Película de acción, de polícias y ladrones, en el clásico y atractivo blanco y negro, con un James Cagney que interpretaaba como nadie los papeles de dlincuentes, matones y antisociales.

En esta ocasión Cagney hace de un jefe de banda de atracadores y asesinos que cuando se ve acorralado por la policía y en vistas de que le condenarán a pena de muerte, se presenta voluntariamente en otra ciudad y se declara autor de un delito de atraco sin muertes que sólo le representa dos años de cárcel.

Virginia Mayo aparece en toda la historia como una bella y ligera mujer.