En mi opinión se trata de una película que muestra diferentes formas de canalizar las emociones, en la que los personajes masculinos recurren a la violencia como modo de "solucionar" los problemas y las mujeres sufren en silencio las consecuencias, ya sea como víctimas de la misma (maltrato, violación) o indirectamente en su papel de madre, hermana o amiga.

Nada de lo que cuenta la película habría ocurrido si el hijo hubiera sabido gestionar mejor los sentimientos que le produce el hecho de que su exnovia esté con otro, sentimientos y emociones que acaban desencadenando una espiral de violencia. En resumen, una película que nos debería hacer reflexionar sobre la necesidad fundamental de aprender cuanto antes a reconocer y gestionar emociones como la rabia y la ira, como parte integral de nuestra educación, para evitar en nuestras sociedades tantos errores de gravísimas consecuencias y tanto sufrimiento.