"Jason X" tuvo el atrevimiento de ir contra todo lo esperado y resultó ser una competente película "B", sumamente entretenida, y que a pesar de estar plagada de clichés, ha encontrado la forma de inyectar cierta novedad y sorpresa, totalmente distinta a las otras.

Las películas de "Viernes 13" forman sin duda un ícono en el subgénero "slasher" . Allá por 1980, todo un clásico que no ha muerto a más de 30 años. La primera secuela estableció a Jason Vorhees como uno de los asesinos más icónicos del cine contemporáneo (aunque la famosa máscara de hockey no apareció sino hasta la tridimensional "Viernes 13 Parte 3).
La trama es una deliciosa mezcla de ridículo e ingenio, comienza cuando en el futuro cercano vemos al notorio asesino Jason Vorhees siendo estudiado en un futurista laboratorio orbital en el que un grupo de científicos buscan las causas de la asombrosa capacidad de regeneración del asesino, que le ha permitido volver de la muerte en una docena de ocasiones. Luego, cuatrocientos años en el futuro, la Dra. y Jason, aún congelados, son encontrados por algunos "estudiantes" en una nave espacial, a años luz de distancia de la Tierra 2 (la Tierra original es un estéril infierno). Haciendo uso de avanzadísima nanotecnología (micro-robots que reparan tejidos a nivel molecular).
Jason X es una compentente mezcla de terror y ciencia ficción, con sexo y violencia como para complacer a los fans, y respetando el ícono de Jason. Su vigor, satírico humor y su bien pensado argumento me tomaron por sorpresa de forma agradable. Es una película boba hecha por gente lista, y la puedo recomendar como una obra muy superior a las tediosas y patéticas cintas de terror recientes o incluso a principios del 2000. Pero más que nada, esencial para fans del venerable y enmascarado villano.
Y lo bueno de todo, es que después nuestra querida "máquina de matar imparable" hizo más apariciones como "Freddy Vs. Jason"(2003) y el remake de "Viernes 13" (2009).