No encuentro mejor manera de describirla. Una vez que el primer capítulo termina, es decir, después de contarnos el punto de partida sobre el que versará la serie, no vuelve a pasar nada hasta el final. No me aburría tanto con una serie desde... ¿nunca?
Y, por favor, dejad de compararla con la primera temporada, vale que la ambientación pueda parecerse, vale que la fotografía también, un poquito, pero aquello fue una obra maestra absoluta y esto es... Hmmm... indescriptible. No se podía haber hecho peor cesto con (en teoría) tan buenos mimbres.

No considero que el título de mi crítica sea spoiler, ya el cartel y el título de la película nos dejan meridianamente claro la historia que nos van a contar.

Ni al peor de los guionistas se le hubiese ocurrido semejante trama, hay cosas que sencillamente no nos caben en la cabeza, pero esta película es el fiel reflejo de lo que ocurrió una madrugada en un apartamento de un barrio pobre de Nueva York.

La realidad supera a la ficción, repito que si esto se le ocurre a un guionista le ponemos de vuelta y media. Pero no, es algo que no es la primera vez que ha sucedido ni, desgraciadamente, la última.

Bien rodada, bien interpretada, con los recursos mínimos e indispensables para que lo que importa, la historia, esté siempre en primer plano. Recomendable. Saludos.

Así, sin paliativos: la película es mala como ella sola. Un guion flojísimo, unas interpretaciones (incluída la de la prota) que dan más risa que otra cosa, un desenlace que nadie puede creer.

No me gustan las críticas largas, en las que se analizan hasta los antepasados del director, o cómo se encuadra cada escena, o si la historia bebe de ésta o aquélla fuente, así que yo tampoco me extiendo: cuando veo una peli lo mínimo que espero es que me cuenten una historia interesante, que me entretenga, que me haga pasar un buen rato. "Kimi" no lo hace en ningún momento.

Te la puedes ahorrar completamente, no pasa nada, aunque sea de Soderbergh. Saludos.