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Voto de Richard Blaine:
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Musical. Comedia. Romance
Monsieur Danglard contrata a Nini, una chica que trabaja en una lavandería, y a otras atractivas jóvenes para que se unan a su compañía de teatro. Danglard tiene previsto abrir un cabaret en París, el Moulin Rouge, donde la gran atracción será el cancán. A pesar de que tiene novio, Nini es seducida por Danglard, pero su principal admirador es el príncipe Alexandre. Tras 15 años de estancia en los Estados Unidos, "French Cancan" supone ... [+]
30 de diciembre de 2010
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Emitida, vista y grabada el 14 de agosto del 2000 en ¡Qué grande es el cine! doblada al castellano. La la volví a ver muchas veces, hasta que me quedé sin reproductor de VHS, hoy la he visto por primera vez en VOS.
Jean Renoir, hijo del pintor impresionista, rinde homenaje a esta pintura. Como en un cuadro la perspectiva y la mirada del espectador está meditada. El bautizado como “patrón” del cine francés nos enseña y contagia la alegría de la vida a través del sexo y del baile.
Nuestro guía es Jean Gabin. Un Danglard de 60 años, caballero que sabe bailar muy bien y regenta un negocio en decadencia. Tiene como amante a María Félix (esplendida con 40 años) y como patrimonio su optimismo, don de gentes y vista comercial.
Para su futuro inmediato crea un revival del cancan inaugurando el “Moulin Rouge”.
Quisiera tener el ojo de ese poeta y cineasta, un corazón más grande, un tercer pulmón o 20 años menos. En su ausencia firmaría el afecto breve de una Niní. Aunque con el tiempo se convierta en una Prunelle (“la sensación de París antes de de que tú nacieses”) y me anime en el nuevo año como al viejo Danglard en su proyecto.
“Saldrá adelante, usted es un príncipe”.
Jean Renoir, hijo del pintor impresionista, rinde homenaje a esta pintura. Como en un cuadro la perspectiva y la mirada del espectador está meditada. El bautizado como “patrón” del cine francés nos enseña y contagia la alegría de la vida a través del sexo y del baile.
Nuestro guía es Jean Gabin. Un Danglard de 60 años, caballero que sabe bailar muy bien y regenta un negocio en decadencia. Tiene como amante a María Félix (esplendida con 40 años) y como patrimonio su optimismo, don de gentes y vista comercial.
Para su futuro inmediato crea un revival del cancan inaugurando el “Moulin Rouge”.
Quisiera tener el ojo de ese poeta y cineasta, un corazón más grande, un tercer pulmón o 20 años menos. En su ausencia firmaría el afecto breve de una Niní. Aunque con el tiempo se convierta en una Prunelle (“la sensación de París antes de de que tú nacieses”) y me anime en el nuevo año como al viejo Danglard en su proyecto.
“Saldrá adelante, usted es un príncipe”.