Mala, muy mala. Una banda sonora de risa, una interpretación penosa, diálogos vergonzosos... y aún podría haber sido peor si a Dani Martín le hubiesen dado dos frases mas. ¡Luego nos quejamos de que el cine español está en crisis!

Kong puede perecer recién sacado de un documental de la 2. Los actores impecables, quizás Jack Black sobre actúe un poco con esos ojos como platos. La estética y la recreación del Nueva York de los 30 es, sencillamente, perfecta. La fotografía, sin dudarlo, sobresaliente. Música, dirección...y a sí podría estar un buen rato, alabando la película con toda clase se tecnicismos cinéfilos. Pero eso no cambiará el hecho de que son 187 minutos de película, y cuando sales del cine, lo primero que alcanzas a decir es: ¿Qué larga, no?
Por cierto, ya que se gastan tantos millones en el gorila, podrían haberse gastado un poco en hacer, por lo menos, unas grietas a la calle. Que el gorila es muy grande y el Emipe State muy alto.

Es, básicamente, El Señor de los Anillos, pero con los cambios necesarios para no pagar los derechos de autor. Dejando a un lado ese recorte de presupuesto, se queda una maravillosa película, muy recomendable para cualquier niño, ya sea de 10 o de 30 años.