Nadie ha hecho nunca una película del oeste como esta excepcional obra del maestro Hawks. Valores como la amistad o la camaradería se ven aquí elevados al máximo exponente. Estas virtudes y la pretensión de mantener la legalidad es lo que hace a esos hombres mantenerse en esa cárcel, quizá la más conocida del cine.

Personajes tan entrañables como Stumpy (Walter Brennan), arquetipo del personaje simpático y cómico; o Dude (Dean Martin), atormentado por su dependencia del alcohol, se quedan para siempre en la memoria del que ve esta película.

Y sobre todo la magnífica combinación de acción, humor y romance que asegura el exito de cualquier filme. Del todo recomendable.

Con los atragantamientos que me habían producido las dos anteriores, me temía lo peor, pero después de todo, esta es sin duda la mejor de las tres de la trilogía de Anakin. Siempre por debajo de sus ilustres predecesoras, hay que defender este episodio, el único con verdadero sentido de estos últimos sacadineros que ha hecho George Lucas. Francamente, viendo esta, sobran las otras dos.

Se han hecho más versiones de la historia del O.K. Corral, como Duelo de Titanes, o Wyatt Earp. No se cual de todas será la más fiel a la realidad... ni me importa. Esta es la mejor. La mejor por que la hace John Ford, y le da ese toque lírico que imprimía a todas sus películas y por que está Henry Fonda, que, con todos mis respetos a los actores que encarnaron a Wyatt Earp después, les da mil vueltas.

Se harán miles de versiones de esta historia, pero ninguna le llegará a esta a la altura de los talones