Increíble ejercicio cinematográfico esta Pi que a mí me ha dejado marcado.
Una apuesta arriesgadísima centrada en el mundo de las matemáticas y la Cábala Judía que a pesar de su densidad te atrapa desde el primer momento y te lleva al mundo y la mente de su protagonista, un matemático dispuesto a descifrar el código que se esconde detrás de las transacciones bursátiles y que le permitiría pronosticar con exactitud los vaivenes en el mundo de las finanzas pudiendo así ser rico, pero hay unos grupos de presión que intentan hacerse con esa información, eso unido a la paranoia del protagonista da lugar a situaciones realmente surrealistas que rayan la locura y la hilaridad.
Rodado en un sucio (es un halago) blanco y negro que la da a la cinta mayor empaque si cabe, este film es una demostración de cine de autor en toda regla.