*Brujas militarizadas

Esta serie se inicia con el reclutamiento de tres jóvenes para la facción del Ejército estadounidense formado enteramente por brujas, conocido por todo la población y que se dedican a luchar contra el terrorismo. Aparentemente este gen místico solo se hereda entre mujeres y, al recibir la llamada, deben ir a Fort Salem a recibir un entrenamiento específico.

Motherland: Fort Salem es una serie juvenil que recuerda a Jóvenes y Brujas (1996), Embrujadas (1998), Crónicas Vampíricas (2009) e incluso El círculo secreto (2011). Demuestra así que lo paranormal y lo utópico siguen teniendo cabida entre el público adolescente y young-adult, sobre todo en este 2020 tan convulso.

*¿Qué distingue a Motherland: Fort Salem?

La serie tiene elementos diferenciales, ya que estas brujas se alejan del gato negro, los conjuros y la varita. Apostando por la voz, sus modulaciones y los coros como elemento principal para crear magia. Hay valores, comunes al género, que hereda de aquellas series de los 90 y los 2000. Como que la fuerza no reside en el individuo sino en la amistad, la familia y la comunidad, y que la magia puede ser usada tanto para el bien como para el mal. También trata sobre el respeto a la jerarquía, a la instrucción y al servicio público de las personas mayores. Poniendo el foco sobre el servicio militar y su lucha contra el terrorismo.

Lo interesante de Motherland: Fort Salem es que las tramas se centran en personajes de distintas edades. Por tanto, los intereses amorosos, familiares y laborales, también se abordarán desde distintos primas, dependiendo de la edad. La magia, que siempre está presente, tiene diferentes aspectos aunque a veces no sean muy imponentes. En esta serie la magia también se relaciona con otros elementos como la cultura, la política y la sangre.

*Conclusión

Los primeros capítulos demuestran que Motherland: Fort Salem es bastante liviana y entretenida, contenido fresco para el género. Será interesante de seguir, ya que tiene potencial y elementos clave: tres brujas novatas muy diferentes que deberán aprender a trabajar juntas, un enemigo en casa y el puesto de la Jefa estadounidense peligra frente a otros países. Tiene algo de amor, una pizca de política, varios peligros y, sobre todo, mucha magia. ¿Será la receta adecuada para esta época?

Escrito por Alba Puerto Martín

*Las montañas de Quebec son un personaje más

La película El Declive tiene el honor de ser el primer largometraje quebequés producido por Netflix. La provincia canadiense de Quebec y sus alrededores, así como su zona fronteriza con el estado de Maine, son localizaciones muy utilizadas en el cine. Su clima invernal tan frío y nevado, así como sus pueblos aislados o los inhóspitos parajes naturales que poseen sus tierras, han estado en el punto de mira de muchos cineastas para ambientar sus historias, principalmente dentro del cine independiente y el cine de género.

El Declive se encuadra dentro de este segundo grupo de películas. Estamos en un mundo al borde del colapso ecológico, con el deshielo de los polos y el calentamiento global. Un youtuber, algo paranoico, muestra sus dotes de supervivencia en la red. Después organiza una especie de acampada con algunos de sus seguidores para enseñarles métodos de supervivencia en un lugar apartado en las montañas. Por eso aquí la localización y los espacios naturales de Quebec vuelven a ser fundamentales para el desarrollo de esta historia, convirtiéndose en un personaje más.

*El hombre como arma destructora del planeta

El Declive es un survival de manual. Directo a la yugular y sin dobles lecturas. Se inicia con una secuencia introductoria de una familia practicando en casa los consejos de supervivencia que ofrece alguien por internet. Esa secuencia sirve para ofrecer una visión global de como están las cosas en el mundo y la verdad es que no distan demasiado al nuestro actual.

Pero cuando la película parece que va a centrarse en darnos un bienpensante discurso ecologista, por suerte, hay pronto un viraje en la trama que nos lleva de lleno a la acción. Conoceremos al grupo que se reúne en las montañas para aprender a sobrevivir y, tras un accidente fatal, deberán aprenderlo a marchas forzadas. El enemigo entonces no será un colapso del planeta, si no la propia naturaleza humana, tan violenta como salvaje.

