Me gustaría contar mi pequeña historia con esta película y no sé cómo puedo hacerlo sin daros datos sobre mí. Soy una persona a la que le gusta mucho el cine "como la gran mayoría aquí" y yo lo llevo solo un poco más allá, tengo mi filmoteca y bueno, compro 1 película más o menos cada dos meses. Barry Lyndon me la compré sin siquiera haberla visto y lo hice porque me gusta mucho Stanley Kubrick, de vez en cuando tengo esa clase de actos impulsivos con las películas, que más de una vez ha sido un error personal bochornoso, ya que no hay cosa que más rabia me dé que tener una película que incluso no soporto y ni yo mismo logro entender porque lo hago, ya que cuando me ha pasado me digo a mi mismo que no voy a comprar otra película más sin haberla visto con anterioridad para meses más tarde volver a caer, en fin imperfecciones del ser humano supongo. El caso es que la compré, y por miedo a que me decepcionase la tuve limpiando el polvo en mi estantería durante varios meses, ya ves tu que tontería, ¿no?, hasta que un día, por fin, simplemente me dispuse a verla. Pues sencillamente me ha parecido impresionante.

Es ya más que sabido el hecho que Barry Lyndon fue pionera en usar lentes que le permitieron grabar imágenes tanto en exterior como en interior con luz natural, lo que le ha llevado a una imagen muy adelantada a su tiempo. El vestuario y los decorados sumamente bien recreados facilitan enormemente la sumersión en la película por parte del público. La historia relatada por un narrador omnisciente que da una sensación de realismo que le viene, yo creo, como anillo al dedo. Una banda sonora que, nada más recordarlo, me sigue poniendo la carne de gallina y una historia que no se anda con miramientos a la hora de mostrarte la dualidad del hombre en el caso de un Redmond Barry que en el transcurso de su vida podemos ver una gran tozudez y ambición que le lleva a cometer actos que mancharon su vida pero que al mismo tiempo lo convierten en persona, que a fin de cuentas creo que todos somos eso, tenemos una parte luz y otra parte oscura y Redmond Baryy pasó de caerme bien a caerme mal para volver a caerme bien unas diez veces, todo un logro.
No puedo hacer otra cosa que recomendarla a todo el mundo y ojalá que percibieseis lo que yo sentí

Una forma de contar cine que no he visto en mi vida, de hecho no creo que sea para todo tipo de públicos ni de lejos, te tiene que gustar ver, solamente ver, no creo que sea para un público que lo que busque sea una historia sobrecogedora y/o impactante y/o entretenida. Cuando empiezas a ver la película no sabes que te está contando, ni tampoco si va a ser así todo el tiempo o en algún momento va a adoptar una forma más tradicional cinematográficamente hablando. Sigues viendo, continúas viendo, oyendo lo que dice e intentar introducirte poco a poco. Tiene gags continuos de humor en los que si no te despistas puedes darte cuenta que son mucho más que habituales los comentarios sin sentido, pero inteligentemente inyectados en el diálogo de un narrador que al mismo tiempo también me maravilló en la forma en la que se expresa y cuenta la historia. En definitiva, esto es cine.