Cuántas cosas mal en esta película. La sinopsis nos propone a una protagonista con discapacidad mental que experimenta su “despertar sexual” y unos padres que no saben muy bien cómo afrontarlo. De hecho, el título de la película se traduce por “Dora o las neurosis sexuales de nuestros padres”, aludiendo a algo típicamente Freudiano o incluso a una película ligera de ver.
Destaca el erotismo que rezuma cada escena, bien llevado y con algún guiño que recuerda a Lolita, aunque duro e incómodo en ocasiones por la temática de la película. Bien, también, por plantear y visibilizar un tema tabú como es discapacidad y sexualidad.
Pero, sin embargo, CUÁNTAS COSAS MAL EN ESTA PELÍCULA.
spoiler:
Dejemos una cosa clara desde el principio: la primera relación sexual de la protagonista es una violación. Y punto.
Podemos debatir sobre los límites del consentimiento el tiempo que queramos (al fin y al cabo, parece que el objetivo de la película es ponernos contra las cuerdas todo el rato), pero es evidente que, tal y como se plantea la trama, existe una relación de poder, control y abuso del hombre (Peter) hacia la protagonista que, además, se perpetúa en todo momento. Es decir, ese “despertar sexual” - que en la sinopsis aparece casi romantizado - es, en realidad, un abuso sexual casi constante. Y sí, claro, es aquí donde viene el debate del consentimiento. Pero es que hay trampa. Veamos.
El personaje de Peter es presentado continuamente como alguien despreciable y, lo más importante: él sabe que está haciendo algo inmoral. Siempre afirma que lo único que hace con Dora es “follársela”, se desatiende de los dos embarazos, se muestra frío e impasible ante sus padres y, por supuesto, no muestra ni un ápice de cariño o respeto. Es un personaje que produce un profundo rechazo.
Nos la intentan colar en la escena del hotel donde aparece con un nuevo amigo. Éste nuevo amigo insulta y humilla a Dora e intenta abusar de ella. Peter le dice que pare y el amigo se mofa de él y de su “enamoramiento”.
Esto nos hace pensar que Peter de pronto “es más bueno de lo que parecía” porque “quizás esté enamorado de verdad”. Se está obviando que aquí no se habla solo de discapacidad y consentimiento, sino también de misoginia. Es un tema que aparece levemente cuando la madre le dice a Peter que el cuerpo de Dora “no le pertenece”. Pero se queda ahí. No parece un tema que interese a la película más allá de que Dora se quede embarazada y así poder añadir algo de drama y dicotomía moral.
Se obvia esta misoginia para normalizar un romanticismo tóxico de toda la vida.
Y qué decir de los padres. En general, no entiendo esa falta de sangre en las venas, ni otras muchas incoherencias. Por no hablar de esa especie de desapego que muestran, aunque no sé si será una cuestión cultural y quizá sólo me choque a mí.
Y, por último, ¿qué pasa con el final? Vale sí, entiendo ese agotamiento mental de la madre que acaba explotando y demás, pero, ¿y esa media sonrisa misteriosa con la que acaba la película?. La falta de coherencia en general hace que esta escena me parezca un tanto pretenciosa.