Hacía tiempo que una película no me envolvía de tal forma, con la silenciosa red de lo simple. Y sin embargo, tras ese aparente "casi nada" sucede TODO. Se ve al protagonista ir transitando sus rutinas, que casi son ceremonias, desde que se levanta : despertarse-regar sus plantas-desayunar-trabajo-almuerzo-sauna-lectura. Según el día, va a cenar afuera o acude a su librería de ofertas. Es un solitario del que no se conoce su voz hasta muy avanzada la película, pero es alguien reconocido por su esfuerzo: limpiar baños. En apariencia una labor casi humillante pero que jamás él la vive como tal. Es un trabajo más que cumple con dedicación y en el que hasta entabla amistad de la mejor forma que sabe: anónimamente. Arriesgarse a una relación es demasiado, pero nada se le escapa de su entorno y es quien sabe descubrir la belleza de las sombras y los reflejos. Película bellísima de Wenders, un director que es un maestro en caminar por la sensibilidad exquisita de las emociones. Aquí el marco lo irá dando la música y lo que dentro de cada uno se vaya desplegando al verla.

Cuando pasa el tiempo, la crueldad más grande no es el exterior que va decayendo sino pulsar desde dentro con la misma energía, los mismos sueños y necesidades...y comprobar que el entorno sólo ve lo de afuera. Claire tiene su trayectoria enseñando Literatura, caza al vuelo las metáforas y las rimas pero hay una soledad que se le inflinge y la hace muy infeliz. Juliette Binoche es tan creíble en este papel, donde va manoteando como puede su ser madre, ex esposa, docente y ..mujer. El "conectarse" con un otro, aunque sea virtualmente,y siendo OTRA la transforma en lo que ella extraña de si misma; reír, sentirse importante y deseada. Aunque hay algunas vueltas de tuerca un tanto innecesarias, lo que busca su director Safy Nebbou es hacer un relato no lineal y poder sorprender. Lo consigue a medias, dándole un mayor protagonismo a su médica psiquiatra, Nicole Garcia muy bien en su rol distante, impertérrita pero involucrada con su paciente.

Es película de acción, ninguna duda. El que busca enfrentamientos, cuerpos volando, persecuciones, etc etc, los va a encontrar. Pero el guión es tan simple que con una sola oración se lo resume, y los efectos especiales a veces se los ve tan primitivos que sorprenden por eso mismo. Pero lo que más llama la atención es quién hizo el casting para que Amy Adams sea Lois Lane, Diane Lane sea Marthe Kent, el excelente J.K. Simmons sea el Comisionado Gordon (tanto que se lo ve incómodo en sus apariciones), y casos como Jeremy Irons que con toda su trayectoria no tiene NADA que ver con el Alfred de los comics y a años luz del creado por Michael Caine; y por supuesto, Ben Affleck es irrisorio en su Batman. Inexpresivo y sin la fuerza de semejante personaje. Encarar un héroe es MUCHO MÁS que colocarse un traje o impostar una voz.Sólo rescato de esta aventura a Gal Gadot que es absolutamente adecuada,y a Jason Momoa como Aquaman.

Salma se introduce en zona de riesgo, dejando de lado sus atributo físicos deliberadamente, para remarcar su postura ante la vida. Despojada pero fuerte, sin posición encumbrada pero con lucidez para marcar errores ajenos. Un inesperado encuentro servirá para enfrentar visiones opuestas de pensar. Por momentos cuesta creer que una invitada, con tantas diferencias sociales, pueda interpelar tan libremente al magnate que todos rinden pleitesía, pero la idea es contrastar esa crueldad del que arrasa para conseguir sus objetivos con quien venera la Vida de cada ser. Y si está el gran John Lithgow, se sabe que él no defraudará, y Salma en su aparente perfil bajo, busca sin embargo sobresalir...y eso entorpece el resultado final.

Esta película en principio dirigida a los niños, es una de mis preferidas porque encierra tanto valor en esa líder enorme que es Ginger, inteligente y lúcida aún con sus dudas, descorazonamientos y fortaleza para volver a empezar buscando el bien de todos: hay humor, una cadena de escenas tan fluídas como maravillosamente resueltas. Puros ojos que transmiten emoción: cuando lo que hay que perder es mucho más importante que la vida. Y por supuesto, el trabajo de quienes la realizaron es asombroso por su creatividad y cuidado minucioso de relojero. Cada personaje vive y llega a quien lo observa: más que un pasatiempo es una lección para saber vivir.