Interesante largometraje dirigido por un desconocido Lewis Jackson y protagonizado por Brandon Maggart.

La historia se centra en Harry, un hombre adulto que arrastra un trauma desde la niñez: el mismo consiste en haber descubierto de forma turbia que Papa Noel no existe.

Lejos de ser la típica película de terror slasher, este filme gana mucho en dramatismo y en todo momento entretiene, es eficaz. La buena interpretación de Maggart como personaje principal ayuda a que la cinta cumpla lo que se propone.

Simpático largometraje dirigido por Steve Miner y protagonizado por el siempre carismático Mel Gibson.

La historia, ambientada en un principio en 1939, se estructura en base a un hombre que de repente ve su vida derrumbarse junto a sus pies y decide acudir ante su mejor amigo para ser congelado en una máquina, por el plazo de un año. Por supuesto: puede fallar.

Sin otro motivo que entretener, la película pulula por varios géneros sin meterse de lleno en ninguno. Cuenta con un reparto de lujo: el mencionado Mel, una brillante actriz como lo es Jamie Lee Curtis y el entonces pequeño Elijah Wood, entre otros. Por último, cabe destacar que la BSO corre por cuenta del maestro Jerry Goldsmith, uno de los mejores compositores en la historia del séptimo arte.

Divertido largometraje dirigido por Larry Charles y protagonizado por Nicolas Cage.

La película está basada en la historia real de Gary Faulkner, un estadounidense que asegura tener como misión divina matar al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden. Consecuentemente, intenta llegar por todos los medios a Pakistán.

A decir verdad, no es un gran filme, claro está, pero sí tiene un guion nutrido de situaciones hilarantes y cómicas, aún con sus limitaciones. Nicolas Cage presenta una buena actuación, convincente en su papel de lunático. Todo lo demás pasa a segundo plano: como, por ejemplo, el forzado romance entre el protagonista y Marci Mitchell (sobria Wendi McLendon-Covey).

Interesante largometraje para la cadena de televisión estadounidense ABC, dirigido por Randal Kleiser y protagonizado por un joven John Travolta, quien, en ese entonces, contaba con 22 años de edad.

La mayoría de los que miramos este telefilme lo hicimos por simpatía hacia Travolta, o simplemente por curiosidad respecto a su primera etapa como actor, en la década de 1970. Sin embargo, debemos confesar que el resultado fue satisfactorio; al menos, en mi caso.

Basado en la vida real de dos pacientes, David Vetter y Ted De Vita, esta compleja y emotiva historia contiene lo necesario para conmover: la lucha dramática de un adolescente por sobrevivir, al mismo tiempo que se esfuerza por encajar en la escuela secundaria, con su burbuja de plástico y su traje naranja de astronauta, donde inevitablemente será objeto de burlas por parte de sus compañeros.

Pese a contar con escasos recursos, cabe destacar la decente fotografía, la valiosa puesta en escena, el cameo del astronauta Edwin "Buzz" Aldrin (a tan solo 7 años de haber integrado la misión Apolo 11 que llegó a la Luna) y la convincente actuación de Travolta, quien logra involucrarse en el papel.

Deleznable segundo largometraje de David Cronenberg, protagonizado por Ronald Mlodzik.

El argumento se basa en las peripecias de un ex director de una clínica dermatológica, cuyo nombre es Adrian Tripod, quien sale a la búsqueda de un famoso médico que no ha sido localizado desde que ocurrió la plaga en la que se extinguieron las féminas adultas.

Si bien la cinta es corta, 63 minutos, con los primeros veinte alcanza y sobra para saber que se trata de una especie de borrador escabroso del maestro del body horror. Se delinean los temas que obsesionan a Cronenberg, los mismos empiezan a tomar forma. No obstante ello, la película carece de interés alguno. El cine experimental -con el que me siento forastero- no le sentaba para nada bien al ahora prestigioso director de cine. "Stereo" (1969), su primer largometraje, es otra prueba de lo que afirmo.