Haz click aquí para copiar la URL
Chile Chile · Santiago
Críticas de KRIVO
<< 1 10 11 12 13 14 15
Críticas 75
Críticas ordenadas por utilidad
8
10 de julio de 2023
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera sensación que me produce el ver The Program, como aficionado al ciclismo hace décadas, es que la película me entretiene desde el minuto uno hasta los créditos finales. La he visto unas cuantas veces y probablemente volveré a verla de vez en cuando. Por lo tanto, mi apreciación tiene una dosis de subjetividad.

Cuenta una historia apasionante y reveladora, que todos los aficionados al deporte del pedal obviamente conocíamos (y bien). Pero como hay y se realizan pocas películas sobre ciclismo, sobre todo modalidad de ruta, bienvenida sea ésta, con sus fortalezas y debilidades.
Muestra la cruda realidad del doping, pero además de eso, es una historia sobre el poder y la manera de conservar ese poder. Cuando llega Armstrong al ciclismo, evidentemente el doping era una práctica histórica. Sólo que él y su equipo empezaron a hacerlo mucho mejor.
Esa manera finalmente fue develada a través de una investigación judicial y periodística y la posterior confesión de los propios ciclistas implicados.

¿Algunos reparos como película? Puede ser cuestionable que se pretenda mostrar o quede la sensación de que el deporte de las dos ruedas silenciosas, sea el único o el más contaminado con el flagelo del doping, cuando, en realidad, son muchas las disciplinas deportivas que recurren a sustancias químicas para incrementar el alto rendimiento. De eso hay abundante evidencia y bullados casos. Al respecto véase el excelente documental "Icarus".
Pero ese es un tema más de fondo, y que dice relación con los múltiples intereses que giran en torno a las competiciones deportivas de nivel mundial, la obsesión por el triunfo y la institucionalización de ciertas formas de alcanzar victorias y medallas. Es todo el deporte comercial y los contratos millonarios de insumos deportivos, de bicicletas, zapatillas, vestuario, equipamiento, accesorios, etc. que están asociados al rendimiento y a la televisión. Esto seguirá ocurriendo y es imparable.
En la cinta de Frears, sólo tangencialmente se hace esa reflexión conceptual, para centrarse más bien en el denominado “programa de doping más sofisticado en la historia del deporte mundial”, con un tono de denuncia y algunos elementos de documental. Y respecto a cierta hipocresía sobre el tema de las drogas en el ciclismo (y el deporte de alto rendimiento en general), cito la mítica frase del antiguo ganador de 5 Tour de Francia, el francés Jacques Anquetil: "El Tour no se gana sólo con agua mineral".

Puede también cuestionarse la poca profundidad que se da a la vida privada de Armstrong, previa a su enfermedad de cáncer y a su primer triunfo en el Tour de Francia. Su infancia y adolescencia sin padre, su formación a cargo de una madre participativa y motivadora, lo cual marcó su personalidad.
Puede uno, finalmente, tener reservas con el poco énfasis que se da a la causa que, en rigor, desencadenó el descubrimiento de todo el minucioso y elaborado plan que Armstrong había desarrollado para ganar sus 7 Tours. Esa causa no es otra que el retorno de la estrella estadounidense a la carrera francesa en 2009. Impulsado por su desmesurada ambición, quiso demostrar al mundo que podía volver a ganarla, estando “limpio”. El propio Lance confesó años después, que ese fue su principal y fatal error. El regreso, cuando no tenía ninguna necesidad de hacerlo.
Pero también debo señalar que, de haber considerado o profundizado en todo lo anterior, resultaría una película de más de 3 horas de duración.

Dentro de lo cinematográfico propiamente tal, destaco de inmediato la brillante y carismática interpretación de Ben Foster. Su aplomo, sus silencios, sus sonrisas decidoras, su discurso manipulador, su ejercicio de autoridad y poder en el pelotón, incluso su habilidad arriba de la bicicleta, le dan un enorme verismo a su rol de Lance Armstrong. Para premiarlo. Su performance eleva notoriamente la puntuación de la película.
Del mismo modo, Chris O'Dowd está muy convincente como el agudo y pertinaz periodista que no le pierde pisada al campeón. Jesse Plemons está notable como el ciclista estadounidense Floyd Landis y Guillaume Canet se ve muy metido en su papel como el médico Michele Ferrari (un genio de la fisiología del ejercicio), líder de todo el proceso, el cual es llevado desde un enfoque rigurosamente científico, lo que explica su enorme efectividad. Denis Menochet está muy creíble como el entrenador del equipo. ¿Dustin Hoffman? Episódico, con su acostumbrado oficio, pero su pequeño rol no da para el lucimiento.

