Al fin una película española que ofrece, aunque sea superficialmente, algo diferente en un entorno original.
No es ninguna maravilla, pero al menos es original y entretenida

No es una película que esconda adoctrinamiento, corrección política o propaganda de ingeniería social, y eso, hablando de una película española, ya es mucho.

El cine español(con su inconfundible polarización absoluta hacia el izquierdismo burgués y la corrección política)nos obsequia con una historia bastante poco original en el que no falta el toque"multicultural" y "de color". Algunos pensarán que esto es casual, pero no.
El cine, desde el periodo de entreguerras, siempre se ha utilizado(y más si está financiado por el estado como es el caso español o francés) como método de propaganda y adoctrinamiento.

El protagonista no podía ser un chaval extremeño de padre agricultor(eso es mediocre y racista) sino un niño mulato que, a mi entender, refleja más el afán"colorista" y mesticista del director que la pretensión de generar identificación y verosimilitud.

La película parece financiada-quien sabe- por el ministerio de igualdad y el lobby feminsta(cosa que no sería rara sabiendo el carácter general subvencionado del cine español)

En esta película(enésima desde "Sólo mía") se vuelve a hablar de mas de lo mismo ,de un tema que es utilizado y manipulado por círculos pertenecientes a los partidos de la casta política, incluído el partido del actual gobierno, que es muy lucrativo . El tema de"la violencia de género" mueve cientos de millones de euros al año de dinero público y, por lo tanto, muchos intereses.

No se retrata el verdadero y mayoritario perfil del maltratador(la corrección política y la xenomanía lo impiden) y se da una vuelta de tuerca más en la utilización del cine como propaganda de adoctrinamiento y criminalización potencial del sexo masculino.

A mi me gusta ver cine que aporte , no que me intente adoctrinar, y más de manera tan repetitiva.

El cine subvencionado español insiste en su ideologización y doble rasero moral con esta película.

Nazis y fascistas por todos los sitios, el mal absoluto, el Satán necesario, y esta vez en el País Vasco.Mientras tanto las películas que hablen del drama de las víctimas de ETA brillan por su ausencia(que por cierto, el nacionalismo vasco no deja de ser un nacionalsocialismo estrafalario y degradado)
En fin, más cine-panfleto.