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España España · Madrid
Críticas de LMB
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
9
31 de agosto de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La filmografía de Scott Schirmer es un tesoro escondido como pocos para los amantes del terror. Sus películas se han movido en una circulación limitada: sesiones de medianoche en festivales especializados, ediciones en dvd/bluray numeradas, streaming. Solo la pereza de la crítica y la discriminación hacia el cine de bajo presupuesto pueden haber hecho pasar por alto a los aficionados estas películas, por otra parte, de carácter decididamente outsider por la dureza de sus propuestas.

Sin embargo, se trata de una filmografía completamente sólida y reconocible, que habitualmente repite el mismo equipo creativo, técnico e interpretativo, intercambiándose en funciones variables: están las dirigidas y escritas por Schirmer ("Found", "Harvest Lake", "The Bad Man"), pero también realizadas en colaboración con Brian Williams ("Plank Face"), o en el rol de productor ("Headless", uno de los mejores slasher de la historia del cine, dirigida por Arthur Cullipher, el “hombre malo” de TBM). Todas juntas constituyen la filmografía más interesante y creativa que conozco del terror americano del siglo XXI, solamente parangonable con el mejor Rob Zombie.

"The Bad Man" es, hasta el momento, la culminación del cine de Schirmer. Conforma, junto con "Plank Face" y "Harvest Lake", una suerte de trilogía de eros y thanatos, en la que el sexo surge como una fuerza abismal, primordial y mortífera e incluso ("Harvest Lake") lovecraftiana.

TBM es una película sencillamente perturbadora. Sencilla: este es el mejor cine de bajo presupuesto, el que no te imaginas hecho de otra manera. Con más escenarios, más actores, más banda sonora…simplemente no sería tan buena; ni siquiera sería. La puesta en escena es magistral, milimétrica, el desarrollo de la historia quita la respiración, y las actuaciones (a destacar la labor colosal de Ellie Church, figura imprescindible en el mundo Schirmer) no pueden ser más eficaces. No sobra ni una coma.

La premisa (survival de pareja atrapada por un payaso psicópata) puede parecer tan simple como grotesca…pero hay que esperar a ver la convicción y emoción de su desarrollo para juzgar. ¿Es esta la película de payasos más siniestra jamás realizada?

TBM es realmente claustrofóbica, enfermiza, una auténtica película-prisión de la que no es posible escapar. No encontramos aquí el ultragore de "Headless", sino que estamos ante la observación seca y sin piedad de una estancia en el infierno, de un proceso de deshumanización seguido a un nivel de detalle microscópico. Al modo de la reciente "American Guinea Pig: Bouquet of Guts and Gore", pero la visión artística de Schirmer es mucho más poderosa, así como su creación de mundos y el logro de nuestra implicación en la supervivencia de los personajes, a los que logra acercarnos hasta en el mínimo aliento. Este es el más genuino cine americano de terror: heredero de la corriente maldita representada por maestros de las sombras como Gordon Lewis, James Landis, Craven, Hooper y Lustig, y una película que recuerda por su temática a ciertas novelas de Richard Laymon, y por su angustia existencial, a la obra de Thomas Ligotti.

Por supuesto, no podemos imaginar que una película como "The Bad Man" no tenga un alcance más que minoritario (no sé si sería deseable un mundo en el que lo tuviera). Por otra parte, su visionado pone de manifiesto la superficialidad, inanidad y falta de atrevimiento que reina en el cine de terror en general, cuyo fandom aparta discretamente a un lado las obras magistrales de Schirmer y Cullipher. Pero para aquellas pocas personas que no lo hagan y se atrevan con esta película, el viaje será diferente. Ellas tienen la llave para entrar en el abismo del auténtico cine de terror.
LMB
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5
25 de julio de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Correcta película policíaca de bajo presupuesto para mayor gloria de Michael Dudikoff. La dirección no puede ser más plana, y el guión es convencional, pero dosifica bien los golpes y no aburre en ningún momento: todo lo contrario. Dudikoff y cía (Ardon Bess, Billy Dee Williams) tienen suficiente carisma, y sobre todo, se agradecen los toques crepusculares. La mejor acción se halla en la obertura: es una pena (y resulta bastante cutre) que no encontremos escenas parangonables en el resto del metraje. Unos villanos con más sustancia tampoco hubieran estado de más.

Pero en definitiva, un hombre de acción al borde del retiro siempre es un tema efectivo. Aprobado (5,5).
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LMB
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7
27 de noviembre de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este notable drama de Jesús Franco destaca, entre otros aspectos, por ser un antecedente oculto de “Nymphomaniac” de Lars von Trier (2013). La comparación entre ambas obras merece un estudio más detallado, pero parece difícil que Von Trier no conociese esta cinta de Jesús Franco y se haya inspirado en ella para su (magnífica) película: desde su estructura episódica hasta temas, ciertos caracteres de la protagonista y algunos sucesos narrativos (véase Spoiler), pasando por la ambientación setentera, que en conjunto hacen evidente la interrelación entre ambas películas.

La película de Franco está lejos de ser perfecta: algo menos de sleaze y una mayor exigencia dramática la hubiesen convertido en una obra mayor de su filmografía de los 70. Empero, se trata de un drama intenso, en realidad una morality play con sorprendentes notas emocionales, que engarza bien el camino a la perdición de Linda con la peculiar investigación de su asesinato, culminando ambas tramas en una notable catarsis (con potente banda sonora de créditos).

