You must be a loged user to know your affinity with German
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
23 de octubre de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Madraza es el primer largometraje de Hernán Aguilar. Envidiable debut fílmico del director y guionista, que aprovecha al máximo la oportunidad para hacer gala de su habilidad en ambos campos.
La trama sigue los pasos de Matilde, una ama de casa que se encuentra repentinamente en una complicada situación financiera cuando su marido es asesinado durante un asalto. Sin embargo, en un singular revés del destino, Matilde es capaz de revertir su caída en la pobreza estructural cuando consigue trabajo como sicario. Entonces, la protagonista deberá balancear sus relaciones personales con su atípica profesión.
El apartado técnico de esta producción es muy llamativo, sobre todo en lo relativo a las escenas de acción; está claro que el grueso de los recursos fueron invertidos en su filmación. Estas hacen gala de muy buenos efectos especiales (sobre todo comparados con lo que se acostumbra a ver en el cine argentino), pero las coreografías no se encuentran a la altura de las circunstancias. Sospecho que esto se debe a la falta de experiencia de los intérpretes, el cine de acción requiere de profesionales con un surtido de habilidades muy particular.
La edición oscila entre estilismo y austeridad. Montajes dinámicos son sucedidos por una fotografía bastante estática en los momentos de menos tensión, muchas escenas de conversación se podrían haber beneficiado de una mayor variedad de encuadres que enfatizaran la acción.
El grueso de esta película se apoya en la fuerza del guión. Este se sale de los cánones que el "nuevo cine argentino" elevó al nivel de dogma, alejándose del "cinema verite social" en favor una trama policial relativamente fantasiosa con personajes y circunstancias típicamente argentinas. Aguilar demuestra una gran atención por los pequeños detalles y combina drama con comedia de forma magistral. En este sentido esta producción me recuerda a la filmografía de Fabián Bielinsky (Nueve Reinas, El aura) y espero que otros cineastas puedan seguir trabajando en esta linea en el futuro.
El reparto de esta producción complementa a la perfección al guión. Desde los más reconocidos, como Gustavo Garzon o Sofía Gala, hasta los de reparto, todos interpretan sus roles a la perfección. Estas actuaciones hacen más llevaderas las largas escenas de conversación y dotan a la producción de un realismo que se apoya en las relaciones de los personajes. Quizá la más débil de las interpretaciones es la de la protagonista, Loren Acuña, que flaquea un poco en los momentos dramáticos.
Un aspecto del guión que me resulto un tanto controversial fue la apología casual que hace a la profesión de sicario. En una producción con un guión de menor calidad este aspecto no se me cruzaría por la cabeza, pero en este caso no pude evitar fijarme en ella. Sin embargo, las relaciones entre los personajes son el elemento más importante de la historia y, en este aspecto, el mensaje de la película es muy positivo. Sin entrar en detalles, la trama gira en torno a personas solitarias que son capaces de formar relaciones significativas cuando aprenden a aceptarse por lo que son, más allá de lo que aparenten ser. Sospecho que la antítesis entre estos dos aspectos del guión no es completamente intencional, pero no alcanza a desmerecer el producto final.
En conclusión, Madraza es una producción muy entretenida que señala el camino hacia otras formas de hacer películas. La recomiendo para todo el mundo, en particular para los eternos detractores del cine argentino, quizá esta producción les ayude a cambiar de opinión.
La trama sigue los pasos de Matilde, una ama de casa que se encuentra repentinamente en una complicada situación financiera cuando su marido es asesinado durante un asalto. Sin embargo, en un singular revés del destino, Matilde es capaz de revertir su caída en la pobreza estructural cuando consigue trabajo como sicario. Entonces, la protagonista deberá balancear sus relaciones personales con su atípica profesión.
El apartado técnico de esta producción es muy llamativo, sobre todo en lo relativo a las escenas de acción; está claro que el grueso de los recursos fueron invertidos en su filmación. Estas hacen gala de muy buenos efectos especiales (sobre todo comparados con lo que se acostumbra a ver en el cine argentino), pero las coreografías no se encuentran a la altura de las circunstancias. Sospecho que esto se debe a la falta de experiencia de los intérpretes, el cine de acción requiere de profesionales con un surtido de habilidades muy particular.
La edición oscila entre estilismo y austeridad. Montajes dinámicos son sucedidos por una fotografía bastante estática en los momentos de menos tensión, muchas escenas de conversación se podrían haber beneficiado de una mayor variedad de encuadres que enfatizaran la acción.
