Todavía no se qué demonios le han visto a Mario Casas, aparte de que el chavalín tiene así como una belleza a lo niñato, para que alguien lo pudiera considerar buen actor, tendría que compararlo con Jean Claude Van Damme en Street Fighter o algo así.

En fin que la peli va básicamente de un maltratador en potencia, al que si hicieran "3 metros bajo tierra 2: el insulto final", podríamos imaginarlo en cualquier programilla tipo España directo, porque ha matado a su novia o a su mujer, que vergüenza de película.

Que pérdida de tiempo, en fin que a quien le haya gustado para el.

No se si será porque adoro el estilo cuidado del cine fantástico, o porque me encanta que me engañen sutilmente hasta que todo lo que me han contado parezca una bola enorme, al servicio de mi mente inesperta y soñadora, pero cada pedacito de este film, me encandila con un tenue brillo a gran película, admitiendo que, ni es tan buena como parece, ni tan mala como quiere parecer.
De verdad, sin engaños ni ataduras, tomad 2 horas de vuestro tiempo, y usadlas para que os hagan el juego de magia, más simple de vuestras vidas, cuando os deis cuenta, lo único que habrá hecho el mago Alex Proyas, es robaros la nariz, como si fuerais un niño de 6 años, y no tendreis más que pensar, en cuantas veces os hubiera gustado que tan "poco tiempo", os hiciera pensar tanto.

En serio, olvidaos de la utilidad de la cinta, y pensad solo el las pequeñas cosas.