Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Cinemadeus:
7
Drama A raíz de la victoria de Cassius Clay frente a Sonny Liston en 1964, el boxeador se reúne con el líder activista Malcolm X, el cantante Sam Cooke y el deportista Jim Brown en la habitación de un motel. Allí intercambiarán opiniones sobre la segregación de la población negra en el sur del país.
16 de enero de 2021
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El debut de Regina King como directora es una cautivadora y profunda reflexión sobre el racismo, la fama y el activismo en los Estados Unidos durante la época de las leyes Jim Crow. Basado en una obra teatral escrita por Kemp Powers (quien también escribe el guión de esta adaptación cinematográfica), la historia se centra en una reunión ficticia entre Malcolm X, el cantante Sam Cooke, el jugador de fútbol americano Jim Brown y el boxeador Cassius Clay, a raíz de la victoria de este último contra Sonny Liston el 25 de febrero de 1964 (antes de que se promulgara la Ley de Derechos Civiles). El núcleo de la historia se desenvuelve en una noche, en una conversación anecdótica entre amigos que acaba en un acontecimiento transformador que cambiará no solo el resto de sus vidas sino también el de millones de afroamericanos, para siempre.

Para sumergirse completamente en los problemas que plantea esta película y en la intrahistoria de sus personajes, quizás es necesaria una comprensión genérica del contexto político y social de los afroamericanos durante el período en el que se ambienta. Pero creo que el fantástico guión de Kemp Powers hace un gran trabajo en transmitir de una manera muy concisa y efectiva las preocupaciones y los principales argumentos que envuelven a los personajes. Plantea brillantemente las muchas contradicciones de la experiencia del hombre negro afroamericano en un contexto racial opresivo en el cual daba igual lo famoso o aclamado que fueras, siempre te verían como un negro antes que como un ser humano. La película se encarga de mostrarnos las emociones, los conflictos y las dudas de unos personajes icónicos de la historia estadounidense y la lucha por los derechos civiles.

Una de las cuestiones más interesantes que plantea es la responsabilidad política y social que acarrea el éxito popular, de cómo e incluso de si se debe utilizar la influencia de la fama para fines más allá de los puramente económicos. Un tema especialmente candente en la actualidad. Esta dicotomía se representa muy bien en el conflicto principal que hay entre Malcolm X (Kingsley Ben-Adir) y Sam Cooke (Leslie Odom Jr.), que otorgan los picos más altos de tensión y emotividad en la película. Tanto Kingsley Ben-Adir como Leslie Odom Jr. están sensacionales en sus papeles y manifiestan una humanidad que engloba tanto las flaquezas como los anhelos de unos personajes tan conocidos como lo son Malcolm X y Sam Cooke. Eli Goree y Aldis Hodge, en sus papeles de Cassius Clay y Jim Brown respectivamente, ofrecen menos profundidad psicológica. La interpretación de Goree, especialmente, está a punto de caer en el caricaturismo, pero ambos acaban siendo bastante decentes y completan un reparto principal magnífico a pesar de ser poco conocido.

La ópera prima de Regina King se encarga de avivar una discusión en torno a la raza y el activismo que yo personalmente no había visto tan esclarecedoramente verbalizado en el cine. Más allá de ser una denuncia contra el racismo (que por supuesto lo es), ‘Una noche en Miami’ es muy crítica con las actitudes de aquellos afroamericanos cuya fama les ha concedido una plataforma en la que podrían ayudar muchísimo más en las luchas sociales de su colectivo, pero no lo hacen tanto como deberían o con el mejor criterio. Una meditación de como el éxito profesional y el ascenso de clase puede distraer a los negros de su verdadera lucha que es la racial. De visionado obligatorio para unos tales Kanye West o Barack Obama, por decir algunos.
Cinemadeus
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow