Zerocalcare vuelve, y da igual lo que haga porque es maravilloso.

Un viejo amigo de esos con los que se tiene una relación extrañilla, vuelve después de años sin saber nada de él. A la vez, hay problemas con los nazis, que quieren echar a los inmigrantes de la ciudad. Y así, entre un humor ácido e inteligente, críticas a absolutamente todo lo que se pille por medio, profundidad y psicología de la que después de soltar la bomba te saca un armadillo; drogas, problemas personales, helados, personas dinosaurio o taza o patata, y múltiples referencias del mundo antifascista-punk-skin... Pues volvemos a encontrarnos con una auténtica delicia al igual que "Cortar por la línea de puntos". Ambas son diferentes, mantienen lo que tienen que mantener y por eso ambas me parecen muy buenas. Y a mi el doblaje nuevo del armadillo no me disgusta, he disfrutado tanto constantemente que no he sentido que me chirriara nada.

Recomiendo fuerte.
Y si, también me pongo violenta cuando no hay helado de chocolate negro.

Un mundo medieval futurista donde un hombre consigue ser lo que se le negaba por ser diferente, pero se la lían y le acusan de un crimen del que no es culpable, que hasta el churri le da la espalda y así tenemos drama. Entonces aparece una chavala cambiaformas muy punk y anarkista como única aliada con este señor al que ayudará a limpiar su nombre, sembrar el caos, y reventar el sistema. Con mensajes reivindicativos colados de forma natural y normalizada, así que no se siente nada forzado ni empalagoso ni panfletero, siendo muy disfrutable y entretenida mientras se defienden unos valores muy necesarios.

A mi me ha tocado fuerte el corazoncito.

Buah, podría hacer una crítica hablando de mil cagadas de cada episodio suelto, menudo desfile de insultos cinematográficos.

Serie de fantasía medievalesca y aventuras, secuela de la peli del 88 donde Willow se reúne con la que será la nueva troupe (entre la que se incluye Elora Danan) con la que enfrentarse al mal.

Descripción crítica: una serie más de fantasía barata con trama mal trabajada, personajes vacíos, incoherencias constantes de guion, y comedia/humor inoportuno sin gracia. Dejando aparte nostalgias, exigencias, y por supuesto, gustos, es un producto muy malo. Una pena, cuando las series son un formato que se puede aprovechar sacando mucho jugo a una buena historia, un buen desarrollo de personajes, y una buena coherencia narrativa. Lo han vuelto a hacer, una serie más que no dice nada, y van colando conveniencias forzadas que escuecen hasta el punto de resultar insultantes.

Fijaos que los dos primeros episodios, a pesar de darme urticaria, pude tragarlos con un mínimo de entretenimiento-curiosidad, pero al partir del tercero se les acabó la medicación o no se qué les pasó. Parece que cada escena está hecha por un guionista/director/productor distintos y que no se han puesto de acuerdo ni para que haya un mínimo de coherencia entre sus vómitos de pésima calidad. Me parece tan mala en tantas cosas que la veo digna de debate analizando detalles de todo.

Entre diosas y seres de la mitología vasca, y un batiburrillo de religiones y culturas en proceso de extender el cristianismo mientras las creencias paganas van desapareciendo, te cuentan la historia de Eneko, su padre que hizo un pacto con la Mari, la Mari que es mu chunga, una Lamia, una cabra, una espada... Con una fotografía muy bonita, la música también, el tema mola muchísimo, la ambientación...

Pero la película como tal me ha parecido un zurullazo infumable por: el desarrollo del guion no me despierta ningún interés/enganche, los personajes no me dicen nada, el ritmo es lento y pesado... Me resulta aburridísima, tanto que la 2ª mitad la he ido pasando a cachos... vamos, que la abandoné, pero fui viendo fotogramas sueltos por si veía algo que despertara mi interés. No lo hizo.

Y me da mucha pena, porque el rollito y la temática me flipan. Yo quería que me gustara, jo.

Personajes y ambientación perfecta, valores maravillosos, inclusismo normalizado en cuanto a todo: raza, género, sexualidad, físico, discapacidad, relaciones, TODO. Normalizado y feliz. Pero además de eso, la historia mola, el ritmo mola, todo mola. Y es que es MUY NECESARIO que exista material con mensajes tan potentes para la sociedad, lanzados de una forma tan naturalizada y poco panfletera que cualquiera lo agradecerá.

Todo empieza con chavales príncipes, elfos guapísimos, una historia de dragones, y un mundo de fantasía dividido por las traiciones y la desconfianza, donde en una mitad se conserva el mundo mágico y en la otra no. Según avanza la serie, que se puede devorar en un plis por lo gustosa que es, van incluyendo más tramas, profundizando en este bonito universo que han creado, presentando a más personajes carismáticos, con humor inteligente y divertido, y a la vez con un toque oscuro, épico y brutal. Bueno, y algo muy importante de agradecer profundamente por las fans: guiños al universo Avatar (la leyenda de Aang / la leyenda de Korra). Bueno, y el villano élfico más maravilloso de la historia de las fantasías medievales (ojito con el actor de doblaje original, menudo vozarrón).

De verdad, es una auténtica joya, una maravilla que recomiendo fuertemente para todo el mundo, de todas las edades, en cualquier momento y en cualquier lugar. Que nadie diga que ya no se hace animación con valores comparando con dibujos de los 80s y 90s, porque aparte de que no es cierto y que dudo que esas afirmaciones se hagan después de haber re-visto esas series de entonces (probablemente haya bastantes cosas cuestionables hoy en día), esta solo es una de bastantes series y películas que ofrecen un contenido enriquecedor y necesario para la sociedad, con un cuidado y un amor muy real que pocas veces se ha visto.
Gracias infinitas a los creadores.