El planteamiento de las historias cruzadas y los saltos en el tiempo me encanta, pero en esta película está muy mal estructurado. Uno se pierde entre tantos saltos y cuesta de seguir la trama principal. Yo hasta me dormí en el cine. Además, no tiene final. Se acaba de una forma totalmente abrupta, enmedio del meollo argumental. Una pena porque la idea, el reparto y la ambientación son muy buenos.

Una película que demuestra crudamente la verdad de las relaciones humanas: que se sustentan en la hipocresía. Las personas no tienen amigos, sino intereses egoístas. Es la ilustración perfecta para la frase de Sartre “El infierno son los otros”. Diálogos punzantes y mala leche, no hay piedad para ningún personaje. Bajo la aparente comicidad se esconde lo cabrones que somos todos los humanos. A mí me tuvo meditando varios días después de haberla visto. Es mucho más profunda de lo que parece.