Durante diez años hemos disfrutado con las aventuras de un niño mago y sus amigos. Hemos atravesado andenes de estación con un carrito de la compra, hemos conocido a un simpático niño pelirrojo y a una niña sabiondilla de los que no nos hemos separado, hemos comprado una varita mágica en la tienda Olliviander's del callejón Diagon, hemos llegado a la escuela Hogwarts en tren, hemos conocido a los profesores y compañeros, hemos visto cómo el sombrero seleccionador elegía Casa para los alumnos, hemos volado en escoba y jugado al adrenalítico quidditch, hemos mirado con recelo al siniestro profesor Severus Snape, hemos escuchado a Dumbledore desde su ornitológico atril, nos hemos peleado con Draco Malfoy, hemos jugado una peligrosa partida de ajedrez, hemos descubierto quién nos hizo esa extraña cicatriz en la frente, hemos encontrado la piedra filosofal, hemos volado en coche, hemos descubierto qué había en la cámara secreta, hemos leído el diario de un tal Tom Riddle, hemos bebido cerveza de mantequilla en Las 3 escobas, nos hemos escondido bajo la capa de invisibilidad, hemos conocido quién era el prisionero de Azkabán, y más adelante el príncipe mestizo, hemos volado a lomos de un grifo, nos hemos bañado con la salidorra Myrtle "La llorona", hemos participado en el Torneo de los Tres Magos, hemos nadado junto a sirenas, hemos luchado contra dragones y arañas gigantes, hemos aprendido hechizos y encantamientos de la mano de profesores más bien frikis, hemos pertenecido a la Orden del Fénix, hems dado nuestro primer beso y vivido nuestros primeros amores, hemos honrado la memoria de nuestro sabio y venerable director alzando las varitas iluminadas hacia el cielo, nos han contado la historia de las reliquias de la muerte y hemos buscado y destruído los horrocruxes para derrotar a aquel que todos sabéis... Y hemos hecho amigos de esos que son para toda la vida.

Gracias. Encantados.