Y es que este filme ha conseguido transmitirme con el mínimo de efectos especiales lo que no consiguen la mayoría de las cintas de terror actuales. El brusco giro en el desarrollo de los acontecimientos, (aunque desde el principio sabemos que algo malo está naciendo en la mente de esa atormentada niña) nos lleva a ser testigos de un impactante final que ha dejado su pequeña huella en la historia del cine (¿quién no ha visto alguna vez parodias o imitaciones de este famoso desenlace?). Se nos muestra desde el inicio tan descarnadamente el sufrimiento personal de la protagonista, que tomamos casi por inevitable la gradual transformación de la inocencia en la perversión que nos conduce hasta el fatídico clímax. No se puede dejar de mencionar la increíble interpretación de Sissy Spacek que me dejó más que impresionada y me inspiró un gran abanico de sentimientos durante el transcurso la película. Personalmente pienso que es imprescindible, no solo como película de terror sino como un grito desesperado que nos muestra cuán frágil es una vida y lo fácil que es para los demás destruirla.

Como amante del gore me parece un insulto al género que califiquen esta pelicula como tal. Con sangre rosa en algunas escenas y torturas anatómica y físicamente imposibles dignas de cualquier película de serie B (con perdón de las películas de serie B...). Entre que me entró la risa en varios momentos "escabrosos" y el vano intento de giro de trama inesperado tuve la sensación durante todo el film de estar viendo una mala comedia americana. No se puede evitar el compararla con la primera entrega de la saga y darse cuenta de que esto ya olía desde la segunda parte. La gran diferencia entre hacer algo innovador y explotar algo innovador.

De entrada para ser sincera, el género no es de mis favoritos, pero aún así me prometí a mí misma que, ya que había ido al preestreno, iba a disfrutar lo más posible y a no pedirle peras al olmo. Así que no voy a ser excesivamente quisquillosa con la película, de hecho hago esta crítica con muuuucho retraso.
La cosa no empezaba mal, no sé, lo de siempre. El tío chungo reformado que no quiere volver a lo ilegal pero le obligan por la seguridad de su familia. A lo mejor es cosa mía pero (aunque con algunos matices), la historia me resulta al menos familiar.
¡Qué bonitos los planos panorámicos de la ciudad por la noche! Pero al vigésimo quinto ya cansa un pelín.
Por fin llegamos a la acción y la verdad es que estaba entretenida, pero nada más. No sé, no consiguió mantenerme en tensión, pensar angustiada: "¡corre!¡que te van a coger!", ni nada por el estilo. Además el poco énfasis de Wahlberg en la actuación no ayudaba mucho, aunque cierto es que en este tipo de película el posible alarde de talento se ve bastante reducido.
Resumiendo: interesante, entretenida... para ir a verla una tarde con los amigos o en la tele un viernes por la noche. Qué más se puede pedir... ¿no?