El grueso de esta película se apoya en la fuerza del guión. Este se sale de los cánones que el "nuevo cine argentino" elevó al nivel de dogma, alejándose del "cinema verite social" en favor una trama policial relativamente fantasiosa con personajes y circunstancias típicamente argentinas. Aguilar demuestra una gran atención por los pequeños detalles y combina drama con comedia de forma magistral. En este sentido esta producción me recuerda a la filmografía de Fabián Bielinsky (Nueve Reinas, El aura) y espero que otros cineastas puedan seguir trabajando en esta linea en el futuro.
El reparto de esta producción complementa a la perfección al guión. Desde los más reconocidos, como Gustavo Garzon o Sofía Gala, hasta los de reparto, todos interpretan sus roles a la perfección. Estas actuaciones hacen más llevaderas las largas escenas de conversación y dotan a la producción de un realismo que se apoya en las relaciones de los personajes. Quizá la más débil de las interpretaciones es la de la protagonista, Loren Acuña, que flaquea un poco en los momentos dramáticos.
Un aspecto del guión que me resulto un tanto controversial fue la apología casual que hace a la profesión de sicario. En una producción con un guión de menor calidad este aspecto no se me cruzaría por la cabeza, pero en este caso no pude evitar fijarme en ella. Sin embargo, las relaciones entre los personajes son el elemento más importante de la historia y, en este aspecto, el mensaje de la película es muy positivo. Sin entrar en detalles, la trama gira en torno a personas solitarias que son capaces de formar relaciones significativas cuando aprenden a aceptarse por lo que son, más allá de lo que aparenten ser. Sospecho que la antítesis entre estos dos aspectos del guión no es completamente intencional, pero no alcanza a desmerecer el producto final.
En conclusión, Madraza es una producción muy entretenida que señala el camino hacia otras formas de hacer películas. La recomiendo para todo el mundo, en particular para los eternos detractores del cine argentino, quizá esta producción les ayude a cambiar de opinión.
21 de octubre de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Blindado es una película de Eduardo Meneghelli. En esta ocasión el director viene dispuesto, si no a producir un hito cinematográfico, a posicionarse como una figura sólida del cine argentino.
La trama sigue las desventuras de Omar Luna, un conductor de transporte de caudales que vuelve al trabajo después de pasar unos meses de licencia tras sufrir un accidente automovilístico en el que su mujer y su hija fallecieron. Poco a poco Luna ira reconstruyendo su vida, reconectando con sus amistades y enamorándose de Selva, una joven compañera de trabajo. Sin embargo no todo será tan simple, las vicisitudes de la vida de la joven y la inestabilidad mental del protagonista conspirarán para bloquear su camino.
Uno de los fuertes de esta producción es la simpleza del guión; el foco no está puesto en reinventar la rueda sino en crear una atmósfera creíble. Las interacciones entre personajes emanan calidez y están bien acompañadas de un reparto a la altura de las circunstancias. Luciano Cáceres, Luis Ziembrowski y Lautaro Delgado son solo algunos de los intérpretes que, con discreción y constancia, han ido formándose un respetable currículum a lo largo de los años y le infunden a esta película una cualidad especial.
El apartado técnico también es digno de mención. La fotografía y la banda sonora son discretas y la edición es precisa. Ninguno de estos aspectos deslumbra por su originalidad, pero en conjunto complementan al ritmo de la trama, resultando en una producción con presentación profesional y sin fisuras.
Desgraciadamente, la simpleza es, al mismo tiempo, la mayor virtud y el peor defecto de esta película. Como ya dije, nada defrauda pero tampoco asombra, y eso en si mismo puede llegar a ser una decepción. En el cine argentino independiente abundan las producciones que intentan abarcar más de lo que pueden y las que pretenden disfrazar una falta total de medios e ideas. En este contexto, Blindado representa un éxito (ético y profesional), la recomiendo para los que busquen una historia personal y no teman a la austeridad.
La trama sigue las desventuras de Omar Luna, un conductor de transporte de caudales que vuelve al trabajo después de pasar unos meses de licencia tras sufrir un accidente automovilístico en el que su mujer y su hija fallecieron. Poco a poco Luna ira reconstruyendo su vida, reconectando con sus amistades y enamorándose de Selva, una joven compañera de trabajo. Sin embargo no todo será tan simple, las vicisitudes de la vida de la joven y la inestabilidad mental del protagonista conspirarán para bloquear su camino.
