Es sorprendente como, con las herramientas indicadas, puede generarse una dinámica tan sumamente cinematográfica con una película que sucede en su integridad en una habitación.

Diálogos brillantes, metódica cartesiana en la brillante actuación de Henry Fonda, complejidad de los personajes (hasta el aparentemente más simple encierra un apabullante simbolismo), imágenes cargadas de reivindicación... en resumen, una película que, incluso a día de hoy (mejor dicho, sobre todo a día de hoy) mantiene mucha vigencia y ofrece unos aprendizajes a los que no debería renunciarse en ningún caso.

Un 10 sobre 10, sin duda.

A aquellos que desprecian el futbol al considerarlo un mero entretenimiento sin mayor transcendencia, recomiendo con fervor "Forever Pure". Un documento sencillo y claro que demuestra como el futbol puede devenir un vehículo portador de grandes cambios o, como en la ocasión, de profundos sentimientos reaccionarios. Y todo ello con una gran capacidad para penetrar en la actualidad política y social de un territorio, precisamente por su capacidad de conectar con sus más profundas raíces.

Forever Pure, además, servirá a aquellos con un cierto desconocimiento de la realidad que se vive en Israel para hacerse una firme idea de su situación, de sus luces, pero sobre todo de sus sombras. Un documental que te atrapa durante su escasa hora y media de duración.