Cuando lees la sinopsis de esta película realmente no te invita demasiado a verla, por lo poco realista y lo demasiado fantasioso que parece, pero cuando van pasando los minutos esta película te va enganchando hasta el punto de que todo lo que sucede te parece hasta lógico.

Toda la historia está muy bien hilada, quizá el inicio de la trama está un poco cogido con alfileres y abusa de unos científicos excesivamente rebeldes e incautos, pero desde ese punto todo se desarrolla con una coherencia y una corrección que sorprende por lo complicado que es conseguir esto en una película tan lejana a la realidad.

Los personajes de Clive y Elsa, son bastante completos y complejos, pero sin duda se lleva la palma Dren. El trabajo de los efectos especiales a la hora de crear a esta criatura es sorprendentemente bueno y no se oculta en planos cortos, sombras o tomas lejanas, quizá podría criticarse que el desarrollo físico va un poco a tirones, pero aún así el resultado gráfico es espectacular. En cuanto a la personalidad, carácter y como va creciendo emocionalmente, el trabajo es, si cabe, mejor que el desarrollo gráfico. A lo largo de la película no deja de sorprenderte su evolución, que, además de ser muy detallada y lógica, es el principal elemento de suspense de la película, que te mantiene en tensión e intentando averiguar qué pasará luego en todo momento.