Uno de los fuertes de esta producción es la simpleza del guión; el foco no está puesto en reinventar la rueda sino en crear una atmósfera creíble. Las interacciones entre personajes emanan calidez y están bien acompañadas de un reparto a la altura de las circunstancias. Luciano Cáceres, Luis Ziembrowski y Lautaro Delgado son solo algunos de los intérpretes que, con discreción y constancia, han ido formándose un respetable currículum a lo largo de los años y le infunden a esta película una cualidad especial.
El apartado técnico también es digno de mención. La fotografía y la banda sonora son discretas y la edición es precisa. Ninguno de estos aspectos deslumbra por su originalidad, pero en conjunto complementan al ritmo de la trama, resultando en una producción con presentación profesional y sin fisuras.
Desgraciadamente, la simpleza es, al mismo tiempo, la mayor virtud y el peor defecto de esta película. Como ya dije, nada defrauda pero tampoco asombra, y eso en si mismo puede llegar a ser una decepción. En el cine argentino independiente abundan las producciones que intentan abarcar más de lo que pueden y las que pretenden disfrazar una falta total de medios e ideas. En este contexto, Blindado representa un éxito (ético y profesional), la recomiendo para los que busquen una historia personal y no teman a la austeridad.
Serie
2021
1 de octubre de 2021
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez más me veo atraído por la filmografía de Julien Leclerq, cual mosca a la lámpara eléctrica. Este director, pese a sus fallos y flaquezas, ha desarrollado una variante del genero neo noire por la que tengo debilidad. La ley de oferta y demanda vuelve a entrar en vigor, en términos generales ya se lo que me espera ¿pero podrá Leclerq superar la expectativa esta vez?
En esta ocasión toca analizar Atracadores: La serie, secuela espiritual (o quizá nominal sea un adjetivo más correcto) de la película homónima dirigida y escrita por el director en 2015. La trama de esta producción sigue los pasos de Mehdi, un atracador de alto vuelo que organiza importantes golpes junto a su equipo de elite. Después de años llevando a cabo asaltos exitosos sus compañeros están sentando cabeza y todo indica que el grupo va a disgregarse. Pero es entonces que un narcotraficante secuestra a la sobrina de Mehdi y le obliga a llevar a cabo una serie de peligrosos golpes.
Además del nombre, Atracadores: La serie y Atracadores: La película no tienen mucho en común. Aparte del actor protagonista, Sami Bouajila, todo el reparto es nuevo y, pese a las similitudes de la trama, estas producciones no comparten personajes. Donde se pueden hallar mas similitudes es en el tono del guión; la película y la serie retratan un mundo despiadado, donde las promesas son frágiles y la confianza puede salir caro.
En efecto, el aspecto más notable de esta producción, muy común las películas del director, es el carácter humano de la trama. Desconfianza, impulsividad y arrogancia son los principales motivadores de los protagonistas, que se tranzan en un juego de ajedrez destructivo del que nadie saldrá indemne. El guión se apoya fuertemente en la ironía trágica, desde la posición privilegiada de espectadores podemos apreciar como los personajes se sabotean entre sí, aveces intencionalmente, otras por accidente. Esta forma de presentar la narrativa facilita la conexión con los personajes.
Conceptualmente la trama es muy buena, la ejecución es donde comienzan los problemas. La trama tarda en despegar, durante los primeros capítulos los acontecimientos se encadenan de forma artificial y forzada. Solo es hacia el final de la serie que las motivaciones de cada personaje terminan de madurar y el conflicto central cobra forma y sentido.
Naturalmente las constricciones de tiempo y presupuesto propias de las producciones seriales se hacen notar, sobre todo en las escenas de acción. La mayoría de estas hacen gala de unos efectos especiales y coreografía bastante simples. El estilo de filmación de adoptado es claustrofóbico, se favorecen los planos cerrados y la edición abundante por sobre las tomas amplias de la película de 2015, que permitían apreciar más claramente el curso de la acción.
En conclusión, Atracadores es una serie bastante entretenida y con una trama conceptualmente interesante. La recomiendo para los que estén interesados en el tono y la temática propuestas y estén dispuestos a superar los capítulos iniciales.
