En esta película Audrey tiene sexo señores. No sé si se han parado a pensar las implicaciones. No , no estoy afirmando que haya escenas de alto voltaje-no escudriñen el metraje inútilmente-,sino que por primera vez, tras ver esta película, es posible que tengan un sueño húmedo con la protagonista de My Fair Lady. Algunos los habreis tenido ya( también algunas, no me olvido de vosotras chicas). Puede que incluso yo los haya tenido( soy así de mundano), pero lo bueno es que esta peli ha expiado nuestras culpas. Antes de esto, soñar con Audrey era algo incestuoso e inmoral y todos teníamos miedo porque nadie estaba seguro de qué se podía encontrar tras los disfraces de Givenchy. Pero ahora ya está claro que Audrey es una mujer y no una figurita de cerámica de Lladró.Qué descubrimiento, oiga. Dan ganas de mandar a la mierda todas las comedias repipis ambientadas en París y demandar a Billy Wilder por fraude.Porque esta Audrey además de más mujer, también es más actriz aunque puede que el asunto esté relacionado. La peli bien, la niña muy mala, Shirley cumple y tal, pero lo de Audrey, ya les digo, una verdadera obscenidad.