Con un comienzo espectacular, y que deja en claro para el público general cuál es el evento deportivo más duro del planeta, la película tiene gran ritmo, una dirección ágil, alterna imágenes reales de archivo (que son una delicia para los aficionados al ciclismo) con otras recreadas con magnífica interpretación actoral. Presenta a los personajes de manera dinámica y va creando interés, en una trama bien urdida que va in crescendo, con algunos giros interesantes. Muestra adecuadamente el mundo interior del ciclismo de élite profesional, sus códigos, sus prácticas, sus mitos y el entusiasmo desbordante de los aficionados por un deporte que tiene mucho de épica. También hay espacio para el drama, la emotividad y el lado humano de los corredores y especialmente de Armstrong (al frente de su Fundación, cómo enfrenta su enfermedad, etc.), mostrando una ambivalencia que puede parecer desconcertante.
Me gustó también la música, contribuye a crear un clima atractivo reforzando el notable ritmo de la película.

En resumen, un buen producto en general, considerando que no es nada sencillo hacer una película que tenga al ciclismo profesional como foco (y en realidad, a cualquier deporte de alto nivel, recreando a los deportistas con actores), sin caer en el documental puro y duro.

Trama y desarrollo = 7.0
Guión = 7.0
Protagonista principal = 10
Protagonistas secundarios = 8.0
Fotografía = 9.0
Música = 8.0
PROMEDIO = 8.1
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
KRIVO
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
20 de abril de 2023
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buenísimo spaghetti-western de Tonino Valerii, es más serio de lo habitual en este sub-género, alejado de las frivolidades de guión que caracterizan a estas producciones, pero, como trasfondo, con similar tono de sibilina crítica al origen del sistema de sociedad de Estados Unidos en el Viejo Oeste. Con esa dicotomía ambigua que es la relación entre el orden-la ley-poder del dinero, por una parte, y el uso de las armas-violencia institucionalizada, por la otra.

El director hace un buen retrato, con pinceladas acertadas, del cuadro social y económico en el pueblo de Clifton y el desdén de la “gente de bien y civilizada” hacia los desdichados que trabajan como mano de obra barata en míseros oficios y expuestos al desprecio y a los vejámenes de los poderosos, no obstante éstos tienen sus propias miserias de tipo ético-moral, para llegar a ocupar el status que tienen en la comunidad.
Observamos el vínculo entre mentor y discípulo, a través de una especie de decálogo del pistolero efectivo y ganador para sobrevivir en el Salvaje Oeste.

Lee van Cleef, una vez más, llena la pantalla con sus intervenciones, en posesión plena de su papel, con su oficio y carisma característicos. Compone un personaje del todo interesante (el experimentado y efectivo Talby), que nos muestra una evolución inquietante. Sólo decir que al final resulta no ser lo que insinuaba en un comienzo, cuando lo vemos como ese maestro bien inspirado (aunque duro en su “metodología” de enseñanza). Se pueden entender esos cambios en su conducta y actitudes, porque conoce muy bien las fechorías de los "respetables" que controlan el pueblo. Y tiene cuentas que saldar ahí. Al final, él es un pistolero frío, pragmático, imperturbable, certero, amoral, chantajista y que sólo se mueve por sus objetivos. Y si alguien los dificulta cruzándose en su camino, no le tiembla la mano y será eliminado.

Se podría pensar que su co-protagonista, Giuliano Gemma, palidece a su lado. Pero no. Éste va ganando aplomo y carácter con el correr del metraje como el joven aprendiz Scott, con un desvalido pasado, hijo de padre desconocido y de una mujer que trabajaba en el burdel de la localidad. Su mayor pretensión es transformarse en un eficaz pistolero y así ganarse el respeto de sus vecinos del pueblo, que “trapean” con él. Se le ve menos sonriente y acrobático que en sus películas de “Ringo” (aunque algunas maniobras muestra), pero convincente en lo que quiere transmitir. Aunque creemos que su transformación de un joven pusilánime y castigado en el veloz y letal pistolero que llega a ser, es muy rápida, se requería mayor gradualidad. El antes y el después se nos antoja algo brusco. El casi andrajoso Scott del principio, que se come sus buenas golpizas, después se lo ve hasta vestido con prestancia y actitudes matonescas, altaneras y revanchistas hacia quienes antes lo humillaban. Quizás el director no quiere ocupar demasiado tiempo (alargar la cinta) en describir el cambio. Aunque el joven ya había tenido las primeras instrucciones en el uso del revólver y las diversas características de esas armas, en un vínculo casi filial, con su primer tutor, el ex-sheriff Murph (un buen Walter Rilla). De modo que ya algo sabía en lo técnico y en velocidad para desenfundar. Sólo le faltaba dejar de lado su apocamiento y sus escrúpulos para convertirse en un pistolero de temer, con la necesaria dosis de seguridad y descaro, propia de su mentor Talby.
La sorpresa vendrá en la parte final, con las lecciones muy bien aprendidas por el discípulo y la vuelta de mano.