En esta ocasión toca analizar Atracadores: La serie, secuela espiritual (o quizá nominal sea un adjetivo más correcto) de la película homónima dirigida y escrita por el director en 2015. La trama de esta producción sigue los pasos de Mehdi, un atracador de alto vuelo que organiza importantes golpes junto a su equipo de elite. Después de años llevando a cabo asaltos exitosos sus compañeros están sentando cabeza y todo indica que el grupo va a disgregarse. Pero es entonces que un narcotraficante secuestra a la sobrina de Mehdi y le obliga a llevar a cabo una serie de peligrosos golpes.
Además del nombre, Atracadores: La serie y Atracadores: La película no tienen mucho en común. Aparte del actor protagonista, Sami Bouajila, todo el reparto es nuevo y, pese a las similitudes de la trama, estas producciones no comparten personajes. Donde se pueden hallar mas similitudes es en el tono del guión; la película y la serie retratan un mundo despiadado, donde las promesas son frágiles y la confianza puede salir caro.
En efecto, el aspecto más notable de esta producción, muy común las películas del director, es el carácter humano de la trama. Desconfianza, impulsividad y arrogancia son los principales motivadores de los protagonistas, que se tranzan en un juego de ajedrez destructivo del que nadie saldrá indemne. El guión se apoya fuertemente en la ironía trágica, desde la posición privilegiada de espectadores podemos apreciar como los personajes se sabotean entre sí, aveces intencionalmente, otras por accidente. Esta forma de presentar la narrativa facilita la conexión con los personajes.
Conceptualmente la trama es muy buena, la ejecución es donde comienzan los problemas. La trama tarda en despegar, durante los primeros capítulos los acontecimientos se encadenan de forma artificial y forzada. Solo es hacia el final de la serie que las motivaciones de cada personaje terminan de madurar y el conflicto central cobra forma y sentido.
Naturalmente las constricciones de tiempo y presupuesto propias de las producciones seriales se hacen notar, sobre todo en las escenas de acción. La mayoría de estas hacen gala de unos efectos especiales y coreografía bastante simples. El estilo de filmación de adoptado es claustrofóbico, se favorecen los planos cerrados y la edición abundante por sobre las tomas amplias de la película de 2015, que permitían apreciar más claramente el curso de la acción.
En conclusión, Atracadores es una serie bastante entretenida y con una trama conceptualmente interesante. La recomiendo para los que estén interesados en el tono y la temática propuestas y estén dispuestos a superar los capítulos iniciales.
23 de septiembre de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Guerra en el aserradero es una producción de Julien Leclercq. Este es un director con múltiples películas de acción en su filmografía que van desde lo malo (Centinela, 2021) a lo pasable (Atracadores, 2015) ¿Logrará Guerra en el aserradero superar al statu quo?
La trama de esta producción es sumamente simple: Said es dueño de un aserradero al borde de la quiebra. También tiene un cancer pulmonar en estado avanzado, por este motivo decide vender el establecimiento para dejar dinero a su familia. Sin embargo, por la culpa de uno de sus empleados, Said termina en la mira grupo de narcotraficantes que lo asediarán en su propio aserradero. Tanto por la simpleza del guión como por su título, esta película recuerda a otras producciones como Asalto al precinto 13. "Guerra en el aserradero" ofrece exactamente lo que promociona, hay un aserradero y la gente muere como en la guerra (cabe mencionar que el título original, La terre et le sang, es mucho más poético y menos adecuado).
Desgraciadamente, este tipo de producciones triunfan o se hunden de acuerdo con la calidad de la acción, y en este aspecto Guerra en el aserradero no tiene demasiado que ofrecer. En vez de utilizar creativamente el entorno y hallar soluciones inteligentes para los problemas que se le presentan, el protagonista se pasea sigilosamente de un lado a otro, despachando de vez en cuando a los narcotraficantes más tontos de toda Francia. Tampoco hay una progresión en la situación del protagonista como la que manifiesta la destrucción gradual de la comisaría de Asalto al precinto 13 o la degradación física que sufren los personajes en Green Room (otra película con estructura similar pero mucho más recomendable). Los antagonistas van cayendo uno a uno hasta que no queda ninguno y se acaba el espectáculo.
Del apartado técnico la fotografía es el aspecto más destacable. El resto de los departamentos son discretos: efectos especiales aceptables, banda sonora "minimalista" (una linda forma de decir inexistente) y actuaciones adecuadas. Sin lugar a dudas esta película no apuntaba a ser nominada por el oscar al mejor diseño de producción.
En conclusión, Guerra en el aserradero es una película de acción falta de inspiración que comienza prometedora pero acaba siendo aburrida. Solo puedo recomendarla con mucha precaución para una tarde de domingo, aunque si lo que se busca es entretenimiento hay mil películas que pueden cumplir mejor ese rol.
