No me esperaba demasiado de esta película, pero a pesar de ser bastante mala y una demostración más de que el cine español no pasa por sus mejores momentos en lo referente a ideas, está entretenida. Un guión bastante cutre, personajes prototipos, las mismas situaciones gamberras e hilariantes que ya son características de nuestras películas y series nacionales... vamos, nada nuevo, pero por lo menos pasas un buen rato en el cine y te echas unas risas.

Lo mejor, las situaciones ridículas que protagoniza Mario Casas.
Lo peor, que no aporta nada nuevo y es muy previsible.

Es imposible no pensar en tus vivencias personales después de haber leído el libro "Rebeldes", de Susan E. Hinton. Te planteas montones de cosas, situaciones, problemas... y tal vez algún aspecto del libro tenga algo que ver con un recuerdo lejano que se aloja en tu mente y que tú viviste alguna vez.
La película es de mis favoritas, mayoritariamente por la impecable adaptación libro-film. El reflexivo Ponyboy, el tímido Johnny, el irreverente Dallas, el atolondrado Soda, el divertido Two-Bit... todos ellos, y el resto de personajes de la película, lanzaron a la fama a gente como Matt Dillon, Patrick Swayze, Emilio Estevez, Ralph Macchio... Además, retrata el mundo de las peleas callejeras de forma que acabas metido hasta en fondo en la historia, y el final te hace soltar alguna que otra lagrimilla.

Lo mejor, todo.
Lo peor, el ritmo vertiginoso de la historia que tan sólo se centra en los sucesos pasando por alto los pensamientos de Ponyboy, tan bien relatados en el libro.

De pequeña, m solían preguntar cuál era mi película favorita. Pero yo no respondía como el resto de mis compañeros (La Bella y la Bestia, Pinocho, Peter Pan...). No. Yo, ni corta ni perezosa, decía: "West Side Story".
Puede que no tuviera ni la edad ni la mentalidad suficientes como para llegar a comprender la película, pero las coreografías y las canciones me encandilaban. Podía pasarme toda la tarde tranquilamente viendo la película y canntando: "I like to be in América, OK by me in América, everything free in América... for small fee in América..."
También os puedo confesar que de pequeña quería vivir en West Side de Nueva York en los años 60 , estaba enamorada de Riff y bailaba al ritmo de todas y cada una de las canciones de la película. No había tarde en la que no escuchase la banda sonora o viese un trocito de la película. Estaba realmente obsesionada (hoy veo que mi hermana hace exactamente lo mismo con las películas de la Barbie y me da la risa).
Y ahora dejaré de recordar nostálgicamente mi infancia para pasar a hablar de la película. No podría criticarla en exceso, tal vez algunas escenas pequen de surrealistas y azucaradas, pero fuera de eso, me parece bastante impecable en todos los sentidos. Destacaría las actuaciones de Rita Moreno y George Chakiris en los papeles de Anita y Bernardo y el inolvidable Russ Tamblyn como Riff (que, como ya he dicho anteriormente, me tenía cautivada de pequeña).
En cuanto a las canciones, me quedo con tres: "América", o la cara y la cruz de la inmigración, "Cool" o la necesidad de mantenerse sereno tras un asesinato y con la presencia de la policía, y "Somewhere", preciosa cancion que resume la historia de Tony y María.
Un nueve. Y porque ninguna película es perfecta.

Estamos acostumbrados a que el género del terror en la actualidad se limite a matanzas que carecen de lógica, muertes previsibles y estúpidas, sustos facilones y gore, mucho gore. Es algo que vende, sobre todo entre el público adolescente (¿quién no ha ido al cine un sábado por la tarde con los colegas a atiborrase de palomitas mientras ve una carnicería del estilo de las de "Saw"?). Un género que se ha convertido en algo puramente comercial.
Por eso, es complicado encontrar una película de miedo del siglo XXI que sorprenda, mantenga en vilo, guste y, encima, te haga pasar un mal rato. Todo a la vez.
"Destino final" tiene un guión muy bueno, una trama interesante, intrigante y que te hace chillar o dar un respingo en el momento adecuado, situaciones que te hacen mirara fijamente a la pantalla intentando averiguar qué pasará o cuál será la próxima muerte, y un reparto que convence (desde luego, el protagonista es expresivo a más no poder y el resto de adolescentes están completamente metidos en su papel). Ingredientes sublimes que hacen que el filme funcione, y lo más importante, que dé miedo.

Soportable película que narra las peripecias de una familia maldita a causa del amor de fatal desenlace entre un hombre rico y una sirvienta, y que afecta a Penélope, una joven con nariz y orejas de cerdo cuya muerte fue fingida por sus padres y todos los hombres de su condición rechazan.
Desde el principio, este film "mágico" con vueltas de tuerca continuas, algún que otro toque de humor con algo de gracia y una misteriosa Christina Ricci, se antoja infantil y previsible, aunque logra entretener. La típica fábula cuya moraleja es que tenemos que gustarnos tal y como somos, que la belleza está en el interior, que triunfamos si somos valientes... vamos, un revoltijo de tópicos sólo aptos para menores de doce años.