“Diario íntimo de una ninfómana”, que incluye secuencias tan perturbadoras como la inicial y la que culmina en la escena de la noria, posee la inconfundible atmósfera sórdida del cine de la década de 1970 de Jess Franco, desde “Les ebranlées” (1972, que comparte buena parte del equipo de “Le journal intime d'une nymphomane”) a “El sádico de Notre-Dame” (1979). Su protagonista, una de las variantes de la heroína sadiana de Jesús Franco, encuentra también interesantes resonancias con la insaciabilidad de la Condesa Negra en la magistral “Female Vampire” (del mismo año 1973).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
LMB
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8
11 de noviembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
POV: Entras a un cine porno en 1975 y en la pantalla te encuentras con una de las películas eróticas más extrañas de Jesús Franco.

Quizás esta, dada la abundancia de su filmografía, no se trata de una situación única. En todo caso, la primera mitad "Shining sex" es seguramente de lo mejor rodado jamás por el que es el creador más original del cine español.

Un sexploitation alienígena que hace entrar en estado de trance mediante su puesta en escena casi abstracta del encuentro de la stripper protagonista con una pareja gélida e inhumana. El encuentro con el Afuera en el cine de Jesús Franco se hace en el espacio reducido de una habitación de hotel. Pero el escenario turbio y la puesta de escena del eurocine erótico enseguida son dinamitados. El sexo en el cine de Jesús Franco es el asalto de un deseo irrefrenable de otra dimensión que trastorna y con frecuencia destruye lo humano, y que en la primera hora de "Shining Sex" se lleva a un paroxismo de extrañeza e inquietud.

En Jesús Franco, el cine sexploitation adquiere tintes metafísicos. Franco toma el relevo del cine de Luis Buñuel y sus obsesiones psicosexuales, realizando una catábasis hacia la serie Z, y con un viraje decidido hacia lo fantástico. En algunos momentos, "Shining Sex" prefigura en sensaciones y detalles "Twin Peaks" o la extraña perversidad de la obra maestra de Winding Refn, "The Neon Demon"

Siguiendo el programa simbólico de "Las vampiras" ("Vampyros Lesbos"), en "Shining Sex" toda la realidad esta permeada por el símbolo. Pero el símbolo no es un mero índice o metáfora, sino que ya nos encontramos de lleno en una realidad invadida por el mundo de los sueños, en la que el significado habitual queda suspendido. Como espectadores, nos movemos como en duermevela en una oscura batalla de fuerzas ocultas y erotismo perverso enunciada por lo que Lina Romay denomina en la película "la voz del silencio"...
LMB
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9
14 de mayo de 2024
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Una película que quedó de forma inexplicable sin estrenar (entre otras cosas, por lo acabado de su montaje), hasta su feliz recuperación en 2019 por la Filmoteca de España y Álex Mendíbil, “Vaya luna de miel” es una de las mejores películas de la década los ochenta de su director.

A diferencia de los brillantes trabajos que le seguirán en estos años, con obras maestras como “Bahía blanca” y “La casa de las mujeres perdidas”, filmes mucho más sombríos, “Vaya luna de miel” es una rara avis luminosa, una comedia romántica de aventuras, que adapta el cuento “El escarabajo de oro” del maestro Poe (maestro de la legión de los malditos y románticos góticos, a la que Franco pertenece en tardío puesto de honor)… en forma de comedia de enredo (sin duda, la mejor adaptación del relato de Poe). Se trata de una comedia gozosa, original y al tiempo casi clásica, en la línea de Hawks y Jardiel Poncela, pero a su vez, absolutamente de la firma de Jess Franco: desde su erotismo cañí a su espíritu pulp, sin frenos ni cortapisas, en una coctelera posmoderna y alocada.

La brillantez cómica supera a la de trabajos posteriores como “El sexo está loco” o a la, esta vez mediocre, “¿Cuánto cobra un espía?”. Quizás de haberse estrenado con éxito “Vaya luna de miel”, el cine de Jesús Franco hubiese ido bifurcándose más hacia este tipo de comedia, con imprevisibles resultados. Como “El sexo está loco”, la comedia incluye elementos metaficcionales y rupturas de la cuarta pared, que dan lugar a chistes memorables.

Lina Romay está radiante, y el dúo cómico con Emilio Álvarez funciona de forma sorprendente. Como película de aventuras, resulta igualmente excelente, ocupando un puesto de excepción en la categoría de la serie B de aventuras. En mi opinión, el conjunto logra una mezcla muy difícil, no solo genérica: una combinación de ingenuidad y la ironía, de la que solo la “serie B” psicotrónica es capaz. Y todo se realiza mediante la labor de un artista con autoconciencia plena. Quien crea que simplemente estamos ante una muestra de cine cutre, no ha entendido el juego. Y este es un juego en el que no entrará quien no quiera y no sepa jugar a él (mejor para todos). Le invitamos a que prosiga viendo todas las nominadas a los Globos de “oro”.

Un imprescindible en la filmografía de Jess Franco, y una inusual y gran película del cine español.
LMB
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