La trama de esta producción es sumamente simple: Said es dueño de un aserradero al borde de la quiebra. También tiene un cancer pulmonar en estado avanzado, por este motivo decide vender el establecimiento para dejar dinero a su familia. Sin embargo, por la culpa de uno de sus empleados, Said termina en la mira grupo de narcotraficantes que lo asediarán en su propio aserradero. Tanto por la simpleza del guión como por su título, esta película recuerda a otras producciones como Asalto al precinto 13. "Guerra en el aserradero" ofrece exactamente lo que promociona, hay un aserradero y la gente muere como en la guerra (cabe mencionar que el título original, La terre et le sang, es mucho más poético y menos adecuado).
Desgraciadamente, este tipo de producciones triunfan o se hunden de acuerdo con la calidad de la acción, y en este aspecto Guerra en el aserradero no tiene demasiado que ofrecer. En vez de utilizar creativamente el entorno y hallar soluciones inteligentes para los problemas que se le presentan, el protagonista se pasea sigilosamente de un lado a otro, despachando de vez en cuando a los narcotraficantes más tontos de toda Francia. Tampoco hay una progresión en la situación del protagonista como la que manifiesta la destrucción gradual de la comisaría de Asalto al precinto 13 o la degradación física que sufren los personajes en Green Room (otra película con estructura similar pero mucho más recomendable). Los antagonistas van cayendo uno a uno hasta que no queda ninguno y se acaba el espectáculo.
Del apartado técnico la fotografía es el aspecto más destacable. El resto de los departamentos son discretos: efectos especiales aceptables, banda sonora "minimalista" (una linda forma de decir inexistente) y actuaciones adecuadas. Sin lugar a dudas esta película no apuntaba a ser nominada por el oscar al mejor diseño de producción.
En conclusión, Guerra en el aserradero es una película de acción falta de inspiración que comienza prometedora pero acaba siendo aburrida. Solo puedo recomendarla con mucha precaución para una tarde de domingo, aunque si lo que se busca es entretenimiento hay mil películas que pueden cumplir mejor ese rol.
21 de septiembre de 2021
31 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
BAC Nord es una película de Cédric Jimenez. Parcialmente basada en un caso real que conmocionó a la prensa francesa en 2012, esta producción intenta combinar acción frenética con el desarrollo de personajes creíbles y cierto respeto por los acontecimientos sucedidos ¿Logrará el director conjugar estos elementos en una buena película?
La trama sigue los pasos de Greg, Yass y Antoine, oficiales de la unidad BAC Nord, un grupo de la policía de Marsella que se encarga de la lucha contra el narcotráfico. Cuando los índices de criminalidad de la ciudad se vuelven insostenibles, el jefe de dicha unidad se ve obligado a llevar a cabo una operación importante y encarga a los tres protagonistas la tarea de recabar información para organizar una redada contra el narcotráfico en el barrio más peligroso de la ciudad. Para llevar a cabo esta tarea los compañeros deberán emplear métodos al filo de la legalidad y exponerse a las consecuencias de estas formas de proceder.
Esta película consta de dos secciones bien diferenciadas. La primera, que abarca los primeros 70 minutos de metraje, es por lejos la mejor. Esta se centra en el día a día de los tres protagonistas, combinando el desarrollo de su relación con momentos de acción. La edición en esta sección es vertiginosa en el mejor sentido de la palabra, saltando entre momentos de acción, drama cotidiano y distensión humorística. Esta mezcla, que puede sonar poco cohesiva, representa exquisitamente las tensiones del caótico estilo de vida de los protagonistas sin resultar antinatural.
Por desgracia, los acontecimientos que suceden a la magistralmente dirigida escena de la gran redada constituyen un cambio radical en el tono de esta producción. Para no entrar en spoilers solo diré que la trama pierde la variedad tonal de la que hace gala en primer parte e involuciona en un drama rutinario. Es en este punto que el afán del director por retratar los hechos reales se vuelve en contra de la trama, destruyendo su ritmo. En efecto, la realidad supera a la ficción, pero suele ser deficiente en materia de estructura narrativa. Quizá un guión menos fiel a la historia real podría haber resultado en una película más entretenida.
