Clásico entre clásicos (no es mi favorita de Hitchcock), que hizo que más de uno se lo pensara dos veces, antes de parar en la carretera, para refugiarse en una confortable habitación de cualquier motel (un poco exagerado..pero bueno, es por darle tintes grandilocuentes a la peli).

Con esta película, Hitchcock llegó a un punto de trama y suspense, muy difícil de superar. Es increible el coletazo que nos pega a los veinte minutos de metraje, y lo que es mejor, consigue que nuestra atención aumente en el film.

Está llena de escenas que forman parte, del Salón del gran cine del siglo XX. Lástima que se perdiera un gran actor como Perkins, el cual en vez de intentar reiventarse, se sumergió de lleno, en unas pésimas continuaciones.

Me encanta y me incomoda sobremanera, la banda sonora, el tema principal. Genial.

Para ser sincero, recuerdo que la primera vez que la ví, me quedé dormido. Era muy tarde. Al día siguiente, la ví completa. Que pocas veces el cine, me ha hecho emocionarme así.

Por que hay muchas maneras de naufragar en la vida, y la soledad de Chuck, esta vez tiene forma de isla, pero bien sabemos, que a veces, no es necesario moverse demasiado, para sentirse como Nolland.

Me es muy difícil, y a la vez tan fácil imaginar, lo que tuvo que ser, pasar todo ese tiempo en aquella isla. Pensar en que lo has perdido todo, y que lo único que puedes hacer, es esperar (o provocar) a que llegue el fin.

Gracias Zemeckis por compartir la soledad de Chuck.

Ver esta película para mí, hoy en dia, significa viajar en el tiempo de una añorada infancia, que obviamente ya no volverá. Me encanta pensar en ese tiempo, donde parecía un sueño viajar junto a Marty. Recuerdo el cosquilleo que me producia esa sensación, de que todo era posible con aquel coche gris.

Excelente banda sonora, y estupendo también el reparto. Frases míticas, escenas inolvidables. Una gran aventura.

En cuanto desaparece el rótulo de la Warner, al principio del todo, ya sabemos que no se trata de una peli de comedia, ni de un musical y mucho menos un film con tintes bélicos. No. Con solo oir las primeras notas de la intro, uno ya piensa..''malo..''.

Y es que la película de Kubrick, rezuma terror con solo oir el título.
Una vez metidos en harina, desde el primer momento, el espectador percibe, que se masca la tragedia de un momento a otro. Es terror en estado puro.

Peli que en su dia no obtuvo demasiadas criticas favorables, pero que con el tiempo, se ha convertido en un clásico del género. Un servidor, como amante de dicho género, la tengo en lo más alto de mi ranking, me encanta the shining.

Por último señalar, algo sobre el super-mega-criticado doblaje. Stanley era muy puntilloso con los doblajes de sus pelis, e insistia en que los tonos de voz, debian ser lo más parecido a los originales. El amigo Carlitos Saura, efectivamente, cogió a dos actores cuyas voces, se parecen mucho a las de Nicholson y Duvall, pero querido...haber apostado antes por actores competentes, aunque su registro de voz fuese distinto. Lo de la Forqué, yo creo que es denunciable. Increible que esta obra de arte, aún no se haya re-doblado.

Cuesta creer, que la película en ciernes, se llevara el oscar a la mejor película extranjera (igual lo de barcelona 92...no se).

La obra maestra de Trueba, cuenta con la trope habitual del cine español (Sanz, Verdú) en los noventa. Culpables entre otros, de la magnífica reputación de nuestro cine en esa década. Actuar lo que se dice actuar..ni puta idea. Ahora, mételes escenas de folleteo, y verás como responden siempre con nota. En esa materia somos potencia mundial.

Lo que ya es vomitivo a más no poder, es la escena de cama de Fernando Fernán Gomez. Vamos Fernando, que para tí también hay tema. Por supuesto, que cada kiki-fly está totalmente argumentado y tiene su base en los grandes cimientos históricos, sobre los que se apoya la peli.

Para más inri, la única que me hubiera gustado que enseñara algo (Díaz-Aroca), sale más tapada que una monja. Hay que joderse.