Balada triste de trompeta..o debería decir, Truño trompetero, es un sinsentido tan grande que hasta hace daño.
Empecé pensando, uy creo que esto va a ser un querer y no poder, hasta que terminé en un, "pero si podías y no has querido"!.
Hacía tiempo que no me ponía de tan mala leche viendo una película, porque estéticamente es genial y la idea prometía, pero narrativamente es ridícula, el montaje caótico, es más, el espacio-tiempo no existe, y los personajes unos auténticos desconocidos de los que no sabes ni de donde vienen ni a donde van.
A medida que se desarrolla la película cada vez te resultan más contradictorios, no se siente la mínima empatía ni con los sobreactuados e incompresibles protagonistas, ni con esos secundarios, en esta ocasión tan perdidos que tan bien le habían salido en La comunidad.

Querido presidente, creo que éste es el auténtico motivo por el que desea dimitir de la Academia. Si es que normal, ésto si que es una Cruz y no la del Valle de los Caídos.