Es la primera película que veo de este director, y aún tengo pendiente su película más conocida "Old Boy", y tengo que decir que aunque la historia no es nada nuevo, el manejo de la cámara y la conexión de una imagen a otra son algo impresionantes. El saber hacer del director y las buenas actuaciones de Mia Y Matthew permiten disfrutar esta historia.

Descubrí esta película gracias a un artículo en una revista que se titulaba "27 idas de olla", y ésta iba al pelo con el título. Sólo he visto (de momento) tres obras de este director, pero sólo con este escaso conocimiento del director, se puede apreciar los rasgos del mismo: confrontación entre varios bandos, cuestiones filosóficas, alucinaciones, elementos viscosos y armas extravagantes. Y Videodrome tiene todo esto, y como no, resulta realmente fascinante, con esas atmósferas opresivas y la locura que se va apoderando de Max Stern
Además trata un tema que por la época en la que apareció, es el tema de las snuff movies.
Lo mejor: las alucinaciones que sufre el protagonista.
Lo peor: ciertos fallos y partes realmente ridículas que le restan puntos, y que comentare en el spoiler.