Es una película muy entretenida, gran ambientación, correctos secundarios, de buen ritmo y estupenda banda sonora de Riz Ortolani, marcando las pautas de cada escena y los personajes principales. Vemos un destacado montaje y puesta en escena, de imágenes “limpias”, buenos encuadres y panorámicas (de tipo western clásico) y diálogos asertivos, algunos punzantes y salpicados de humor negro. Buenos tiroteos y un duelo final para entrar en la galería top-ten de los duelos spaghetti.
Muy recomendable.

Me gustó bastante más que “Mi nombre es ninguno” del mismo director.

Ojo, que la versión subtitulada en español y comercializada en DVD (la que yo personalmente tengo) tiene unos 20 minutos menos de metraje que la versión doblada al español y que circula en youtube, de 1 h. 49 m. aprox. Afortunadamente descubrí esta versión larga en youtube. Y que nos muestra la trama más completa, que también le da sentido a ciertas escenas y detalles, que no aparecen en la variante corta.
KRIVO
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
12 de abril de 2020
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi el "El Hoyo" sin mayores referencias previas, salvo que por estos días es muy popular en Netflix (lo que no necesariamente signifique mucho decir). Tiene un comienzo atrapante y perturbador. Novedosa, con diálogos iniciales sugestivos y casi hipnóticos, mediante actuaciones convincentes, anuncia una trama que se proyecta como altamente interesante. En cierta forma, una alegoría crítica a la sociedad capitalista, a través de mostrarnos la particular estructura y desquiciado funcionamiento de una cárcel en una sociedad distópica. Pero lástima que se queda en el anuncio.
A poco andar, uno se da cuenta de la ausencia total de sutileza en la crítica social implícita, aparece el gore excesivo salpicando la pantalla como una muestra explícita de la violencia e instinto de supervivencia más brutal de la especie humana. La trama se desperfila, la película entra por caminos surrealistas haciendo uso de herramientas oníricas básicas (recurso simplista que permite mostrar lo que se quiera).
Esperaba mucho más del momento del "mensaje", (aquel postre italiano), esa secuencia insinúa bien, parece que la cinta va a levantar y retomar el interés del principio, pero nuevamente se queda en el esbozo. El "mensaje" es un aspecto que -a priori- se vislumbra como un elemento que podría haber desarmado toda la lógica de funcionamiento presidiario y su barbarie. ¿Por qué? Porque mi lectura de la organización de ese centro de reclusión se basa en el principio de "El hombre es un lobo para el hombre", siguiendo a Hobbes. Y, como contrapartida, se podría haber desarrollado el principio del "El hombre es bueno por naturaleza, la sociedad lo corrompe y lo hace malo", siguiendo ahora a Rousseau, y valores tan humanos como la solidaridad y el altruismo (el ayuno por ejemplo), terminarían por trastocar toda esa lógica de salvajismo y bestialidad en que descansa el distópico sistema carcelario. Éste me parecía un enfoque muy interesante y provocador, pero evidentemente no ocurre así y esa parte del relato se diluye al final, la solución no es clara, dejando un mar de dudas.
En resumen, la película me parece una idea muy original, expresada en un guión interesante, pero con altibajos, donde la crítica ideológica sólo es tangencial, desvanecida por la truculencia de sus imágenes, provocando -en lo inmediato- más impacto que reflexión.
La califico con nota 6, que en concepto de esta página precisamente equivale a interesante. Pero no más que eso.
KRIVO
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
5 de septiembre de 2020
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Más allá de la montaña", tiene un buen comienzo, promete y lo engancha a uno para descubrir qué nos deparará esta historia de sobrevivencia en las cumbres nevadas. Pero después del accidente, (e incluso durante el mismo evento con lo ocurrido al piloto de la avioneta) ya es fácil darse cuenta de por dónde irá la cosa. Es una película llena de situaciones inverosímiles y convencionales, en cuanto a una catástrofe aérea en una frágil avioneta. Muchos cabos sueltos. ¿Cómo los protagonistas van a tener todo a la mano ? ¿Un perro de raza no feroz que se salva frente a un puma hambriento o éste tenía buen corazón y dejó ir al labrador? ¿El médico negro sólo queda con unos pocos rasguños después del terrible accidente aéreo o puede continuar aún fracturado? ¿La pareja tenía justo un vestuario adecuado a cada talla dentro de la avioneta?
Después, empieza otra historia paralela y previsible. Lenta, de romance sin nervio, pero también poco creíble, considerando que ella viajaba a casarse y él era casado. Diálogos poco profundos, algo de suspenso, pero en situaciones previsibles. Lo único destacable para mí es la bella fotografía (algo no difícil, en todo caso, tratándose de la geografía en que se localiza la historia).
