No había tenido la oportunidad de ver una película que hizo que mi mente se cerrara y únicamente estuviera abierta a un cantidad ilícita de sentimientos, no sé si existe o puede llegar a existir, una cabina de esa inmensidad como la de Cinema Paradiso junto con todo lo que engloba esas dos palabras. Me quedé atónita y patidifusa por cada una de las cosas que pasaban, aparte de la actuación, la fotografía que se utilizó, cada detalle se cuidó, encuadre, la luz, todo.


Es una película meramente exquisita y mágica, con la mayoría de los sentimientos presentes y encontrados, he visto muchas más películas, sobretodo del cine italiano y francés, pero esta es especial, me hace llorar, reír, disfrutar, hasta identificarme con cada escena, padecer, recordar o sea es sufrir y no dejar de hacerlo y alegrar, lo más difícil de todo, sentir nostalgia y no dejar de pensar en esa película.

Es de sabios poder lograr a descubrir cada una de los sentimientos y la diferente magia que se puede logar a captar en esa película.

Es una de las películas más maravillosas que Tim Burton ha hecho en su carrera, sin duda es uno de los mejores directores, es un hombre que hace que te salgas completamente de tu realidad y acude a que saques de los más profundo de uno mismo la creatividad, la realidad y lo increíble que nuestra mente puede llegar a ser.

Sin duda alguna la película es una muestra más de la magnífica edición que puede existir, la magnífica fotografía, grabación, encuadres, iluminación, los colores y lo mejor de toda la película, que es muy difícil la narración de un tipo de película como ésta, pero lograron hacerlo y muy bien, lograron hacer que el cinéfilo lograra adentrarse a la película, y en la mayoría de la película identificarse con ella.