Acojonante, no tiene otra posible calificación esta película.
Te sientas a verla esperando que te expliquen la historia del "timbal del Bruc", y te encuentras con que eso ya ha ocurrido; y en su lugar explican la persecución que éste sufre por parte de unos mercenarios del ejército francés que quieren su cabeza.
A partir de ese momento, Joan, el protagonista pasa de ser un niño carbonero a convertirse en Rambo, sí sí en Rambo.
El tío se da a la fuga a la montaña de Montserrat, terreno que conoce a la perfección, y allí lucha contra ellos uno a uno.
Tiene escenas que recuerdan a otros "clásicos" del cine de acción moderno como "Depredador" (cuando se embadurna de arriba a abajo su cuerpo), la ya comentada "Rambo" o "Pesadilla en Elm Street".
Como película de acción es interesante, pero creo que al personaje se le sobredimensiona al otorgarle unas aptitudes propias más de un soldado de élite que de un humilde carbonero de un pueblo catalán de montaña.