Superar lo que se logró con "Viven" es una cota muy alta (especialmente en cuanto al guión). Mejor no volver a filmar historias parecidas, porque la comparación será inmediata.
. En resumen, una película muy floja, que tuve que ver en TV abierta (en pandemia) francamente para el olvido.
KRIVO
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
25 de agosto de 2020
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tiene aspectos interesantes esta versión sobre el mítico personaje de Bram Stoker. Esa ambientación de época, bien lograda, esa tonalidad general, ese derruido castillo en la abadía inglesa, su mejor momento cuando es iluminado completamente con velas por el Conde esperando la visita de Lucy, esos carruajes, ese navío y el naufragio del comienzo, algunos diálogos (pocos). Sin embargo, el año en que se sitúan los hechos (1913) me parece que le quita la fuerza gótica y el embrujo propio de la ambientación clásica, al incluir vehículos motorizados (la modernidad ha llegado, pero no hay mayor reflexión sobre el punto) que obviamente sobrepasan a los carruajes en las persecuciones provocando un curioso desfase epocal, que en todo caso, es un aspecto secundario en la trama general, pero lo consigno aquí.
La rápida aparición de Drácula (ya hablaremos de la interpretación de Frank Langella), en la escena social tampoco resulta convincente y le quita el halo de misterio no exento de terror, que debe tener el personaje. Bastante comunicativo, este Conde se siente a sus anchas en sociedad, pese a su soledad intrínseca. Asimismo, otro giro en la historia es el voluntario deseo que siente Lucy (papel trastocado aquí con Mina) por el vampiro, más allá del poder mental de éste, quien además de trepar por las paredes, puede convertirse en lobo nocturno y huir fácilmente de cualquier sitio cuando se siente perseguido. Hay aquí evidentemente alusiones a la novela de Stoker, pero no deja de ser casi una extravagancia, a la luz de un par de cintas para el recuerdo que nos dejó la Hammer sobre el maligno y magnético conde transilvano (sus dos primeras versiones) y el clásico de la Universal, en menor medida.
¿Langella? Ya está dicho en el título. Muy tenue su representación, insinúa bien al comienzo, porque hay cierto toque de elegancia y seducción para las féminas, resalta esa aureola mezcla de carnalidad y romanticismo, pero se va diluyendo y no tiene nada más que mostrar. Resumiendo, un desvaído Drácula (pese al notorio maquillaje), no intimida, ni colmillos tiene, carece del combustible que el personaje requiere. Una interpretación que no será para el recuerdo (similar a lo ocurrido con Gary Oldman en el sobrevalorado film de Coppola). Muy alejado del incomparable Christopher Lee, que clavó el Drácula definitivo, haciendo una creación del personaje, imperial, siniestro y magnético a la vez, independientemente de que quizás se sobregiró al realizar tantas interpretaciones del papel que lo lanzó a la fama, en producciones de desigual calidad, aunque siempre dando el tono y el sello inconfundible por el que será recordado.
Respecto a los demás personajes, me decepcionaron particularmente dos de ellos, pues están interpretados por actores de renombre. Me refiero primero a Van Helsing, aquí veo desganado al muy reconocido Laurence Olivier, más encima, deteriorado físicamente, rasgos que no le vienen al personaje. Sólo en el momento final de la película levanta su nivel, mostrando el caza-vampiros una reacción inesperada que logra sorprender.
Hay que tener presente que el Van Helsing clásico del cine (no tanto el de la novela) es un personaje decidido, valiente y activo, además de conocedor del tema vampírico (en este punto Olivier sí da el tono). Cómo no comparar con el inolvidable Peter Cushing, el mejor Val Helsing del cine, el más genuino, el más serio, el más convincente. Y la segunda decepción es el personaje de Donald Pleasence, con una interpretación de poca fuerza, sin energía, pusilánime, indefinido su personaje, casi para el olvido.
¿Las féminas? Muy bien Kate Nelligan, hace un papel convincente como Lucy, le da fuerza y carácter a su rol
y Jan Francis como Mina, en un desempeño sin brillar, cumple con lo justo. Se ha destacado la música de John Williams, claro, es un compositor brillante, aquí aporta lo suyo y deja su impronta, con esta melodía melancólica dotada de un halo romántico.
En resumen, esta película de Badham la califico sólo como "interesante", pero no le alcanza para entrar en la galería de las grandes sobre el tema. .
KRIVO
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 10 11 12 13 14 15
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow