Wong Kar-wai (1958) es un director de cine hongkones de origen chino, nació en Shanghai (China) emigrando a los cinco años a Hong Kong, donde desarrolló su carrera cinematográfica. Su estilo se caracteriza por su ambiente nostálgico y visualmente muy peculiar.

Deseando Amar (In The Mood For Love), es un film característico de ese estilo nostálgico y muy romántico. La historia no puede ser más elemental y sencilla, dos personas que se aman y que están atrapadas por sus propias circunstancias, ambos están casados, y un ambiente asfixiante que falto de intimidad les impide desarrollar la atracción que empieza a brotar entre ellos.

La ambientación y fotografía contribuye a crear esa sensación agobiante, con espacios muy reducidos, incluso claustrofóbicos, que dan a la película la desazón de impedir cualquier expresión de libertad entre ellos.

La interpretación muy correcta, el vestuario da a los personajes la pulcritud que se espera de unas personas respetuosas con los usos sociales hasta el extremo de sacrificar su propia pasión por no faltar a los que se espera de ellos.

Otro de los aspectos destacables de la película la magnífica banda sonora, sobre todo su tema central Yumeji’s theme, instrumental a base de violines que desborda el romanticismo de algunas escenas.

En resumen, una película bonita y romántica. Cine en estado puro.

Una comedia mas de Katherine Heigl, floja y previsible, sin demasiada gracia. El único aliciente los protagonistas, una pareja de las denominadas guapas. Del mismo estilo me gustó mas Lío Embarazoso, mas divertida. En resumen, intrascendente, para pasar el rato, sin hacer trabajar mucho las neuronas.

Una obra maestra de Fellini. Los personajes dibujados con una perfección absoluta. La inocencia de Gelsomina (Giulietta Masina) enfrentada a la brutalidad y egoísmo de Zampano (Anthony Quinn), la dura vida de unos artistas ambulantes en la pobre Italia de la posguerra. La interpretación de Anthony Quinn, muy buena pero la de Giulietta Masina memorable, las expresiones, la candidez, la devoción hacia Zampano.
La ambientación espléndida, cada detalle en su sitio; la clásica motocarro de entonces, la pobreza del vestuario, el hambre, la carencia de todo, la suciedad, etc. Perfecta descripción de la época, la tristeza de la gente y la resignación de una sociedad abandonada a su suerte. Muy parecida a la pobreza padecida en la España de los años cuarenta y cincuenta. Situación que favoreció una masiva emigración de los italianos a los Estados Unidos en busca de un porvenir que su patria le negaba.
En definitiva una de las mejores películas del maestro Fellini. Para disfrutar viéndola.