*Un survival trepidante

No esperes mucho más. Los discursos han terminado. Los restantes minutos de El Declive se dedican a un thriller puro y al emocionante enfrentamiento entre los integrantes de la fallida acampada por sobrevivir al resto. En los poco más de 40 minutos que dura esa parte, es cuando el debutante director Patrice Laliberté se muestra más certero. Nos regala unas secuencias de acción vibrantes, emocionantes y sangrientas que te dejarán sin aliento.

Sin resultar excesivamente novedosa, la película consigue mantener la tensión hasta el final con algunas buenas secuencias (el lago de hielo, las muertes inesperadas, el tiroteo, la lucha final cuerpo a cuerpo…). Además, se las ingenia para ofrecer un par de giros que te pillan por sorpresa, lo que le lleva a utilizar con inteligencia el cambio en el punto de vista. El espectador que guste del género, sin duda, se lo pasará pipa.

*Conclusión de ‘El Declive’

El Declive es un thriller dramático que podría catalogarse como un survival en toda regla. Más allá de la comparativa inicial con el mundo actual y la situación que vivimos al borde del colapso ecológico derivado por el calentamiento global, la película se olvida pronto de discursos moralistas y se centra en la acción. La naturaleza humana como generador de los conflictos que nos llevan al enfrentamiento social.

Es un thriller dinámico y muy entretenido sobre la lucha por la supervivencia en un paraje inhóspito. Tras un inicio introductorio un poco parsimonioso, el film vira radicalmente hacia el suspense y tiene unos últimos 40 minutos muy intensos y emocionantes. Sin llegar a inventar la penicilina, he de reconocer que a mí me ha sorprendido, no tenía datos sobre la película y la encontré por casualidad revisando el catálogo de Netflix. Te la recomiendo si te gusta el cine de acción o el cine de género, la disfrutarás mucho.

Escrito por Daniel Farriol

Clímax y el caos desatado por la droga

He de reconocer que Gaspar Noé ya me impactó tremendamente con “Irreversible”. La vi con apenas diecisiete años y ciertas imágenes aún siguen pegadas en mis retinas. Por este motivo, fui angustiado al pase de Clímax, al tratarse de una película de terror de ese director que me fascinó y me traumatizó a partes iguales.

La última película de Gaspar Noé tiene muchos elementos que la entroncan con el género de terror. Sin embargo, no es una película de terror al uso, ni siquiera una película convencional. En ella no hay sustos, ni asesinos en serie, pero sí muertes y escenas que te revuelven el estómago.

En Clímax se aborda un terror muy real, el de ser drogado contra tu voluntad. Gaspar Noé nos transmite ese terror poniéndonos en la piel de los personajes. Para ello recurre a la iluminación, a los bailes improvisados cercanos a estados de trance, y al uso de largos planos secuencia que nos conducen al caos desatado por la droga.

Una experiencia cinematográfica única

Clímax es una explosiva película que gira en torno a la vida, la muerte, el sexo, la maternidad, y las drogas, aderezada con una potente banda sonora y unas escenas de baile hipnóticas. Todos estos elementos son llevados al extremo desembocando en un clímax lisérgico y obsceno.

La última película de Gaspar Noé es una obra de arte única, una experiencia cinematográfica en la que reina el caos y en la que el director nos lleva de una provocación a otra. La película comienza con los títulos de crédito finales, y a lo largo del metraje hay insertos de textos que producen una extraña mezcla de carcajada y reflexión sobre lo que estamos viendo.

Esto es una pequeña muestra de las muchas provocaciones que tiene la película, que van desde rupturas narrativas a escenas brutales pasando por el humor bizarro o escenas de sexo en las que hay parejas de todas las inclinaciones sexuales.

Clímax tiene numerosos puntos fuertes, como traer de vuelta a un Gaspar Noé cercano al de “Irreversible”. Pero sin duda su mayor logro es hacer al resto de películas anticuadas. Y eso que parte de un hecho ocurrido hace veintidós años y con una banda sonora del siglo pasado.

Conclusión

Clímax es para mí una de las mejores películas que he visto. Va a hacer que se te desencaje la mandíbula hasta límites insospechados, que te retuerzas en la butaca y que te incomodes, pero nunca querrás apartar la mirada de la pantalla.

Es una absoluta obra de arte hipnótica, aunque no será del agrado de todos ni tiene por qué serlo.

Escrito por Otto Buendía
https://cinemagavia.es/climax-pelicula-critica/

*La tragedia de los niños robados

El problema social que intenta presentar Sobre todo de noche fue un escándalo que se ocultó durante los años setenta en Madrid y puso en el punto de mira a los hospitales maternos de la capital.

