Película de acción, de polícias y ladrones, en el clásico y atractivo blanco y negro, con un James Cagney que interpretaaba como nadie los papeles de dlincuentes, matones y antisociales.

En esta ocasión Cagney hace de un jefe de banda de atracadores y asesinos que cuando se ve acorralado por la policía y en vistas de que le condenarán a pena de muerte, se presenta voluntariamente en otra ciudad y se declara autor de un delito de atraco sin muertes que sólo le representa dos años de cárcel.

Virginia Mayo aparece en toda la historia como una bella y ligera mujer.

Lo mejor de la película es la fotografía de Agnès Godard, abierta a los escenarios naturales llenos de iluminación natural de la costa de Yibuti, ese pequeño país del Cuerno de África, que limita al Norte con Eritrea, al Oeste con Etiopía, al Sudeste con Somalia y al Oeste con el Mar Rojo y Golfo de Adén.

En Yibuti se desarrolla el argumento, de una sección de soldados del ejército francés al mando de un Sargento y Comandante, encargados de la vigilancia de un área de la costa. Allí, en medio de la instrucción militar, el planchado de ropa, los ejercicios gimnásticos, el aburrimiento, etc., se sucedará una relación de respeto-irrespeto entre el sargento y un raso.

Pero lo dicho, el paisaje es lo auténticametne apabullante de la película, lo que sobrecoge y desplaza la historia en sí, que no es precisamente brillante ni tiene el más mínimo interés.

Notable film de suspense y escenas fuertes o desagradables, pero naturales; al menos me parece mucho mejor que otros de desagrado artificioso vistos en 2006. Lo curioso es que PREY (presa) apenas ha tenido resonancia o publicidad.

Unos turistas con muchachos impertinentes se complican la vida en medio de la sabana africana. Al niño menor le entran ganas de orinar cuado el jeep va por el medio de la sabana salvaje, el guía conductor le da una botella vacía para que lo haga dentro del vehículo, pero el niño quiere hacerlo fuera y a solas junto a un arbolito (¡joder con el niño!); de repente, de la manera más tonta, todos pasan de seguros visitantes observadores de animales salvajes a ser objetivo y presa de una manada de leones hambrientos. Como suele ocurrir en la vida, en situaciones normales y sin problemas graves, siempre hay personas que no se soportan y se repelen mutuamente; sin embargo, el miedo, el dolor y las experiencias terribles vividas codo a codo harán que se valoren, aprecien y hagan amigas.

La película tiene un ritmo excelente, mucha lucidez de imágenes, desgarradoras escenas, y un suspense o tensión con sustos de alto grado. Es una película simple pero notable.

Interesante, pero no mucho más. Las historias que entreleza el director y nos cuenta a ritmo acelerado, salvo la del conferenciante dedicado al negocio de lider machista que da cursos a hombres para que aprendan a "NO PEDIR DISCULPAS POR LO QUE NECESITAN" (interpretado por Tom Cruise), el resto de personajes y narraciones son de salsa sin fu ni fa.

Por supuesto me sumo a los que han visto esta "Magnolia" y consideran que lo mejor del film es el chaparrón o lluvia de macos, un fenómeno auténticamente extraordinario pero verídico que ocurre a veces en nuestro planeta.

Una fina mujer de Paris y un comandante militar a cargo de la catalogación de muertos y desaparecidos en la guerra, se cruzan, se enfrentan, se atraen, se enamora...; pero por lo general la vida y sobre todo lo habido en la mente de las personas son universos demasiado complejos para comprenderse o responder a soluciones preconcebidas.

Film muy serio, de tonos grises, que otorga consideración y respeto a los que dieron su vida por la patria y a los familiares que los perdieron; pero que igualmente una vez han sido homenajeados y recibidos sus minutos de gloria y honor, al hoyo con dichos muertos; pues los vivos han de seguir bregando sobre la tierra y buscándose sus bollos.