Como era de imaginar, el apartado técnico de esta producción tiene pocos aspectos dignos de reproche. Persecuciones motorizadas, tiroteos y demás escenas de acción están muy bien interpretados, aunque quizá a algunos les moleste el uso un tanto excesivo del método de filmación cámara en mano. Todas las escenas están muy bien complementadas por la ambientación barriobajera marsellesa, que le da un extra de originalidad y realismo a la acción.
Las actuaciones son discretas pero correctas. Sobre todo se destacan los tres actores principales: Gilles Lellouche, François Civil y Karim Leklou; el resto del reparto hace un buen trabajo, pese a que en el guión de esta película haya poco lugar para los personajes secundarios.
Para concluir, el apartado sonoro cumple e incluso se destaca en un par de ocasiones gracias a la integración de canciones comerciales a la acción en pantalla, que dotan a las escenas en cuestión de un extra de dinamismo. Por otro lado, la banda sonora original, compuesta por Guillaume Roussel, es magníficamente genérica y aporta poco.
En conclusión, BAC Nord representa un noble intento de retratar con cierta fidelidad un hecho real y producir un resultado entretenido al mismo tiempo. Pese a que a partir de los 70 minutos comience a hacer agua, esta no deja de ser una producción interesante que narra una historia personal y realista con mucha acción. La recomiendo a los que se sientan intrigados por el concepto y estén dispuestos a dejar pasar algunos errores.
La trama sigue los pasos de Greg, Yass y Antoine, oficiales de la unidad BAC Nord, un grupo de la policía de Marsella que se encarga de la lucha contra el narcotráfico. Cuando los índices de criminalidad de la ciudad se vuelven insostenibles, el jefe de dicha unidad se ve obligado a llevar a cabo una operación importante y encarga a los tres protagonistas la tarea de recabar información para organizar una redada contra el narcotráfico en el barrio más peligroso de la ciudad. Para llevar a cabo esta tarea los compañeros deberán emplear métodos al filo de la legalidad y exponerse a las consecuencias de estas formas de proceder.
Esta película consta de dos secciones bien diferenciadas. La primera, que abarca los primeros 70 minutos de metraje, es por lejos la mejor. Esta se centra en el día a día de los tres protagonistas, combinando el desarrollo de su relación con momentos de acción. La edición en esta sección es vertiginosa en el mejor sentido de la palabra, saltando entre momentos de acción, drama cotidiano y distensión humorística. Esta mezcla, que puede sonar poco cohesiva, representa exquisitamente las tensiones del caótico estilo de vida de los protagonistas sin resultar antinatural.
Por desgracia, los acontecimientos que suceden a la magistralmente dirigida escena de la gran redada constituyen un cambio radical en el tono de esta producción. Para no entrar en spoilers solo diré que la trama pierde la variedad tonal de la que hace gala en primer parte e involuciona en un drama rutinario. Es en este punto que el afán del director por retratar los hechos reales se vuelve en contra de la trama, destruyendo su ritmo. En efecto, la realidad supera a la ficción, pero suele ser deficiente en materia de estructura narrativa. Quizá un guión menos fiel a la historia real podría haber resultado en una película más entretenida.
Como era de imaginar, el apartado técnico de esta producción tiene pocos aspectos dignos de reproche. Persecuciones motorizadas, tiroteos y demás escenas de acción están muy bien interpretados, aunque quizá a algunos les moleste el uso un tanto excesivo del método de filmación cámara en mano. Todas las escenas están muy bien complementadas por la ambientación barriobajera marsellesa, que le da un extra de originalidad y realismo a la acción.
Las actuaciones son discretas pero correctas. Sobre todo se destacan los tres actores principales: Gilles Lellouche, François Civil y Karim Leklou; el resto del reparto hace un buen trabajo, pese a que en el guión de esta película haya poco lugar para los personajes secundarios.
Para concluir, el apartado sonoro cumple e incluso se destaca en un par de ocasiones gracias a la integración de canciones comerciales a la acción en pantalla, que dotan a las escenas en cuestión de un extra de dinamismo. Por otro lado, la banda sonora original, compuesta por Guillaume Roussel, es magníficamente genérica y aporta poco.
En conclusión, BAC Nord representa un noble intento de retratar con cierta fidelidad un hecho real y producir un resultado entretenido al mismo tiempo. Pese a que a partir de los 70 minutos comience a hacer agua, esta no deja de ser una producción interesante que narra una historia personal y realista con mucha acción. La recomiendo a los que se sientan intrigados por el concepto y estén dispuestos a dejar pasar algunos errores.
Más sobre German
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here