Le he puesto un tres a esta película, pero me veo en la obligación de defenderla de todos los unos y doses que recibe por aquí. No es buena. Partimos de esa base. Teniendo eso en cuenta en el momento de empezar, en mano del espectador está tratar de disfrutar la comida basura, o ponerla a caer de un burro. No estás en un restaurante Michelin, amigo. Estás viendo una película con Paris Hilton como mayor reclamo.

Dicho esto, habré visto por lo menos 200 películas a las que he puesto menos nota que a esta. Eso no la hace buena, pero pretendo demostrar que sí llega a ser disfrutable. Mi teoría es que hay que ser fan del cine de terror, pero no basta con eso. También tienes que ser un apasionado del slasher para poder saborear bien cada muerte.
La historia es la que hemos oído mil y una veces, los personajes tienen cero carisma y Hilton… Bueno, cumple con lo esperado. Sin embargo la ambientación y el ente que deambula por la mansión de cuerpo en cuerpo dan suficiente empuje a la película para mantener cierto interés hasta el final.

Recomiendo verla con amigos. Bueno, en realidad recomiendo no verla, pero si ya te has decidido, es un peaje que agradecerás no pasar solo. Conclusión, no esperaba más, pero tampoco esperaba menos.

No querría con esta crítica hacer leña del árbol caído. Todos sabemos a lo que vamos cuando decidimos darle al play a una película como esta, es lo que es. Como a la mayoría de los aquí presentes, llegué a ella atraído por el nombre de Héctor Soberón, a quien recuerdo de alguna telenovela. Aunque sé a dónde pretende llegar con la historia y ese recurso del cine dentro del cine, la ejecución es terrible. Entiendo que decidas contar con actores nóveles, que los recursos sean escasos… Pero no hay excusa para el guión. Se dan mil vueltas de campana, se acumulan gags y escenas interminables para llegar a contar una historia que ni siquiera con la aparición de Héctor Soberón remonta.

Por salvar algo, destaco la implicación de Héctor en un proyecto de estudiantes de cine, que entiendo que es lo que es.