde momentáneamente el ritmo para recuperarlo casi inmediatamente.
Conclusión: es una película digna de ver y, sin duda alguna, una de las mejores películas del género de los últimos años, así como la mejor de Mad Max. Puntuación: 9