"Del director de...", " de los guionistas de...", "de los responsables de...". Se nombra el puesto de la persona que se quiera destacar (cualquier cosa valdrá, ¡hasta un responsable de efectos especiales!) y se añade la película de éxito (o peor, sin éxito) que se quiera usar de gancho. Distintas frases, misma idea. Qué entrañables a la par que absurdas resultan en realidad cuando se analizan bien. En la mayoría de casos pura publicidad estéril, incluso engañosa, cero cine. Normalmente después de haber sufrido ya un par de decepciones en base a este truco publicitario se vuelven invisibles a la vista, pero a veces ocurre que el tráiler/cartel de turno te pilla con la guardia baja y picas como un bobo. Este fue mi caso con "Mortal Engines", siendo sincero. Iluso de mí pensé que si Peter Jackson ponía pasta e interés (aún con el batacazo de la trilogía "El Hobbit" aún candente en mi mente), por qué no podría salir algo potable de una premisa a priori interesante. Debería haberme informado antes y habría podido ver que el director es un amigo suyo de la adolescencia que lleva trabajando con él en todas sus películas desde Braindead (ya ha llovido) haciendo de chico para todo: un poco de guión por aquí, un poco de efectos especiales por allá... y al que 25 años después parece que le ha picado el gusanillo de la dirección. Me habría olido a chamusquina desde el principio, por lo que me hubiera ahorrado dinero y tiempo. Porque sí, con estas cosas uno se da cuenta de que en el cine no solo vale tener un alto presupuesto y tener un padrino reputado, también hace falta tener talento. En caso contrario, nacen horrores como "Mortal Engines".

Lo cierto es que realmente "Mortal Engines" no empieza mal. Lo hace con una escena introductoria vertiginosa, con ritmo y además más que solvente en el apartado visual y de efectos. El problema es que a partir de aquí todo es una cuesta abajo sin frenos hasta descender al abismo más profundo posible. Y este descenso se alarga nada más y nada menos que dos horas, que se dice pronto. Es imposible entrar en el ambiente de la película porque todo se presenta de forma escasa, inconexa y muy, pero que muy torpe. Si estás más preocupado de intentar ser gracioso a base de guiños con "minions" y smartphones (esto es literal aunque no lo parezca) que de ir ofreciendo al espectador una base sólida del escenario y la ambientación donde la historia se desarrolla, es imposible generar un interés real y el resultado es una desconexión total de lo que ocurre en pantalla. Con la larga duración de la cinta esto es imperdonable, ya que hay metraje de sobra para hacer esto, como mínimo, de forma decente. Especialmente teniendo en cuenta que hay muchísima morralla en forma de escenas de relleno u otras alargadas hasta la saciedad.

Explicación sobre el mundo (o "lore" para los modernitos) aparte, la trama es verdaderamente bochornosa. Pero bochorno del literal, del de no creerte lo que tus ojos acaban de ver en más de una ocasión. La historia no solo es simplona, sino que se limita a ser una sucesión constante de tópicos salchicheros. No exagero, no falta ni uno solo de los clichés del género de las aventuras de acción. Todo es previsible al máximo, todo se ha visto antes mil veces de la misma y exacta forma. Disfruté mucho más sorprendiéndome por acertar resoluciones de escenas, muertes o "giros de guión" (lo entrecomillo porque me da reparo considerarlos siquiera como ello) que con la propia historia en sí. Esto es tristísimo.

Para completar el museo de los horrores me gustaría incidir en los personajes. No es que no mejoren a la trama, con lo fácil que lo tienen, es que por desgracia diría que son aún peores. Horriblemente construidos desde el inicio, con unos diálogos dignos de cualquier película de sobremesa de Antena 3 y con menos carisma que una piedra con ojos. Y sí, hablo en conjunto de todos, no de ninguno en particular, porque aunque parezca increíble todos están al mismo (bajo) nivel. No se salva ni uno. Desde ese protagonista sacado de un videoclip de Locomía en los años 80 hasta esa asiática chulesca que parece que se ha equivocado de camino y ha acabado entrando en "Mortal Engines" cuando ella iba para papel residual de la saga "Matrix". Por ahí en medio varios personajes secundarios intrascendentes y de relleno (y alguno con ínfulas de protagonista) y un malo malísimo con unos tics y comportamientos más propios de una serie infantil del siglo XX que de una película medianamente seria (para lo que has quedado, Elrond...). A la única que podría considerar salvar es a Hera Hilmar en su papel de Hester Shaw y puedo afirmar claramente que es por el simple hecho de que en el reino de los ciegos, el tuerto es el rey.

Terminaré hablando de los apartados técnicos, que como no podía ser de otra forma y ante lo patético de todo lo demás, es lo único destacable de "Mortal Engines". El apartado visual, especialmente en efectos especiales y calidad técnica, cumple de sobras. Hay algún patinazo grande, como ese personaje de ojos verdes luminosos recreado íntegramente por ordenador, cuyo aspecto da auténtica vergüenza ajena. Por poner un ejemplo parecido y rápido, el Imhotep de "La momia" es mil veces más creíble y estamos hablando de una película de hace 20 años. Igualmente, como digo, en términos generales da la talla. Eso sí, artísticamente deja mucho que desear en mi opinión. El "steampunk" da para mucho y el mundo de "Mortal Engines" es feo con avaricia. Lejos, muy lejos, de las mejores representaciones sobre esta ambientación. En cuanto a la música, pues qué puedo decir... temas genéricos y olvidables de los que, sinceramente, ya no soy capaz de recordar ni un acorde por mucho que me esfuerce. Supongo que es claro ejemplo de la calidad que tiene "Mortal Engines" en conjunto: prácticamente nula.