A pocos años de finalizar la dictadura de Franco, las monjas y sacerdotes seguían teniendo un gran poder tanto en la educación del pueblo español como en el sistema hospitalario estatal. Su influencia era especialmente notoria en aquellos hospitales donde acudían las familias más humildes en busca de ayuda.

Según el reportaje de Nicholas Casey para el New York Times Magazine, las religiosas encargadas de velar por las mujeres embarazadas más pobres les recomendaban a estas futuras madres que dieran en adopción a su criatura. Las adopciones pactadas con familias adineradas suponían beneficios tanto para los hospitales, que estaban a rebosar de jóvenes encintas sin educación sexual, como para aquellas parejas que no podían tener hijos biológicos.

En los ochenta salieron a la luz los primeros casos de “niños robados”. Estos niños habían sido adoptados por familias pudientes sin el consentimiento o la consciencia de los padres biológicos, a los que se les decía que su hijo había muerto durante el parto.

Cabe destacar que en otras dictaduras como la de Argentina (1976-1983) se consintieron las mismas prácticas a la vez que en España, lo cual abre un debate sobre quiénes fueron los responsables directos de estos sucesos. Por ello su director se refiere a Sobre todo de noche como una “historia política”.

*Una apuesta por el cine experimental

Paradójicamente, Sobre todo de noche no pone el foco en la historia de las víctimas, sino que juega con el guion hasta confundir al espectador con referencias nada intuitivas si se tiene poco conocimiento sobre teatro y cine. Esto, pese a la originalidad de la estructura que sigue la película, convierte la obra en un ensayo a medio camino entre el género experimental y el independiente, pretencioso y nada recomendable para quien busque engancharse a un buen melodrama.

No tiene mucho sentido un tema político y social dentro de una obra que, desde el principio hasta el final, es un abuso de recursos cinematográficos con los que el director parece intentar lucirse en lugar de un homenajear a aquellas mujeres cuya maternidad fue borrada en secreto.

*Conclusión

A Sobre todo de noche le falta empatía y le sobra frivolidad. Lo que podría haber sido una historia conmovedora, se transforma en un rompecabezas que no va a ninguna parte. Es otra gran oportunidad que se queda en un experimento visual sin el apoyo de una trama coherente. El dolor de los protagonistas apenas se intuye, pues lo va difuminando un lenguaje que, conforme avanza la película, gana cada vez más complejidad.

Escrito por Helena Menéndez

*Retrato de las atrocidades históricas

Más allá de la propia narración, Los colonos busca reflexionar acerca de la construcción de las naciones modernas y sobre el colonialismo de Sudamérica. En forma de western pausado nos encontramos sumergidos en un territorio hostil en el que destaca tanto el tratamiento del sonido y la fotografía.

Pese a la belleza visual de los paisajes, Los colonos retrata una historia cruda, violenta y salvaje porque nos invita a acompañar una expedición para reclamar unas tierras de la Patagonia a finales del siglo XIX. La tensión entre los tres integrantes de esta marcha, un mestizo chileno, un militar inglés y un mercenario estadounidense irá en aumento a causa de sus muchas diferencias.

Los tres hombres son un reflejo de las diferentes posturas respecto al conflicto colonial. Los diálogos, llenos de tensión y dobles lecturas, llenan la pantalla y acompañan a la bella fotografía de Los colonos.

*Cine de autor chileno

Los colonos no es una película para todo el mundo. Felipe Gálvez Haberle consigue sacar unas magníficas actuaciones de todo el reparto, especialmente de Alfredo Castro y Mark Stanley. Sin embargo, el ritmo puede pasar de pausado a lento. Ese es el gran debe de la película.

Los colonos tarda en arrancar pero cuando lo hace sabe construir perfectamente el conflicto. En ese sentido, la escena con los militares argentinos es maravillosa. Asimismo, la segunda parte y la escena final concluyen el relato con gran acierto. Pero, a pesar de todo, el ritmo se puede llegar a hacer pesado en algunos tramos y quizá eso aleja a parte del público.

*Conclusión

Los colonos es un gran debut cinematográfico. En este western chileno se exploran los traumas del colonialismo con unos grandes diálogos y una cuidada puesta en escena, con especial atención a la fotografía. Sin embargo, el ritmo pausado de la película no es para todo el mundo y puede llegar a resultar cargante, especialmente durante la primera parte.

Escrito por Guillem Uceda i Oliver